ABC... Historias Percabeth ♡

M - Malentendido (2)

Percy p.o.v

- ¿Qué quieras que te diga? ¿Qué ya no quiero ser tu esposo? - Dije alzando un poco la voz.

En este punto de la pelea, sentía un nudo en la garganta; ella ya no decía nada.

- Voy a la casa de Jason - Dije

- Claro, vete, sólo que yo ya no estaré aquí - Dijo Annabeth

La miré, no quería pelear más, yo la amo y no quiero arruinar las cosas, sólo necesito que se calme, por eso iré con Jason y Piper.

- Cuídate, yo ya no quiero pelear - Dije caminando hacia la puerta.

Cómo ya no dijo nada, me fui.

Después de unos minutos, llegué con Piper y Jason, estaba destrozado, tal vez no debí irme, pero se que cuando las personas están molestas dicen cosas sin pensar y no quiero que eso me pase con Annabeth.

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- Percy, concentrate, dime otra vez todo lo que pasó - Me dijo Piper por tercera vez consecutiva después de explicarle mi pelea con Annabeth.

- Piper, déjalo respirar - Dijo Jason

- Lo sé, es sólo que me preocupa Annabeth en estos momentos, tal vez este destrozada, le llamaré - Dijo Piper y se fue a una habitación.

- Hermano, relájate, cuando vuelvas a tu casa todo se solucionará - Me dijo Jason poniendo una mano en mi hombro.

Después de unos minutos, Piper volvió.

- ¿Cómo está? - Pregunté parándome de golpe.

- Percy... Ella... No me contesta, marqué a tu casa y tampoco - Dijo preocupada.

Me quedé helado, pensando lo peor.

- Tengo que irme - Dije.

*******

Al llegar a mi casa, abrí la puerta y corrí a las habitaciones, cocina, sala e incluso en los baños, gritando su nombre.

- ¡Annabeth! - Grité, se quebró mi voz y estaba al borde de lágrimas - ¿Annabeth? -

Me senté en la sala sin saber que hacer, me siento perdido... ¿Se fue?

La llamé, perdí la cuenta de las veces que su celular me mandó al buzón.

Volví a nuestra habitación, y había una nota en la mesita de noche.

Percy:
Sólo quiero que seas feliz, yo no quiero ser un obstáculo para ti... Se que te doy problemas y que cuestiono todo. Tú mereces tener una vida maravillosa, te amo.

~ Annabeth

Y en ese momento, sentí que el mundo se derrumbó a mis pies.

Tengo que admitir que lloré, yo necesitaba a Annabeth a mi lado y ahora ella se fue y no se a dónde.

Sentí que pasaron horas desde que leí la nota, la leía una y otra vez sin poder creerlo, sin saber que hacer ni a dónde ir.

En situaciones de pánico, Annabeth me da apoyo, pero ahora no está; Me quedé pensando en todo lo que pasó esta noche, en que todo se complicó, hasta que sentí mis ojos pesados y me quedé dormido.

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Está mañana desperté creyendo que todo había sido una terrible pesadilla, pero la realidad me golpeó, todo lo que pasó ayer, fue verdad.