Desierto rojo
Ya ha pasado una semana desde que partí del bosque de Arden hacia el Desierto Rojo. Aun me siento molesto por cómo me han tratado los guardias de mi tío Rikon. Es un gran insulto al considerarme una carga. Soy el Príncipe Eathan, segundo al trono de Altrimar. Tener que viajar por días enteros, para una misión que no soy lo suficiente poderoso para saber todos los detalles. Cuando termine la absurda travesía, mandare a matar a todos los guardias que me ofendieron.
Cabalgando en mi caballo Furia, en donde se supone que el viaje que tendría debería ser mejor. Pero no es así. Veo como los guardias de mi tío atraviesan estas tierras sin dificultad con sus camellos. Nunca me atrevería a subirme a un camello. Esos animales nunca me han caído bien. Pero mi caballo está pagando por ello, pero tampoco lo iba a dejar a manos de campesinos o vendedores. A pesar de que son la mejor opción para los viajes en el desierto, para las subidas y bajadas, sobre todo el calor infernal del Desierto Rojo.
El Desierto Rojo. Un lugar abandonado por la vida. Abandonado por la gente. Lleno de leyendas, cuentos viejos de civilizaciones, que fueron mágicas y místicas. Crecí con toda esa basura. De que era Rojo como el Sol. Rojo por la pasión de los caídos. Rojo por los genios. Rojo por la sangre. Pero todo es mentira. Solo es un Desierto insignificante y sin vida. Lo único que logro ver es un lugar sin salida, en el cual el aire es difícil de respirar. No tengo más sudor que me ayude a aguantar este viaje. Aquí no hay nada. No entiendo porque mi tío me pidió que viniera hasta aquí.
− Eathan...tienes que escucharme bien...- la sangre brotaba por la boca de mi tío. El consejero del Rey.
− Tío Rikon, calla. Te pondrás bien. Nuestros hombres ya vienen – los guerreros del norte atacaron sin piedad y de forma deshonrosa. El pacto de paz ya no existirá más.
− Eathan, tu escu..cha – limpio su frente que está rebosando de sudor – tienes...que llevar este collar al...Desi..rto R..
− Tío, aguanta. ¡General! ¡Ayuda! – grito a todo pulmón para mis hombre vengan ayudar
− Eathan, bast..a – me implora mi tío
− Per...
− Eathan no desperdicies...más el tiempo...lleva esto..al Desierto..R...oj- otro brote de sangre mancha la armadura dorada y negra
− ¿Qué tío? –
Me sujeta fuerte la mano y siento como coloca algo frío al tacto, pero no perderé el tiempo de ver que es. No cuando el único que cuido de mí se muere.
- Desiert...oo-
- El Desierto Rojo. Es ahí donde tengo que llevar esto – en su mirada solo encuentro la decisión y la aceptación de la muerte. Pero yo no. - ¿Para qué? ¿Tío?
- Mis...guardias...te diran..lo necesari – siento como su cuerpo pierdo calor y queda cada vez más flojo – por...favor
- Tío, quédate conmigo – fijo mi mirada en su rostro pálido por la pérdida de sangre y como sus ojos azules pierden luz - no me dejes tío.
- Lo si...ento. Entrégaselo a...Sammael y.... – su voz se va pagando cada vez más. Hasta sonar en forma de un susurro.
- ¿Y qué? –
- Protege a V..... – me dice con su ultimo aire
- ¿V? ¿Tío? ¡¿Tío? – sacudo el cuerpo sin vida de mi protector, de mi familia, pero es inútil, ya no está más conmigo.
ESTÁS LEYENDO
GENIUS: The search of the lamp
FantasyEl secreto mejor guardado será revelado. La mágica regresará. El odio y la pasión serán inevitables. Un Imperio y un antiguo Reino se enfrentarán en una lucha sin fin. Viejos amores revivirán, así como el dolor y la venganza. Genios y humanos luchar...