#5 Decepciones.

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Habíamos hablado después del concierto, incluso nos habíamos visto un par de veces, era genial, por que éramos vecinos.
Por fin había llegado el sábado. El bendito sábado que tanto había anhelado, para volver a verla.
Pase a recogerla, toque la puerta. Y ahí estaba. Guapísima, como era de esperar. Con los labios rojos y las pestañas rizadas, jeans desgastados y una blusa negra que decía "Get Scared"
-Genial, hoy no tienes una pijama. - Saludé.
-La traigo debajo de la ropa. - Bromeó. Y por un segundo, me detuve a pensar... ¿Que clase de ropa interior usa? No parece del tipo que use tangas. ¿Bragas? ¿Boxers? ¿Nada? Joder... Esa idea me encantaba... El pensar que no llevaba nada puesto debajo de la ropa... - Jordan... Te estoy hablando. - Dijo la chica interrumpiendo mis pensamientos sucios.
-¿Que pasa?
-Mi papá quiere conocerte. - Y eso, jodidamente me heló.
-¿Porqué?
-Relájate, no es como si fueras mi novio o algo importante. Y él sólo quiere saber con quien salgo. Así que... por favor, entra.
-Okay, pero a cambio, me darás una cerveza.
-Te compraré una botella de tequila, si quieres. - Asentí. Nervioso y con las piernas temblorosa entre en la casa. El hombre estaba sentado, desayunando.
-Papá, él es Jordan. - Sonrió Alex.
-Buenos días, señor. Provecho. - Saludé con los nervios de punta.
-Que tal, buenos días, joven. ¿Gusta desayunar?
-No señor. Muchas gracias.
-¿A donde van a ir, Alex?
-Uhm... Vamos a ir a una una pequeña fiesta con los amigos de Jordan.
-¿A donde?
-Más adelante del centro.
-Déjame algunos números.
-Claro, te dejaré el de Jordan y el de un amigo.
-¿Cuantos varones son?
-Cinco. Y todos llevan a sus novias. Tranquilo. Papá.
-¿A que hora vuelves?
-¿A que hora puedo?
-Antes de las 8:30
-Aquí estaré puntual.
-Si. - Interrumpí. - Yo la cuidaré y la traeré sana y salva, puntualmente.
-Bien, que se diviertan.
-Gracias papá.
-Con permiso. - El señor asintió.
-Hasta luego. - Salimos de la casa y solté un enorme suspiro.
-Estas que te cagas ¿Verdad? - Se burló.
-Si. - Admití.
-Venga, no fue tan terrible.
-Tu padre debe odiarme, Joder. ¿Viste como me miró?
-Estas alucinando. Mi papá no tiene nada en tu contra.
-Bueno, me debes una cerveza - Intente evadir el tema.
-A que tomo más que tu. - Me retó.
-Sabes - Dije sonriendo. -Me encanta la forma agresiva y reparadora que tienes cada vez que me dices algo así. Adoro tu espíritu salvaje y rebelde. Me encanta tu forma de ser, jamás había conocido una chica así y debo confesar Que eres impresionante. - Ella me miró, levantó una ceja, negó con la cabeza, se puso más roja que un tomate e intentó ocultarlo, pero resulta que mientras más lo ocultaba, se veía más bonita.
-Estas loco. - Mencionó intentando verse enojada.
-Si se te hizo loco, espera a que escuches esto - Sonreí ampliamente. - Eres preciosa.
-Jordan, cierra la boca - Dijo totalmente roja.
-Muy bien enana, mueve ese trasero flojo si no quieres que nos dejen, nos están esperando en la esquina. - Ella asintió. Al llegar, saludó educadamente, todos le sonrieron, sin alguna mala intención. Sabían que ella era casi mía.
Cuando llegamos a la casa de Cristian, había música, muchas chicas y por supuesto, alcohol a morir.
-¿Bailarás conmigo? - Le pregunté.
-Sólo con Alejandro. - Eso dolió.
-Él no esta aquí.
-No bailaré, entonces.
-Muy bien, Alex... ¿Y mi cerveza?
-Bien, pero no te embriagues, no quiero cuidar a un idiota ebrio.
-Tu tampoco lo hagas. - Le advertí.
-No tengo intención de hacerlo. - Sonrió. - Iré a saludar a Cristian
-Iré contigo - Le tomé de la mano. Ella la quitó bruscamente.
-Maldita sea. No quiero que me toques. Jodidamente, no lo hagas. - Dijo molesta.
-Relájate. - Me encogí de hombros -No eres la primera chica que toco.
-Eres un jodido cerdo.
-No hablaba de sexo. Hablaba de tomar de la mano. - Ella enrojeció.
-Oh - Alcanzó a decir.
-Pero lo siento.
-Sólo no lo hagas ¿Si?
-Lo siento. - Ella caminó a mi lado y me sentí feliz de que lo hiciera, me encantó que todos me miraran y se sorprendieran de la chica tan guapa que iba a mi lado.
-¡Hola! Idiota - saludó Cristian - Que gusto que hayas venido, pequeña. - Le sonrió a Alex.
-Hola - Sonrió ella. - Dije que estaría aquí.
-Bien, toma una cerveza. O dos, o las que quieras.
-Te dejaré sin cervezas. - Sonrió arrogante.
-Ya veremos enana. - Sonreí. Cristian se marchó con su novia, a fallar seguramente. Alex miró su celular. Tecleó algo y lo guardó. Hizo eso repetidas veces hasta que escuche un suspiro entre cortado.
-¿Que te pasa? - Pregunté nervioso.
-Nada. - Dijo sin mirarme, con un tono seco y de tres tragos se tomó la cerveza.
-¿Sed?
-Dame otra. - La tomó rápido.
-¿Otra? - Asintió. Algo no estaba bien.
-Ven, quiero mostrarte algo. - Susurró y me arrastró a donde nadie nos veía. Olía a cerveza y un poco de su perfume. Y por un momento, la imagine ebria y excitada pidiéndome sexo. Tomó su móvil, abrió WhatsApp y me mostró el chat con un chico de lentes, aspecto de gay, labios gruesos y piel pálida, estaba registrado como "Él :3"

