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Capítulo 6: Desesperación

Resumen del capítulo:

Una continuación de la intensa situación anterior: después de ser rechazado por segunda vez, Yuuichirou Hyakuya finalmente va en busca de ayuda. Y, por supuesto, Mika no sabe eso.

Ah, y también esta Guren, tratando de ser un padre responsable por primera vez.

Desesperación

Mierda. —Mika respiro pesadamente antes de que golpear su boca con su mano. Sin embargo, Yuu se las arregló para escuchar su maldición, aun así, por lo cual, el moreno sonrió.

Sí, esto está funcionando.

Mmm, Mika... —Yuu gime más fuerte, separando sus labios ligeramente y dejándolos así. Sólo para añadir más diversión al sufrimiento de Mika, pasando la lengua por su labio inferior, mordisqueándola mientras gime. —Mika... ¡Mika...! ¡Ah! ¡Ah, creo que voy- "

Voy a morir, Yuu grita en su interior, porque santa mierda, ¡esto es jodidamente vergonzoso! No hay manera, absolutamente ninguna maldita manera, en la que Yuu llegara a pensar que estaría masturbándose enfrente de su novio. Ser audaz y valiente para tratar de ser el activo es una cosa, pero tratar de seducir a su amante envolviendo sus dedos alrededor de su pene va más allá de lo creíble.

En el fondo, Yuu sólo quiere meterse dentro de un agujero, enterrarse en la suciedad y quedarse ahí por toda la eternidad. Si su madre lo viera hacer esto, ella habría hecho exactamente lo mismo que él, es decir enterrarse a sí misma viva (no masturbarse, ¡Dios no!). Gracias a Dios Yuu nunca conoció a su madre. Y si estamos habláramos de su padre, Ichinose Guren, entonces Yuu puede asegurar que, uno, Guren probablemente hizo lo mismo un par de veces tratando de seducir Shinya; y dos, Guren no se enterraría de la vergüenza, por el contrario, el apuñalaría a Yuu con un tenedor en la cara y le gritaría "Si vas a masturbarse delante de tu novio, ¡hazlo con orgullo, y no a medias idiota!"

Es por eso que Yuu, con orgullo, intenta hacer todo lo posible para lucir como una zorra, a gemir sin motivo, y lucir tan desesperado como la puta barata de la ciudad. ¿A quién le importa si él quiere morir por dentro? Mika ya se ve como si estuviera a punto de tener una hemorragia nasal importante. Eso es bueno, ¿verdad?

—Y-Yuu-chan...

Yuu escucha su nombre salir de los labios delgados de Mika, provocando que arrastre su mirada a su novio quien está apunto de desmoronarse.

Pobre, pobre Mikaela Hyakuya.

El chico de ojos azules no ha tocado a su novio en semanas y todo porque alguien tenía que herir su orgullo diciendo, ¡Yo podría vivir perfectamente bien sin la mínima necesidad de tocarte, incluso por años! Mika estaba enojado en ese momento. ¡Por supuesto que lo estaba! Yuu actuaba como si Mika fuera el único que suspiraba por el otro en su relación, cuando estaba claro que Yuu lo deseaba tanto como él. Mika no podía aceptar ese insulto.

Pero ahora que ese alguien saco su miembro de sus pantalones y lo está acariciando descaradamente para Mika -¡¿cómo se suponía que iba a reaccionar a eso?! 

—Jode-mmph!—​​Mika estuvo a punto de maldecir en voz alta, pero de nuevo se golpeó la boca con su mano porque no, no permitirá que Yuu-chan lo controle de esta manera. Se supone que debe ser genial, siempre el más inteligente, el más maduro. Pero él no puede evitar mirar fija y desvergonzadamente al chico masturbándose delante de él. Mika da un paso atrás, presionando su espalda contra la puerta mientras traga saliva con nerviosismo. Sus mejillas están sonrojadas, un color hermoso que hace contraste con su pálida piel y cabello rubio.