Capitulo uno

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Podía sentir la música vibrar dentro de su piel, se sentía como una escena en cámara lenta. El LSD estaba haciendo efecto. Fantástico. Delicioso. Todos sus sentidos despiertos, en espera del colapso. Una muerte lenta, exquisita. Sofía quería bailar, volar, renacer entre la multitud. Una muchacha de 17 años en medio de un night-club lleno de pubertos drogados y maduros en busca de su próxima presa. Ella estaba ahí suspendida en el tiempo, casi flotando cuando lo vio pasar. -Un ángel- pensó. Castaño, despeinado, ojos oscuros, casi como la noche, una sonrisa que mataba y la altura perfecta para bailar. Esa sonrisa tenía algo que despertó el interior de Sofía y la alborotó aún más que el alucinógeno que había ingerido. Se veía demasiado mayor para asistir a la escuela. 21 años, bien vividos, llenos de travesuras, oh y que travesuras. Sofía lo quería, y lo iba a tener. Se fue acercando, despacio con un baile lento y sensual hasta que choco con su espalda. Si no fuera porque iba drogada se hubiera puesto tan nerviosa con solo verlo que ni habría dudado en irse a casa para evitar sonrojarse con la mirada que le dio. Estaba que ardía, se miraron, quietos por 1 minuto. Su piel brotaba fuego, deseo desencadenado y lo único que se le ocurrió para decir fue: -¿Bailas o qué?- y sonrió con tal picardía que ni ella se lo estaba creyendo. Jamás se habían visto en toda su vida pero bailaban como si se conocieran de 3 vidas atrás. Se rosaban, se tocaban, y sus nombres no sabían. Se sentía bien, sus cuerpos encajaban a la perfección.

-¿Me dirás tu nombre, pequeña?- dijo él. –Sofía, ¿y el tuyo, primor?- Definitivamente no sonaba como alguien de 17, extrañamente Sofía se sentía mayor a su lado, mayor y eterna. -Devon- Que nombre tan perfecto, como su rostro. Él quería más. La tomo de la cintura y mientras bailaban la dirigió a la parte de atrás. Ni siquiera beso sus labios, fue directo a su cuello. Al son de la música sus caricias eran fuego. Recorrió su cuerpo que solo vestía 2 prendas delgadas, bajo su mano hasta sus piernas y sintió sus medias de encaje. Sí que lo prendió. Fue ahí, en aquel momento en el que Sofía sintió la real excitación de Devon, cuando una pisca de cordura la hizo reaccionar y recordó algo que le impedía dar el siguiente pasó: su virginidad. No quiso avergonzarse, y decidió parar aquel encuentro de una manera sutil para no verse como una mojigata. Tomo su mano y la aparto lentamente, se enderezo, lo que causo que Devon también lo hiciera, se acomodó la falda, el cabello y dijo -Nada es tan fácil en esta vida, cariño- decidida a irse, se encamino a su lugar, tratando de lucir lo menos drogada posible. Tenía el deseo en sus labios y volteo para encontrarse con un Devon impresionado y un tanto pícaro. Torno su mirada nuevamente deseando que la siguiera, Sofía no quería que la historia terminara así, y vaya que no lo haría. Devon camino lentamente hacia ella, veía como se movía su delicada cintura y poso una mano sobre ella de una manera un poco brusca. Sofía se exalto y lo escucho susurrar -Serás mía- Mientras se iba rápidamente, ella se quedó ahí, parada mientras mordía su labio. No tenía ni idea que era el comienzo de su fin.

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Intenso. Parte 1 de muchas más.

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⏰ Última actualización: Jul 15, 2016 ⏰

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