Capitulo 4

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Nikolas

No he podido pegar un solo ojo en la noche, es difícil hacerlo cuando estas pensando que vives con una adolescente hermosa bajo tu mismo techo y a centímetros de tu habitación, esa combinación emtre verde y azul mirandome con furia y enojo,en su cuerpo cerca del mio me puso muy caliente joder.

Mierda.

Ese maldito incidente con Paula me puso furioso pero sentir como mi cuerpo reacciona cerca de esa jovensita me puso aun mas furioso.

Es que es hermisa la condenada.

Me paro de golpe de la cama y entro rapidamente al baño necesito una ducha rapidamente para sacar esos pensamientos de mi cabeza.

Cuando estoy adentro de la ducha decido bañarme con agua fria y mientras lo hago mi mente me traiciona nuevamente y vuelvo a pensar en ella. Su boca abierta debido a la sorpresa tan rosada y carnosa, sus ojos mirándome con expectación, su cuerpo tan lleno de curvas yan cerca del mio...

¿Como una mujer puede ser tan hermosa? ¿Como diablos se puede? Y lo que mas me sorprendio fue como trató a las mujeres del servicio, fue tan eduacada y... amable que tuve que pestañar unas cuantas veces para poder creermelo. Nunca pense que ella fuera de esa manera, pense que seria la tipica niña mimada de papi.

Confieso que me sorprendí no esperaba que fuera así, por ese lado nuestra convivencia será un poco mas facil, pero cuando la mandé a llamar y le explique mis reglas y me cuestionó y me contradijo no pude ocultar mi enojo. Odio que me contradigan y veo que a esta mujer le gusta hacerlo.

Ya listo y con mi celular y mis llaves salgo de la habitación y me dirijo a la cocina. Me hago una nota mental de ir a hablar con Paula, está cada vez mas fuera de sí y tengo que detenerla de alguna manera. Cuando voy entrando escucho voces y risas, por lo que puedo distinguir provienen de Nani y de las otras mujeres del servicio. Cuando hago acto de presencia todas hacen silencio y mi mirada va directamente hasta Layra. Se ve hermosa, lleva un bonito vestido blanco con flores de color morado, es ceñido hasta su cintura y luego es suelto hasta un poco mas arriba de la rodilla y se ha hecho una coleta alta la cual le queda perfecta porque resalta su cuello y ahora me doy cuenta que lleva puesta una cadena de oro con medalla de una flor que ahora mismo no puedo distinguir.

-Buenos dias- digo entrando y todas me saludan con un asentamiento de cabeza y el cual layra no corresponde, ni siquiera me ha mirado, observo a las mujeres de servicio y rapidamente se van hacer sus cosas. - He dicho...Buenos dias, ¿no le dijeron en su casa que cuando una persona saluda es de mala educación no corresponderle al saludo?- digo tomando un poco de café y ella voltea a verme con furia en sus ojos.

-Si, señor, en mi casa me han dado la suficiente educación para saber eso, pero yo no he querido responderle.- dice y vuelve a darse la vuelta y empieza a comer su desayuno. No puedo evitar sonreir, tiene caracter, no lo puedo negar y eso es algo que valoro mucho de las personas.

-Veo que todavia esta enojada- digo sin poder evitar sonreir, ella se da la vuelta y cuando lo hace me observa detenidamente y de forma curiosa y es ahí que dejo de sonreir y ella se sonroja y mierda, asi se ve mas hermosa, si es posible.

-Hee.. Si, claro que si, no me gusta que me tengan vigilada...- dice tomando un poco de su taza de lo que creo, es café.

-Ya sabe cuales son la reglas y sabe que tiene que cumplirlas...- digo y me levanto de donde estoy- ahora, debe acompañarme para presentarle a su nuevo chofer- digo y ella resopla, se levanta de su silla y salimos de la cocina.

Cuando pasa por mi lado su perfume inunda mis fosas nasales y tengo que aguantarme a las ganas de cerrar los ojos. Huele a vainilla y huele delicioso. Cuando salimos permanezco detras de ella y ahora que la miro por detras tiene unas buenas piernas y de seguro un buen trasero. Camina de una manera muy elegante y sutil, mirando todo de forma curiosa. Sin darme cuenta ya nos escontramos en mi despacho y allí ya se encuentra Benjamin, el hijo de Francisco.

-Benjamin...-digo entrando en el despacho y el joven se da la vuelta, pero cuando lo hace su atención no va dirigida a mi, sino a la bella castaña que esta detras de mi mirando detalladamente mi despacho sin darse cuenta del escaneo que le esta dando el joven.

-Buenos dias -dice Layra sonriendole y por alguna razon ese simple gesto me molesta. El joven parece idiotisado.

-Buenos dias señorita..-dice como si estuviera en un tipo de trance y joder, le entiendo esta mujer es bellisima. Apuesto que yo estaba de la misma manera la primera vez que la ví, sin embargo me molesta un poco cuando la escanea con la mirada y noto como ella se incomoda.

-Benjamin- digo pero mas bien sono como un rugido. El chico sale de su trance y cuando ve mi expresión su cara cambia a una de nerviosismo y verguenza, pero luego veo que Layra le regala una sonrisa y el chico se calma un poco...me molesta. Me aclaro la garganta y su mirada vuelve a mi -Benjamin, le presento a la señorita Layra blumer, usted le estará escoltando a todas partes a partir de hoy, tiene que traerla sana y salva y si algo le pasa no se puede imaginar lo que le puede ocurrir a usted- digo con un tono frio y amenazante.

-Si señor- dice mirandome con seriedad.

-Ya puede retirarse- digo y el asiente y le da una ultima mirada a Layra mientras sale de mi despacho..-ah...se me olvidaba un pequeño detalle.. la señorita no podrá salir - digo mirando a Layra fijamente- sin mi autorización.

-Por supuesto señor- dice y se despide con educación.

- Con todo respeto pero....¿Porque es tan duro con las personas?- oigo que Layra murmura detras de mi.

- Y con todo el respeto que se merece pero eso es algo que a usted no le importa- digo cortante - ya se puede retirar- digo y comienzo a recojer mis cosas para irme al trabajo.

- No deberia ser así, es mejor ser amable y querido a ser, amargado y temido-dice en voz baja- pero sabe una cosa, usted deberia de sonreir mas amenudo, le sienta bien- dice saliendo de mi oficina.


***

Paula en multimedia


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