#3 Alejandro 2/2

13 0 1
                                    

Luego de reír, disfrutar de las películas y descubrir que era una chica increíble, divertida, inteligente y amable, ordenamos una pizza.
-Oye, Joe ¿Que le pongan quexo? - Asentí. Cuando terminó su llamada telefónica vino y se sentó conmigo en el suelo. - ¿Que te pasa?
-Nada. Sólo estaba pensando.
-No sabía que tu cerebro funcionara.
-Muy graciosa.
-Ya - Rió. - Lo siento.
-Háblame de él.
-¿De quien?
-De Alejandro. - *Por favor* pensé, *Torturame y háblame de él*
-Es atractivo, tiene los ojos pequeños y usa lentes, el cabello encantador, nariz resignada y unos maravillosos labios gruesos. Es muy atractivo, si te soy honesta. Pero, su forma de ser, eso es lo que más me gusta, es muy divertido y comprensivo, es amoroso y muy tierno... Alejandro es muy diferente, es diferente a todos los chicos que he conocido. Y me encanta que él me ame tanto como yo lo amo.
-Hablas de él como si fuera lo mejor.
-Lo es para mi.
-¿No crees que lo quieres de más?
-Sí. Jamás dije que no fuera de ese modo, y a veces, me frustra el hecho de querer lo tanto, por que no se que haría si un día él ya no me quisiera. Realmente, no se que pasaría. Digo. Es muy frustrante esta situación. Nunca lo ha visto, nunca lo he sentido cerca de mi y jamás le he visto sonreír por mi, a pesar de que él me diga que lo hace. A veces, no siento su amor. Y me gustaría tenerlo conmigo, tenerlo como a mi me gustaría. Estar con él siempre que queramos, no sólo cuando podamos. Por que, por más que queremos, no podemos estar juntos.
-Me encanta escucharte hablar de él.
-¿Porque?
-No lo sé, es trágico y frustrante, pero es increíble.
-Es una locura ¿Verdad? Estoy atada a alguien que nunca he visto. Amandole con todo mi ser, como nunca lo he hecho, esperando un milagro para poder verlo, a veces pienso que es una estupidez y quiero déjalo todo. Pero después, cuando me llega un mensaje suyo diciendo todo eso que necesito leer, me doy cuenta, que no sólo es difícil para mi, también lo es para él. Y ambos sabemos que esto vale la pena.
-Ahora quien se contradice. - Suspiré. Estaba claro que ella amaba a ese chico.
-Es que es complicado. - Sonrió amargamente.
-Yo se que si. Pero... Vale la pena ¿No? - Ella asintió. Llamaron a la puerta y atendió. La pizza había llegado, pero mi hambre se había ido al carajo. La acababa de conocer y ya la sentía importante, la acababa de conocer y ya la quería.
-Bueno, Joe. La pizza ha llegado. - Dijo entusiasmada. No pude evitar sonreír ante su optimismo. -Apuesto a que me como más rebanadas que tu.
-No me retes, niña.
-¿Cuantas te comes?
-Cinco.
-Me como siete.
-Estúpida la dieta, idiota.
-Estúpida mi grasa, idiota. - Ambos reímos y decidimos comer. La chica tenía razón. Comía más que yo. No se si me daba en el ego y me ofendía o se me hacía genial que ella tuviera un gran apetito.
-Bueno, ya comimos y nos hemos divertido. - Dijo ella. - Aquí viene lo serio. - Se limpió unas migajas. - ¿Cuál  es tu canción favorita?
-"Situations, de Escape the fate"
-¡Joder! - Gritó emocionada. -Amo esa canción.
-Si, es buena.
-¿Y tu banda favorita?
-Escape the fate.
-Me agradas. - Sonrió.
Me sonrió y fue todo lo que bastó. Me di cuenta de que esa sonrisa era lo bastante linda como para mantener la siempre.
-Me ha encantado estar contigo. - Le devolví la sonrisa. - Pero ya tengo que irme.
-Que rápido.
-¿Y si vienes conmigo?
-¿A donde?
-Soy el guitarrista de una banda.
-Ah, si me lo dijiste con tu enorme ego.
-Bueno, entonces, tenemos una presentación... Ven conmigo.
-Claro. Suena genial. - Sonrió animosa.

Mejor AmigaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora