"MI DESASTRE FAVORITO" (Michael Jackson) Fanfic.

«Capítulo 20»

Ya habían pasado dos semanas del accidente.

Aún no sabía nada de Michael y eso me comía en vida.
Ya no aguante más esa desesperación y decidí llamar a Kathia. A los dos timbres pude oir su voz del otro lado de la línea.

-Hola Mey, ¿Pasa algo?. Respondió
-¡Pasa que no se nada de Michael y eso me tiene vuelta loca!. Dije un poco alto y solté un enorme suspiro Frustrada.
-Calma chica. Me dijo muy pacifica.
-¿¡Como quieres que me calme si ya son dos malditas semanas sin saber absolutamente nada de el!?.
-Que puedo hacer por tí nena?.
Me dijo muy suave.
-Yo... no lo se. Solo quiero saber algo de el, quiero saber si está bien

-No te preocupes, me contactaré con el, sabes que cuando me propongo buscar a alguien soy peor que la SIA y la Interpool juntas. Rió
-Confío en ti. Dije esperanzada.
-si baby, cuudate, adios.
-Vale adios. Colgué.

Bajé a la sala poco a poco, aún me costaba algo de esfuerzo caminar con estas molestas muletas, al menos ya me habian quitado el yeso del brazo, al parecer el doctor cree que tengo huesos de acero, se recuperaron muy rápido.

Me senté en sofá y mire a mamá.
-Hola cariño. Saludó mamá.
-Hola. Contesté sin ánimos.
-¿Todo bien?. Me miró.
«¡Como mierda voy a estar bien!?. Tuve un jodido accidente y no se nada de Michael, si mamá estoy perfectamente...pero perfectamente hecha mierda!». Pensé.
-Si mami. Puse mi vista en la nada. El timbre de mi telefono me desconcertó un poco.

«Kath<3»

Apareció en la pantalla de mi móvil. Mi corazón dió un vuelco.
-Hola. Contesté con un deje de esperanza en mi voz.
-Bebe, adivina que muñeca acaba de conseguir su número de móvil?
Al oír eso no pude reprimír una sonrisa.
-¡Genial!, eres geníal baby, le llamarás?. Pregunté ansiosa.
-Emmm, no. Dijo de golpe.
-Que?¿Por que?. Fruncí mi ceño a la nada.
-Tu lo haras tontita, creo que eso lo alegrara más que escucharme a mi. Dió una risilla.
-Vale pasame el número.
Me dictó su número telefonico y nos despedímos.

Sentía un cosquilleo en el estomago el solo hecho de pensar en que por fín escucharía la hermosa voz de mike.

No dude ni un segundo y marqué el número en mi móvil.

Cada timbre me desesperaba, 1, 2, 3, 4... cuando por fín escuché su voz.

-Hola?. Dijo dudoso.
Lagrimas escaparón de mis ojos.
-Mike. A penás y mi voz era audible.
-Quien habla?. Dijo con una voz desconfiada y dura.
-Soy yo Meyren.
Hubo un silencio que para mí fue eterno. Hasta que un fuerte sollozo se hizo presente y al fín respondió.
-¡Oh santo cielo Meyren!. Su voz sonaba quebradiza y suave.
¿Como estás?¿Donde estás?. Me decía desesperado y parecia que estaba llorando.
-Estoy muy bien. Y, en mi casa en donde más?. Dije muy emocionada pero un poco confusa por sus preguntas.
-Dios mio, niña de mis ojos como extrañaba escuchar tu hermosa voz. Dijo entrecortadamente.
-Yo tambien Mike, te extrañe demasiado, pero, ¿por que lloras mi amor?. Le pregunté.
-Ese maldíto se va a arrepentír. Dijo casí en un Grito.
-Quien?. De que hablas?.
-Espera Mey, voy a tu casa. Y colgó dejandome con la palabra en la boca.
Me quede desconcertada, a que se refería. Mike nunca había hecho eso.
Solté mi móvil y miré por la ventana esperando su llegada.

Al cabo de aproximadamente quince minutos escuché un auto estacionarse fuera.
Mi corazón comenzó a acelerarse
Me levanté rápido del sofa y abrí la puerta.
Los ojos de Mike se alzaron justo cuando el iba a tocar la puerta.
Se clavaron en mi y se inundaron de lagrimas. Un cosquilleo por todo mi cuerpo me hizo flaquear.

-¡Meyren!. Exclamó ahogandome en un abrazo.
-Mike. Susurre. No pude contenerme mas y me solté a llorar entre sus brazos.
-Oh linda como me has hecho falta. Decía sollozando y enredando sus dedos en mi cabello.
-y tú a mi, no tienes una idea de lo que te he hechado de menos.

