Casi Angeles IV Resiste

C.24 De Tal Palo Tal Astilla

Hola chicos. ¡He subido el primer capítulo de mi segunda novela Laliter! La novela se llama El Ángel y El Demonio, espero que les guste y que también me apoyen en este segundo proyecto.

Eudamon

-Espera, Camila para!- grito Bruno escondiéndose detrás de la puerta para cubrirse de todas los libros que su queridísima novia le estaba tirando. –¡Regia! ¡Ese libro si me pego!-

-¡Te lo mereces idiota!- gruño la chica tirándole otro libro. –¿En que estabas pensando? ¡Ah es verdad no estabas pensando! ¡Flor de idiota! ¡Destruir al Mandalay? ¿Y que es eso de tratar de matar a Simón? ¡Bruno, no te escondas!-

-¿Cómo no me voy a esconder cuando vos me quieres matar?- pregunto Bruno con una sonrisa enorme, si estaba adolorido y lleno de moretones, pero nunca había sido más feliz que ahora. Su novia estaba viva y enojada con él. Todo estaba perfecto. –Eres hermosa nena, te amo-

-Ah no me vengas con eso, no creas que voy a caer, eres lindo pero no soy Mar y no eres Thiago- lo regaño Camila.

-Ya me acorde, están con nosotros en la edad cuando vos me manipulabas perno- interrumpió Mar adulta mientras que le pegaba con el codo a un Thiago adulto.

-Ah bueno, nunca lo vas a dejar ir- se rio Thiago adulto pero después dirigió su atención a Camilo y se puso serio. –Camila, hazme el favor de meterte en la cama porque todavía no estas completamente sana. Te vas a lastimar tu herida-

-Aw, pero papá ya me curo Nico y ya me canse de estar en la cama- se quejó Camila haciéndole un puchero al Thiago adulto. A comparación del Profe, el Thiago adulto era guapísimo. Si tenía arrugas pero lo hacían aún más guapo. Estaba más alto, sus hombros más anchos y su cara tenia vello facial. Todas las chicas del Mandalay babeaban por él.

-Si quieres regresar a la Guarida donde están Lalo Y Leo en la noche tienes que descansar. Si Paz regresa y ve que no estas descansando no te va a dejar ir- dijo Mar adulta tomando el brazo de Camila y regresándola en la cama.

Marianella Tallarico Rinaldi de Bedoya Agüero, la razón por la cual los sueños de las estudiantes del Mandalay nunca se cumplirán. Los corazones de docenas de estudiantes estuvieran en un pedazo si no fuera por la belleza de Mar. El pelo de la Mar adulta era largo, castaño y ondulado. Y sus ojos seguían igual de grandes y brillosos aun con las pequeñas arrugas alrededor de sus ojos.

Para Camila era graciosos que ambos Mar adulta y Thiago adulta eran celosos cuando era obvio que nunca se quitaban los ojos de encima. Por eso tenían tantos hijos.

-Y tienes que regresar esta noche, porque Tefi te está preparando una fiesta- le informó Bruno. –Me ha estado jodiendo todo el día para que le triga decoraciones. En serio, desde que se enteró que soy su sobrino está abusando de mis habilidades.-

-Por favor Bruno, te encanta presumir tus habilidades- resoplo Camila acomodándose en la cama mientras que Mar adulta la cubra con una manta. –Gracias mamá-

Así los llamaba Camila a Mar y a Thiago adultos. A Thiago le decía papá mientras que a Mar le decía mamá. Era un chiste, y les decía así por dos razones, la primera razón era porque la pareja adopto a sus hermanitos y la segunda razón era porque prácticamente eran sus suegros.

-Bueno, ya que estas más calmada, vamos hablar de la estupidez que hiciste ayer- dijo Bruno hincándose alado de la cama.

-Ya hable de esto con mamá, papá, Terremoto, Julia, Dora, Nico, Cielo, Paz, Camilo, Malvina, Leo, y Lalo, me das el mismo sermón y te juro que me disparo yo sola- gruño Camila.