Stop time...

268 21 13
                                    

5:30 A.M

La quietud en el aire de la mañana era tan silenciosa que podía llegar a ser tenebroso. Todo el paisaje parecía inmóvil como si de una postal se tratará, ¿acaso era tan temprano? Por lo que JaeJoong sabía, y por lo que el reloj sobre su muñeca le decía, eran las 5:30 A.M.
JaeJoong estaba sentado en uno de los bancos de la isleta de la cocina, sus codos se mantenían apoyados sobre la superficie de mármol blanca, y en su mano derecha descansaba una taza de café, la misma a la cuál daba cortos tragos, no había nada como disfrutar del cálido y amargo sabor a café recién preparado en una mañana de otoño en la que el viento comenzaba a mover las hojas de color marrón.

El chico de mechas rubias se puso de pie, tomando uno de los post-it amarillos y comenzó a escribir una nota para su novio, pues a causa de que tenía que irse tan temprano ni siquiera tuvo tiempo de ver a su novio, a penas y le pudo dejar el desayuno listo, algo fresco para que no se enfriará rápido.
JaeJoong iría una hora antes a su trabajo, no habia terminado los oficios del día anterior y si se iba temprano tendría una hora antes de que su jefe llegará y así pudiera tener todo listo sin levantar tantas sospechas.
Una vez que terminó de escribir la nota el chico se puso de pie en camino a la habitación que compartía su novio. Un lugar bastante amplio y decorado personalmente por JaeJoong, él había tomado varias ideas de Internet y había logrado conseguir aquel estilo minimalista que iba de acuerdo a ellos. Una cama amplia cubierta por sábanas blancas y una colcha de color café chocolate que parecía ir en conjunto con la alfombra que adornaba bajo la cama y la misma que hacía resaltar el color blanco y grisáceo de toda la habitación , pero fuera de ello lo que más le gustaba a JaeJoong era aquella persona que descansaba pacíficamente entre las sábanas de la cama, sus ojos estaban cerrados y sus labios un poco entreabiertos; un gesto de costumbre cada que se dormía, pero aún así ante sus ojos era perfecto.

Te amo, Yunho—. Exclamó de manera dulce tras haber dejado un beso sobre la frente de su pareja, cuidando de no despertarle pues a Yunho aún le quedaban un par de minutos antes de que la alarma sonará. JaeJoong dejó la nota que había escrito y salió por la puerta no sin antes haberse despedido nuevamente de su novio, debía apresurarse o su plan por llegar temprano no resultaría del todo bien.

10:30 A.M

Eran pasadas de las diez y el clima se mantenía perfecto, no hacía tanto calor a pesar de ser verano, ni hacía tanto frío como en los días de invierno, se podía decir que incluso llovería, o al menos eso era lo que aseguraban los meteorólogos de las noticias. Yunho decidió enviar un mensaje a su novio, en la mañana no había tenido tiempo de verle y si estaba seguro ya habría salido de la reunión y estaría un poco más libre.

«Jae, te extraño mucho. El desayuno sabía muy bien, gracias por dejarlo listo para mi, por cierto, ¿cómo fue la reunión?
Te amo.»

Como era de costumbre siempre al final YunHo colocaba aquellas dos palabras que significaban tanto y a la vez tan poco para poder expresar el cuanto amaba a su novio, a su JaeJoong.

Mientras YunHo esperaba la respuesta de JaeJoong decidió que lo mejor sería revisar las cifras del mes pues tenía planeado salir antes del trabajo e ir a casa para preparar la sorpresa que por muchas semanas estuvo planeado. Le pediría matrimonio a JaeJoong, llevaban dos años saliendo y sabía muy bien que era el hombre de su vida, la persona con la que estaba dispuesto a pasar el resto de sus días.
Lo tenía todo listo, a las 6 de la tarde llegaría el cocinero que había contratado, pues Yunho podía ser bueno en muchas cosas, pero cuando pisaba una cocina lo mejor era tener cerca un extintor.

In heavenWhere stories live. Discover now