Un primero de Julio.

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Un primero de Julio



Un niño de cabellos pelirrojos corría en el patio de la casa adornada con globos y letras  en las que se leía "Feliz cumpleaños numero cuatro James", Natasha sonrió y volvió su vista a la encimera, dándole los últimos toques al pastel. Los demás estaban afuera con los niños o ayudando a acomodar las cosas. Puso la ultima vela sobre el pastel y soltó un suspiro, mirando la cocina.



Vio las fotos pegadas en el refrigerados y una ola de recuerdos la invadió, las fotos empezaban aproximadamente desde su boda hasta las travesuras de James. Este primero de Julio su pequeño cumplía cuatro maravillosos años de vida, algo que solo llenaba de felicidad a la joven madre. Si hace diez años le hubiesen dicho "Vas a encontrar al amor de tu vida por mera coincidencia, te casaras, seras feliz, tendrás una familia y un hijo" se hubiese caído al suelo por las carcajadas.



Pero era real, todo era demasiado real.



La casa grande de color blanco llena de alegría era verdad pues allí vivía con su esposo e hijo, su esposo era de verdad y su hijo la despertaba todas las mañanas saltando sobre ellos son su linda sonrisa chueca. Todo es real. Hace varios años exactamente un primero de Julio conoció a Steve, recuerda claramente ese día, el iba con una camisa a cuadros y un pantalón caqui, un estilo totalmente ñoño y anticuado a morir, eso le gusto. Un año después volverían a coincidir y esta vez se conocieron más, convivieron algunos años trabajando en S.H.I.E.L.D y todo crecía, luego llego lo de Sokovia y todo era más evidente, ella nunca en su vida había sentido esos revoltijos tan extraños y agradables que Steve le provocaba incluso con una sonrisa o un guiño. Cada primero de Julio un acontecimiento más mágico que el anterior sucedía.



Se enamoro, en su noviazgo se sentía tal adolescente con su primer novio, nunca fue buena intentando ser romántica, le gustaba que con Steve podía ser como quisiera, ser ella y no había problema con eso. Nunca pensó casarse y un tiempo después de ser pareja le pidió ser su esposa por y para siempre aunque acaben los tiempos, tenia un bello anillo de plata con un pequeño diamante en el centro. Un año después tuvieron su boda, mágica y especial, nunca había estado tan segura como esa vez, sabia que hacia lo correcto, lo amaba y estaría siempre con el. 



Penso que ya no había nada mejor que la vida le pudiese dar, lo tenia todo. Amor y familia, se sentía plena. Nunca pensó que años más tarde llegaría su segunda mejor bendición en el mundo, su hijo. Estaba tan asustada y emocionada a la vez, no sabia que hacer o como actuar, pero con el apoyo de los vengadores y su inseparable compañero de vida todo salio perfecto y un bello varón salio como resultado de amor, cuidado y uno que otro enojo, pero gracias a eso el pequeño nació perfecto.



Los siguientes años han sido cada vez mejor que los pasados, con Steve siempre todo fue divertido y entretenido, cuando viajaban, cuando estaban en casa sin hacer nada, cuando estaban de misión, todo. Pero luego con la llegada de James todo era aun mejor, más mágico, aprendía siempre algo nuevo, sus viajes familiares eran mas entretenidos, sus visitas a los demás vengadores resultaban más tiernas y divertidas por las ocurrencias del pequeño hacia sus tíos y las travesuras que hacia con sus pequeños primos, el y Brandon de 3 años eran inseparables, mini Steve y mini Stark nunca se querían separar, ellos protegiendo a la pequeña Thorum también de tres y ahora la pequeña pandilla cuidando de las hormigas a la pequeña Kate de ocho meses, a Wanda le parecía de lo más lindo como se cuidaban entre todos y la forma tan protectora con la que le espantaban las moscas a su pequeña Kate. Habia ahora una enorme y real familia.

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