5. Aviones de papel

26 3 1
                                    

Buenos días mundo.
Seis de la mañana, esto no puede ser sano, expertos recomiendan dormir unas diez horas, y yo no llego a diez horas ni de flais.

¡DING!

¿Qué clase de persona envía mensajes a las seis de la mañana? Cojo el móvil y miro la pantalla. Aparece un mensaje de Mateo que dice: ¿Vienes conmigo a clase? Le respondo enseguida con un: Claro y una carita sonriente. Ahora que lo pienso, ¿cómo ha conseguido mi número?

Una vez lista, cojo las llaves y salgo de casa. Mateo no está. Estoy dudando entre esperarle o ir yendo a clase cuando un pequeño avión de papel aterriza sobre mis zapatos.
El avión tenía algo escrito, así que lo desdoblé y lo leí: Cinco minutos (seguido de un guiño). Miré hacia arriba y vi a Mateo sonriendo en la ventana. Le devolví la sonrisa y me senté en los escalones de mi casa.

Mientras caminábamos, me acordé de que habían propuesto por el grupo del pueblo, quedar mañana para tomar una helado.
-¿Quieres venir mañana a tomar un helado con los del pueblo? - La pregunta salió espontáneamente de mi boca.
-Me encantaría, pero no creo que a tus amigos les apetezca meter a un desconocido en su grupo. - Me dijo
-Ese desconocido es mi amigo, y creo que también es amigo de Charlie, Javi, Nacho, Gonzalo, Toni, Marcos, Carlos y David. Y dudo mucho que las chicas se opongan.
-Esta bien, preguntaré a Charlie si puedo ir. Pero gracias por invitarme. - Dijo sonriendo.

Las clases pasaron con normalidad, largas y aburridas.

Cuando llegó la hora de ir a casa, Charlie se me acercó.
-Estaba pensando en meter a Mateo en el grupo del pueblo, he preguntado a los demás y están de acuerdo, nos cae muy bien a todos ¿qué opinas?
-Me parece bien... pero creo que debería pasar... el rito de iniciación. - Dije con una sonrisa picarona.
-Me parece bien. - Dijo sonriendo con malicia, y los dos nos empezamos a reír como si fuésemos los villanos de una película de animación.
-¿Quedamos esta tarde para prepararlo?-Dijo
-Claro, quedamos en la plaza a las cinco.
-Hecho.

Cuando llegué a casa, puse la mesa y me preparé unos macarrones con tomate A esa hora mi madre estaba trabajando, y mi padre tenía una reunión, así que me tocaba comer sola. Encendí la tele de la cocina y me puse a ver una serie.
Acabé de comer y me fui a hacer los deberes, era el tercer día de clase y todavía no había muchos, pero si quería preparar el rito de iniciación con Charlie, tenía que acabarlos para tener la tarde libre.

¡DING!

Cogí el móvil y entré en el grupo, Charlie había añadido a Mateo.
Entré en el grupo de la fiesta, y me di cuenta de que Mateo estaba en el grupo. Por eso tenía mi número.

Miré la hora, ¡las cinco menos cuarto! Había quedado con Charlie a las cinco, menos mal que vivo a tres minutos y medio de la plaza.

Cogí mi móvil, las llaves y el dinero, y me dirigí a la plaza para reunirme con Charlie.
Esto va a ser divertido.

Silenciosa LocuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora