El Cabo Ackerman (Ereri)

CAPÍTULO 4

El cabo temblaba bajo las manos del otro, el deseo se leía en su mirada, la cual apartaba cuando el comandante se acercaba de nuevo. Lentamente, Erwin empujaba a Levi hacia la pared con besos y mordiscos, ahora el subordinado le pertenecía, era suyo, y Erwin se aprovecharía de ello. La espalda del más bajo tocaba la pared, estaba acorralado, el comandante agarró sus muñecas inmovilizándolas sobre su cabeza, Levi lo miraba con su usual expresión de desprecio, aunque esta vez, sus ojos tenían un brillo diferente, lujurioso. Las manos de Erwin soltaron sus muñecas para levantar la camiseta del cabo hasta terminar tirándola al suelo con una sonrisa pícara en su cara, examinando el musculoso torso del soldado más fuerte de la humanidad, quien apartaba la mirada –Deja de mirarme así- ordenó. –Mmm... ¿Y qué harás si no? ¿Ahogar tus gemidos?- Erwin rió irónico. –Tch...- el otro suspiró. Las manos del superior exploraban juguetonas el cuerpo del soldado, quien cerró los ojos para concentrarse en la sensación, un pellizco, y con él, un gemido del cabo, sus pupilas se dilataron -¿Q- Qué me acabas de hacer?- preguntó inocente, Erwin sonrió –Eres muy sensitivo, me gusta- volvió a pellizcarle el duro pezón, lo que hizo que Levi gimiera de nuevo suavemente, apartando su mirada de desprecio. –Vamos Ackerman, no seas tan frío, sabes que te gusta, déjame oírte- el comandante susurraba en la oreja del otro, mordisqueándola suavemente –C-cállate- Levi frunció el ceño, no le daría ese placer al mayor, lo cual, excitaba más a Erwin –E-eres un pervertido- seguía musitando enfadado. -¿Quieres que te enseñe lo que de verdad haría un pervertido?- el superior sonrió pícaro, con un rápido movimiento empujó a Levi al suelo, sujetando su cabeza contra el suelo, colocando su otra mano en su trasero, inmovilizándolo, las pupilas del menor se dilataron, no esperando eso. Trataba desesperadamente de liberarse, puesto que en esa postura era totalmente vulnerable, estaba indefenso –Esto es lo que haría un pervertido, Ackerman, yo pretendía hacértelo despacio, pero no me has dejado otra opción, esto te enseñará a no insultar a tus superiores-. Con la mano que agarraba su trasero, desabrochó sus pantalones lentamente, dejando al cabo completamente desnudo bajo su cuerpo, completamente encendido. –Joder Ackerman...- Erwin se mordió los labios azotando el trasero del subordinado, Levi gruñía con cada azote, sus manos buscaban desesperadamente algo que sujetar para aliviarse, sus pupilas se dilataron de nuevo al sentir la lengua del otro recorriendo su agujero, era una sensación nueva para él, que le hacía estremecerse y querer más. Erwin recorría su entrada con su lengua, humedeciéndola. Se escuchó un suave gemido proveniente del menor –N-nhh...Erwin p-para, s-se siente raro-. Los dedos de Levi arañaban la moqueta, Erwin introdujo su lengua en él, el cabo jadeaba suavemente –T-te he dicho que pares i-idiota- gemía cerrando los ojos. Una vez que el cabo estaba lo suficientemente lubricado, el superior metió un dedo dentro, sonriendo victorioso. Levi ahogó un gemido, su mirada se perdió en el infinito, millones de sensaciones invadiéndole mientras el otro movía el dedo dentro y fuera de él, lenta y tortuosamente.

Al otro lado de la puerta, el corazón de uno de lossoldados se partía en pedazos tras cada gemido del pequeño cabo, a quien amabacon toda su alma.