24-RelatoIII

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Ella caminaba, a su ritmo, con el viento fresco de un día de invierno raramente cálido chocandole la cara. Se detuvo en una esquina y rapidamente tecleo en su telefono
-Ya estoy.
Se ajusto el abrigo atado a su cintura y se deshizo de su moño de cabello para volver a atarlo más firme. Giro sobre sus pies y lo vio acercarse. Miro para las cuadras vecinas, nada. El sol ya se habia puesto y las primeras luces de la calle comenzaban a encenderse.
Antes de que lo notara, él ya estaba allí. Se puso, como siempre, de puntitas para saludaro y le preguntó si se encontraba nervioso. Él negó revolviéndose el cabello pero ella le dedicó una mirada sabiendo que no era cierto, se le acerco lo suficiente como para él que la encerrara en un cálido abrazo. Ella deslizó sus manos por su cuello, elevándose en las puntas de sus pies para estar más a su altura y permitir que él la abrazara mas fuerte y quedara en su cuello.
Ella suspiró apretandolo y deseandole éxitos, para que él la elevara del suelo aun sin soltarse del abrazo.
-Sos un amor cuando estás así-dijo él.
Ella, simplemente sonrío para sus adentros, para despedirse y seguir su camino siguiendo a las primeras sombras de la noche.

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