365 Días más.

Misión Crucial parte 2

~Disculpad la demora~
la verdad es que esta historia me gusta mucho, pero me he concentrado demasiado en mis dibujos, gracias a las pocas personas que me siguen, pero están presentes, aprecio mucho que lo hagan :3 ojala les guste la siguiente parte

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De alguna manera me siento libre, tanto tiempo atrapado en esa madriguera de sótano, rodeado de personas todo el tiempo, hubo días donde no podíamos ni salir del sótano, y ahora finalmente me siento útil, no como el niño-adulto al que nadie le tiene confianza, ahora no soy una carga.  A lo lejos veo como Elizabeth me hace una seña con la mano para llamar mi atención, ella esta parada unas casas más adelante que yo, mientras yo sigo avanzando hacia ella saltando las pequeñas separaciones de las casas puedo darme cuenta del problema del que trata de advertirme y al llegar con ella puedo ver que esa casa se había quedado en construcción y medio techo esta caído -Hay que cruzar por el lado donde hay techo- afirme y al dar un paso para cruzar la casa sentí como me jalo bruscamente del brazo asustándome - ¡¿Que?!, ¿¡Que te sucede?!- cruzo mi mirada con la de ella, solo puedo verle los ojos y un poco de piel, lo demás es tela -¿Te da miedo?- pregunte absorto en sus ojos azules, ¿realmente la chica amargada y fría de hace rato tenía miedo a pasar por ese lugar peligroso?

-¿Eres imbécil?- descubrió sus labios para hablarme fuerte -Esta casa esta en construcción, cuando construyes una casa no dejas una parte del techo de esta manera- observe mejor el techo y me di cuenta se veía más viejo y maltratado que los demás en esa zona -Esta casa tiene madera podrida, si cruzas por ese techo te caerás con lo que queda de el- presiono su indice contra mi pecho con fuerza, para medir mucho menos que yo era bastante intimidante -Ten cuidado- concluyó quitando su dedo de mi pecho y soltando mi brazo 

-¿Que haremos?- pregunté 

-Bajaremos y subiremos a la otra casa escalando las ventanas- acto seguido entro a la casa sin techo -¿vas a quedarte ahí?-me vio de reojo, y sin contestar la seguí por la casa, la casa se veía oscura y tétrica a diferencia de la otras no tenía muebles ni rastros de haber sido saqueada, esta casa fue abandonada antes de que siquiera pudiésemos pensar que los "zombies" podían ser más que cuentos de terror -Ten cuidado con el suelo y las paredes, todo puede estar podrido aquí- me dijo sacándome de mis pensamientos, esta bien, debo de concentrarme, caminamos por la parte de arriba hasta llegar a la escalera era una escalera angosta e inclinada -pasare yo primero- me dijo pero esta vez yo la tome del brazo
-Yo iré primero- 

-No seas estúpido- me dijo tratando de quitarme -¿Que no ves que... - la interrumpí al instante

-Tu no seas tonta- la aparte con el brazo y camine por la escalera, el primer escalón rechino un poco, al pisar el segundo sentí como mi pierna era atrapada por la gravedad, no había segundo escalón, en no había ni tercer escalón, solo había vació hasta llegar al la planta baja, mi corazón se acelero y mis sentidos se desconcertaron y solo sentí como mi cuerpo caía como una masa sin vida en el suelo, un golpe seco nada más, todo se volvió borroso y tambaleante, no logro enfocar la vista ni entender bien que pasa a mi alrededor.

-¡Imbécil!- la escuche pero no podía ver donde solo veía luces y sombras sin  movimiento -¡imbécil!-esta vez pude sentir su mano en mi rostro y poco a poco mis ojos comenzaron a recobrar el sentido y a enfocar la realidad en mi cerebro, pude ver poco a poco su cara descubierta a media luz -¡Imbécil!, ¿¡Me escuchas?- asentí estúpidamente con la cabeza

-Estoy bien, creo que no me hice nada- dije incorporándome con el cuerpo cortado y entumecido por el golpe

-más te vale, debiste de haber escuchado- su voz cambio de tener un tono de preocupación a ser fría y severa como siempre

-lo siento- camine detrás de ella hacía una de las ventanas que sería nuestra salida, espere una respuesta pero no hubo más, solo seguimos el plan salimos de la casa y subimos por la otra, esta vez no fue tan difícil. la fachada de la casa era de concreto y tenía forma de escalones fue fácil subir por ahí, el resto del camino fue como al principio íbamos con cuidado pero con prisa, llegamos a lo que sería una iglesia, obviamente era más alta que las otras casas y tenía una forma irregular, miré a mi callada compañera inspeccionando la estructura con la mirada

-Tengo una idea- Descubrió su cara y me miro- La iglesia esta cerrada, hay que abrirla, subir a la torre y tocar la campana, ellos vendrán hacia acá, podemos encerrarlos y quemarlos
-¿Quemarlos?-

-Sí, así los de adentro morirían y podríamos atraer a más, esas cosas se sienten atraídas por el ruido, el calor y la luz- 

-Es bastante inteligente-

-Pero también es peligroso-

-Valdrá la pena-

-No- 

-¿no?, pero si..-

-No- Me interrumpe - no podemos venir haciendo esto, necesitamos más ayuda, entre tu y yo de seguro algo saldría mal y no regresaría alguno de los dos, si es que ninguno, podemos tocar la campana e ir con los demás, ahí podríamos explicarles el plan a los demás- 

-Esta bien, pero no creo que nos escuchen-dije aún recordando que las palabras de alguien "inferior" no son escuchadas en mi grupo 

-Eso no importa, primero hay que salir del peligro- se acerco una de las ventanas de la iglesia -Es una caída larga, mucho más que la tuya- dijo asomando la cabeza hacia adentro del edificio - necesito tu ayuda aquí - saco la cuerda y se hizo un arnés, para ella y para mí de la misma cuerda - no sabes hacer nudos así te será más fácil si llego a caer - se coloco el pasamontañas de nuevo- en un momento regreso, si pasa algo escóndete, se dio la vuelta y entro en la iglesia, pasaron varios minutos, eternos para mí, aunque era un hermoso día, con esas cosas todo se había vuelto mucho menos agradable, y así en la calma de la mañana el estrepitoso ruido de la campana despertó todo mi cuerpo, en realidad me hizo dar un salto del susto, era de esos momentos donde te alegras que nadie te haya visto porque hiciste algo realmente tonto, unos minutos después del ruidosos suceso Elizabeth bajo de la torre

-Tenemos que irnos- dije quitándome el arnés 

-Primero tenemos que dejar que ellos pasen- me dijo apuntando a un zombie -Recuerda la casa podrida, para pasar por ella tenemos que tener área despejada o no lo lograremos- concluyo envolviendo la cuerda y guardándola en su mochila 

-Esta bien- ella tenía razón si hubiera habido zombies cuando caí en esa casa nos hubiera rodeado y no lo hubiéramos logrado  

y los dos comenzamos a caminar, era diferente, ya no estábamos apresurados por llegar ni siquiera era medio día, íbamos con tiempo, tranquilos, notábamos la presencia de los caníbales conforme pasaba el tiempo, torpes y lentos caminaban en dirección contraria a nosotros, eramos silenciosos, si llamábamos su atención nos iría mal, finalmente tras paso tranquilo y silencioso llegamos a la casa podrida, nos sentamos en el techo de enseguida y esperamos a que los caminantes pasaran, eran realmente lentos, y aunque el sol quemaba en la piel y el aire apestaba a muerte putrefacta, me siento tranquilo sin problema alguno de que el sol me queme la piel. Me recuesto en el techo boca arriba sin temor al sol y me relajo, ella me mira fijamente, tal vez me regañe por ponerme de esta manera en una situación tan peligrosa, pero la verdad es que no importa he visto tantas veces a esas cosas que he perdido el sentimiento de miedo que les tenía, ahora solo me molestan y estar acostado de esta manera hace que de alguna manera deje de pensar en que están ahí, me pone nervioso que Elizabeth se me quede viendo tanto tiempo ¿y si es una psicópata?, llegara al grupo y dirá "oh el se resbalo del techo y murió, no pude hacer nada", pero, ¿para que matarme?

Ella se mueve y se quita la mochila y así termina con mi teatro mental, de paso se descubre la cara pero se deja el pasamontañas puesto sin descubrir su cabello y la veo abrazar sus piernas y recargarse, en todo este tiempo nunca la había visto relajarse, quizás porque vista de este angulo puedo verla como si fuera frágil no como una loca asesina encapuchada, se da cuenta que la estoy viendo y me frunce el entrecejo, vuelvo a voltear al cielo, el sol aún no esta en su punto medio así que puedo ver el azul de cielo sin nubes, solo el cielo azul, finalmente después de varios minutos los zombies pasaron y podíamos movernos sin peligro, esta vez no subimos a los techos como antes, solo corrimos por la calle vacía y gris hasta finalmente llegar a la cabaña