-Lo siento mucho, puedes quedarte aquí por supuesto. Me dice él con una sonrisa.
- Muchísimas gracias señor Scott.
- Llamame Clark hija.
Asiento con la cabeza amablemente.
Después de cenar, el padre de Asher se despide para descansar y este me lleva a la habitación de invitados. Vaya, cuando entro veo una habitación enorme, de paredes blancas y con una cama en la que cabrían tres personas. Es perfecta.
- Asher, muchas gracias por todo de verdad.
- No tienes que darlas. Yo estaré en mi habitación por sin necesitas algo.
Tras agradecerle , intento dormir , pero muchísimos recuerdos invaden mi mente. Gracias a dios que mañana es sábado. Ha pasado una hora desde que intento quedarme dormida sin éxito.
Cuando por fin entro en un sueño profundo, me viene a la mente esa pesadilla que me atormenta día y noche.-Por favor, no me hagas nada papá.. Digo con miedo y lágrimas en los ojos.
- Callate. