Título: ¿EL GATO TE COMIÓ LA LENGUA?
Advertencias: insinuaciones sexuales
Tu no eras un miembro oficial de los Vengadores, de hecho, solo quienes realmente importaban sabían de tu trabajo con ellos. No era por motivos de seguridad, sino porque no te gustaba recibir la atención que ellos reciben y no ayudaría en tus misiones secretas. Ya habías llamado la atención sin hacer nada, no necesitabas más ayuda con eso. Suspiraste aliviada dando el último paso dentro de la torre de los vengadores, después de tres meses en una misión, estabas agotada pero todavía tenías que dar órdenes a los nuevos reclutas, a veces simplemente odiabas a Hill y Fury. Enderezaste tu espalda y caminaste en silencio por el pasillo hasta la habitación donde el pequeño equipo te estaría esperando, por lo que cuando abriste la puerta todos los reclutas se levantaron y te saludaron. Mordiste tu labio inferior para contener una risa porque el respeto siempre es algo necesario para cualquier cosa en esta vida. Los miraste seria uno por uno antes de tomar una respiración profunda y decir que podían relajarse.
"Y eso es lo que necesito que hagas, recopilar información acerca de estos nombres y traérmela tan pronto como sea posible. Despedido." Dijiste seria, demasiado cansada para recordar que necesitabas ser buena y divertida también, y probablemente asustaste a tus reclutas al salir rápidamente de la habitación.
"Aquí estás en persona y te ves tan maravillosa en este modo mandón". Escuchaste la voz de Bucky detrás de ti en la puerta, haciéndote girar sobre tus talones para mirarlo con una sonrisa cansada.
"Eres ridículo, Barnes." Reíste entre dientes, caminando hacia el antes de darle un ligero golpe en el hombro y después caminaron en dirección a sus cuartos.
"¿Qué haces el domingo?" Pregunto Bucky manteniendo una expresión seria, como si estuvieran discutiendo detalles de una misión, este hombre era realmente imposible y a pesar de todo lo adoraba.
"¿Qué?" Reíste y sacudiste la cabeza con incredulidad.
"¿Cómo es tu domingo por la mañana?" Dejó de caminar y luego te diste cuenta de que habían llegado a la puerta de tu habitación, te detuviste frente al súper soldado, estirando tu mano derecha hacia el lector biométrico para abrir la puerta.
"Hm, no creo estás listo para saber." sonreíste con la boca cerrada mientras Bucky bajaba la mirada hacia ti tomando ventaja de tu pequeña estatura, pero con un movimiento rápido entraste y cerraste la puerta, dejándolo solo en el pasillo.
No era un secreto para nadie, que, Bucky coqueteaba contigo siempre no importaba el tiempo ni el lugar, si surgía algo en su mente el usaría sus encantos sobre ti. O por lo menos lo intentaría. No eras una niña pequeña, por lo que podías controlar tus hormonas alrededor del súper soldado. Incluso si sólo su presencia tenía un efecto en ti, no mostrarías ese hecho tan fácil. Esa ha sido tu promesa durante casi siete meses, pensando que iba a renunciar o encontrar algunos asuntos para calentar su cama. Bueno, te equivocaste y Natasha y Clint se han asegurado de que eso quede claro.
Era de mañana y tú estabas en la piscina olímpica de entrenamiento, mientras que el par de ex's espías se me quedaron viendo, estuviste nadando durante tres horas, tratando de evitar a toda costa otra conversación con ellos. Pero cuando finalmente habías decidido parar y descansar notaste que ahora ellos se estaban riendo y cuando Bucky entro quedaron pasmados. Oh, sí, el nuevo traje de baño que habías comprado durante tu ultima misión.
"B-Buenos días James!" tartamudeaste, sonriendo ligeramente a medida que alisabas tu cabello con los dedos y haciendo a Bucky carraspear, levantaste una ceja cuando no obtuviste una respuesta, echaste un vistazo hacia Natasha y Clint. "¿Están bien?"
"Yo sólo iba decir que todavía hay esperanza para nosotros." Dijo Bucky serio, pero enseguida sonrió.
"¿Dios, en realidad está pegando con esto?" Clint gruñó suavemente, pero lo oíste y reíste, confirmando tus sospechas de que Bucky estaba siendo totalmente animado por tus amigos.
"¿Tendremos el entrenamiento mañana?" dijiste inocentemente, mordiéndote el labio inferior y colocando una de tus manos sobre su pecho. Bucky frunció el ceño y te miro confundido durante unos segundos antes de que sus ojos brillaran comprendiendo.
"Por supuesto que no. Es domingo. ¿Qué vas a hacer el domingo?" dijo agarrando fuertemente tus caderas, sin saber si debería estar haciendo eso, pero al mismo tiempo sin poder apartar la mirada de tu traje de baño, pero siempre volviendo hacer frente a tus ojos. "¿Puedo llevarte a tener un buen desayuno el domingo por la mañana?"
"Sólo si me ayudas a dormir esta noche." Envolviste los hombros de Bucky con tus brazos, haciéndole inclinarse ligeramente debido a su diferencia de estatura y le sonreíste con malicia. Lo sentiste tenso por un momento, como si su cerebro estuviera procesando tus palabras lentamente. Levantaste una ceja, deslizando una mano hasta su cabello tirando un poco de el antes de hablar en un tono ligeramente burlón. "¿El gato te comió la lengua? Oh James, eres tan lindo"
Entonces lo viste de cerca. El soldado de invierno, El Super Soldado, el famoso Bucky Barnes estaba sonrojado profundamente y sonreía con timidez, pero término de la misma manera repentina en que sucedió. Pronto los labios de Bucky estaban pegados a los tuyos en un beso lleno de pasión y necesidad, apretándote más contra sí mismo, pero luego un par de manos los separo a los dos y rodaste los ojos cuando notaste a Clint sonriendo.
"Ustedes dos consíganse una habitación."
"Oh, esa es mi intención, Clint." Dijiste al arquero, volviéndote a Bucky y colocándote de puntillas para besar sus labios mientas tomabas la tarjeta de su habitación. El era una mezcla de encendido y sorprendido, como si nunca se hubiera imaginado que un día finalmente corresponderías a sus coqueteos. Sacudiste la tarjeta entre tus dedos hacia él y sonreíste maliciosamente, echando un vistazo a sus pantalones. "Está bien, me puedes dar esto a mí."