Lo condúje dentro y cerre la puerta tras de mí. Mi madre se levanto y corrió a su encuentro atrapandolo en sus brazos, mike le correspondió.
Yo lo observaba detenidamente, el no traía ninguna venda ni yeso en su cuerpo, entonces como explica que me dijeran que estaba en terapia intensiva?. Mi madre se alejo secando sus lagrimas y nos dejo solos.
Me acerqué a el y sonreí.
-Y bien?. Por que me colgaste?. Dije arqueando una ceja y esbozando una sonrisa de lado.
Miró el sofa y no dudé en sentarme, imitó mi acción.

Soltó un largo y profundo suspiro

-Meyren, no tienes idea de lo que me hicieron pasar en el hospital. Decía mirandome fijamente.
Pude ver entonces que su cara se miraba demacrada, tenía unas feas ojeras reflejando falta de sueño y su cabello estaba enmarañado. Pero a pesar de ello se miraba guapisimo.

-cuentame. Lo animé.
Cubrió su rostro con ambas manos y al cabo de unos segúndos me miró.
-Cuando llegué ahí me tuvieron en observación, me hicieron muchos analisis y confirmaron que no presentaba mucho daño.solo eran superficiales pero nada grave lo que me molesto fue queno me dejaban salír ni mucho menos saber de tí, le pregunté a la enfermera Sussie que estaba a mi cuidado sobre Meyren Black y me miró con nostalgía diciendo que te encontrabas muy grave y que te tenían en terapia intensiva luchando por tu vida. No puedes imaginar el dolor que sentí al escuchar aquello. Después me hicieron saber que tus padres me habían venido a buscar, pero no los dejaron entrar a verme, le pregunté a la enfermera si habían dicho algo y me dijo que dijeron que me informará que te encontrabas muy grave y no habia esperanza algúna de que salieras bien librada.
Me limité a escucharlo, no podía asimilar cuan semejamte crueldad cometieron, nos mantuvieron separados a costa de mentíras mientras nos preocupabamos el uno por el otro. Asentí y lo incité a que prosiguiera.
-Entonces sentí que ya no tenía caso estar ahí, si no me permitían verte, me sentía vacio. Llegue a casa totalmente debastado, traté de llamar a tu padre pero su número estaba fuera de uso. Lo interrumpí. -¿Quien pudo haber hecho semejante idiotez?. Le pregunté desesperada.
-A eso voy. Dijo conteniendo las lagrimas.

Pasó toda una semana sin saber absolutamente nada de tí, ya no sabía que hacer. Una visita repentina me hizo confundirme, Scott.
Lo miré desconcertada, que carajo hacía Scott en casa de Michael, a demás como diablos supo donde vivia.
Me saludo muy amable y me dijo "Michael, disculpe que lo moleste, pero creame que si lo que tengo que decirle no fuese de suma importancia no me encontrara aqui. Y a que a venído. Le dije muy seco. A lo que el me respondió, me enteré de su accidente con Meyren, yo, yo tengo conocídos en el hospital, como la enfermera Sussie que me dijo que estaba a tu cuidado cuando pregunté por ustedes.
Y?. A que viene todo esto?. Le pregunté exasperado. Es que... lo que pasa es que, que... ¡Dime de una maldita vez! Le grité.
Es.. Meyren, ella, ella a fallecido. Fue entonces cuando palidecí, no pude creer semejante noticia y le grité. !Mientes! ¡Maldito Mentiroso!. Me dijo Michael calmate, por favor, yo se que es dificil de asimilar y que tampoco soy la persona indicada para decirlo yo, yo lo siento, en verdad lo siento. Parecía en verdad sincero Meyren y yo de estúpido le creí. No pude evitar llorar y el me abrazo, algo que no me esperaba, al cabo de unos minutos se marchó dejandome una acta de defunción a tu nombre con firma del hospital.
Lo miraba llorando, si antes odiaba a Scott, ahora lo aborrecía. Lo aborrecía con toda mi alma. Mike Continuó su relato.
-Yo, me moría en vida Mey, no comí en lo que restaba de la semana, se cumplian dos, dos semanas sin saber de ti y lueho recibo una llamada, tu me llamas, creí alucinar pero no, eras tú, te tengo aquí,mirate, en verdad estas aquí. Me sonrió y beso mi frente.
-¡Es un completo hijo de perra!. Grité furiosa. -Lo se, lo se. Dijo limpiandose las lagrimas. Pero estás conmigo y eso es lo que importa ahora. Me abrazó y me sentó en su regazo. -Te amo. Me susurro en el oído. Sonreí para mí. -Yo te adoro Mike. Me giré quedando frente a su cara, miré esos hermosos ojos marrones que me hacen perderme por completo y lo bese, lo bese con desesperación y con ansias, perdiendome en su exquisito sabor que tanto anhelaba sentír de nuevo. Esos labios que me pertenecían, solo a mí.