[Conversación de WhatsApp]

Él: Amor, Joss pasará por mi después del trabajo e iremos a cenar :)
Ella: Genial, diviértete mucho :* Yo iré más tarde con el vecino a una fiesta.
*Tres horas después*
Él: Casual, iremos a cenar y terminamos en un bar :v LOL
Ella: Jajaja pues diviértete ;)
*Una hora después*
Él: Amor. Joselyn esta ebria. Tendré que llevarla a su casa :v
Ella: Ve con cuidado.
*Media hora después*
Él: Ya llegue a su casa, le daré unas pastillas para que se le bajen las náuseas. Que asco, esta mensa huele a vodka >.<
Ella: Surte cuidando a tu amiga.
Él: Ya le di las pastillas, le llamaré a su mamá. Pero ahora quiere que le ponga la pijama. No me malentiendas, pero he hecho esto muchas veces cuando está ebria.
Ella: Okay...
Él: Ojalá no me vomite :'v
Ella: ¿Sabes? Me encantaría quedarme a leer sobre las románticas historias de tu amiga la borracha, pero quiero estar con el vecino, hablamos después.

[Fin de la conversación]

Wow. Eso no me lo esperaba. Esta niña preciosa le esta siendo jodidamente fiel a un idiota que se coge a "Joselyn". Y todavía se lo cuenta. Hijo de puta. Si eso hace cuando le cuenta, seguramente hacen un 69 cuando Alex no se entera.  Eso lo confirma. Esta chica es demasiado para ese idiota.
-Es un idiota ¿No? - Dijo ella.
-Honestamente. - Suspiré. - Es un pendejo.
-¿Como se atreve a hacer eso?
-Ni siquiera sabes cuantas veces lo ha hecho.
-Me da asco. Que clase de hijo de la gran maldición desnuda a una ebria que obviamente es una puta.
-Es un idiota.
-Me siento como una idiota. Aquí me tiene él, siendo fiel y rechazando a todo el mundo, y este desgraciado, viene y me dice que va a desnudar a una puta ebria.
-Quizá estén teniendo sexo ahora.
-Es probable, pero prefiero hacerme a la idea de que no es así.
-Él no te merece.
-Quizá si o quizá no. De cualquier forma, quizá nunca lo conozca. Tal vez es un estúpido más que llegó a mi vida. Tal vez no es como creí que era. - Esas palabras no podían ser más gloriosas.
-Quiero otra cerveza.
-No puedes tirarte al alcohol, sólo por que un idiota te ha destrozado.
-Baila conmigo, entonces. - Me tomó la mano. Yo sólo la mire incrédulo.
-¿Y Alejandro?
-Que se pudra junto con esa puta.
Y me arrastró, a la pista de baile. Moviéndose con una exquisita gracia y un toque de sensualidad, de un lado a otro, su cabello saltando de vez en cuando. Era tan hermosa.
Y esperaba que fuera mía.
Esperaba que se olvidará de Alejandro

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⏰ Última actualización: Aug 12, 2016 ⏰

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