LUNES

7

Finalmente llegaron al despacho del doctor personal de la familia de Aaron. Era un hombre de pelo algo canoso y de ojos intensamente verdes rodeados de pequeñas arrugas.

-Hola Aaron- le dijo mientras le estrechaba la mano- no esperaba verte por aquí.-luego miró a Kylie y también le estrechó la mano- Soy el doctor Preida, pero puedes llamarme Victor.-se presentó sonriendo.
-Hola- respondió ella- Soy Kylie.

Después de que Victor los invitara a tomar asiento y ellos se pusieran comodos, Aaron le comentó al doctor la razon por la que se encontraban allí. Despues de que le contaran cómo, dónde y cuándo sucedió el pequeño accidente, el doctor Preida comenzó a revisar las piernas de Kylie; ella no logró disimular una mueca de dolor cuando el doctor tocó justo en donde le dolía.

-¿Te duele mucho?-le susurró Aaron a sus espaldas lo suficientemente bajo como para que solo ella lo oyera.
-No- respondió ella poco convencida.
Y sus esfuerzos por parecer convincente eran tan evidentes que Aaron soltó una carcajada que amenazaba con contagiar a Kylie.
-Eres muuuy orgullosa, creo que hasta me superas eh. No piensas aceptar que te estas aguantando las lagrimas ¿no es sierto?

Entonces no se pudo aguantar más y rompio a reir junto con él. Reía por lo absurda que era la situación; ella ahí sentada, aguantando el ligero calambre que le producían los pequeños golpeteos del martillito en la rodilla cuando sus nervios respondían, mientras al lado tenía a un joven, que de cierta manera seguía siendo un completo desconocido, riéndose de ella. Y no le molestaba en lo absoluto, de hecho, le encantaba el sonido de esa risa tan viva y alegre, y todo lo que le producía, como si fueran cosquillas en el estomago que hacían que el calor subiera hasta sus mejillas.

-En realidad no me estoy aguantando nada. Ni lagrimas, ni gritos de dolor ni nada.-dijo ella despues de reir.

Sintio que Aaron se le acercaba aún más, entonces se giro para mirarlo a los ojos y ya no habia ni una pizca de risa en ellos si no que brillaban con algo que ella no reconocía.

-¿Estás segura de que no te duele ni un poco?- le susurro él tan cerca que pudo sentir su aliento y el tentador aroma de su perfume.
Ella estaba a punto de contestarle, estaba por seguirle el juego, cuando de pronto el doctor se aclara la garganta llamando la atención de ambos, esfumando por completo lo que sea que fuera esa cosa que se formó entre los dos.

-Tus piernas estan bien- dijo el doctor- Tal vez puedan surgir algunas molestias, pero nada que un poco de hielo no pueda resolver, de todos modos te dare la reseta para que compres unos antibióticos por si surge alguna inflamación.
Dicho esto el doctor comenzó a ordenar las herramientas que había utilizado y Kylie aprovechó para enviarle un mensaje a su amiga informandole que todo estaba bien.

Una vez que el doctor le dió la reseta, Kylie y Aaron regresaron al auto.
Él estaba debatiendo entre decirle o no decirle lo que pensaba a Kylie, hasta que decidió decírselo; Después de todo, lo peor que podría pasarle en la vida era morir y la verdad un "NO" no era morir.

-Amm.. No quiero que ésta sea nuestra despedida. - dijo de pronto y ella lo miro interrogante - Quiero decir.. Es muy pronto todavía para decirnos adiós.
-¿Qué propones entonces? -preguntó ella con una media sonrisa en los labios.
-Podríamos ir a almorzar algo, ya es medio día- dijo él.
- Tienes razón. Podríamos.
-¿Eso es un "sí"?
-Sí, es un sí.
-Okey- dijo él soltando un aire que nisiquiera sabía que retenía.-¿Adónde vamos?
-Sorprendeme. -respondió ella con una sonrisa.

Y esa era definitivamente la sonrisa más hermosa que Aaron había visto.

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Aca les dejo un nuevo capítulo..
Espero que les guste😉😁

~Ingrid~💙❤💚💜
😙