El quinto.

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Quinto 1 de Julio importante.


Tenia su toque de romanticismo que planearan el día de la boda justo al año siguiente de haberle pedido compromiso, todo se planea con tiempo, nada extravagante como quería Tony. Privado, solo con las personas necesarias: Los vengadores y ya. Eran familia y no tenían otra más, así que era suficiente.



Caminaba hacia el altar con su cabello rojizo medio recogido, un pequeño ramo de flores blancas, el vestido era sencillo y lindo, ceñido a la cintura, algo de pedrería en el corte corazón y no muy largo ya que estaban en la playa. Clint la acompañaba y en realidad no se podía saber quien estaba más nervioso ya que Clint temblaba como si estuviese bajo treinta grados y Natasha se veía tranquila, pero en sus ojos podías sentir como si sucediese una tempestad, estaba feliz y emocionada pero a la vez tenía miedo de hacer algo que arruinará su preciosa boda. Steve estaba a unos metros de ella, con un traje impecable y lo hacía verse elegante y sexy, con un traje que ella catálogo como de pingüino pero aun así se le veía bien, con la sonrisa más pura y brillante que pudiese existir. La distancia se acortó rápido, Clint dudo un rato sobre si darle la mano de Natasha a Steve o no, unos segundos después con la mayor delicadeza del mundo, puso su mano encima de la de el, pero rápidamente puso la suya encima.


-Escucha, se que eres un gran hombre y todo ese cuento, te admiro y respeto pero te juro, realmente te juro que si le haces el más mínimo daño todo el cariño y respeto que te tengo se irán al demonio y no tienes ni idea de en qué lugares van a acabar mis flechas. Pero sufrirás, si que lo harás, así que ciudala mejor que a tu vida, es de los pocos tesoros que tengo y existen en el universo, la quiero a la perfección -Natasha ya había perdido la cuenta de que tantas advertencias le había echo Clint a Steve. Después de todo la cosa es tan sería que Steve tuvo que ir a pedir la mano de Natasha con Clint, así que bien esta podría ser la advertencia número trecientos cincuenta y siete.


Steve, serio y decidido, sabiendo que es real y que la quiere sana y feliz, asintió y le dio su palabra de cuidarla por siempre. Natasha río y rodó los ojos cuando Clint por fin los soltó, Steve la ayudó a subir al pequeño altar. A pesar de que iba toda simple se veía hermosa, con lo que usará o no ella siempre era la más bella del universo para el. 



Cuando estaban en el registro civil no la pudo ver pues firmaron los papeles por separado, Pepper estaba obsesionada con la idea de que no se vieran hasta la ceremonia religiosa ya que según ella "Unos papeles son una cosa cualquiera, pero una unión espiritual, algo en lo que se unirán literalmente en todas las cosas de su ser es algo importante sea cual sea la religión" así que siguió la tradición de no verse hasta la boda, se sentía hipnotizado por ella, la espera de no verla cuatro días ni en el registro si que lo mataba, pero Pepper logró su cometido: Mantenerlo muerto de las ganas. 



La ceremonia fue tranquila, incluso conmovedora, era mil veces mejor de lo que ninguno de los dos soñó. Lo único que querían era amarse y cuidarse mutuamente por el resto de sus vidas, hasta después de la muerte si es posible. Cuidar al otro de todo mal o cosa que le lastime, estar siempre a su lado para hacerle feliz y ser su pilar cuando lo necesite. Las sonrisas estaban en el rostro de todo el mundo, de echo Natasha nunca había sonreído tanto en toda su vida. Desde que despertó hasta ahora, estando en el altar frente al amor de su vida, una sonrisa adornaba su rostro. Cada uno dijo sus votos, cortos pero significativos, después de todo tenían toda una vida entera para demostrar todo lo que quieran, toda la vida para demostrar su amor y en general para demostrar todo. Tenían más de tres años conociéndose, desde que se empezaron a frecuentar se cuidaban, incluso ya se amaban y no lo sabían. Quien sabe si fue el destino, coincidencia o ellos se encontraron por si mismos, pero estaban seguros de la suerte de haberse encontrado y de tenerse. Pasaron Tony y Pepper con los anillos, encajaban en la perfección en ellos.

Un primero de JulioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora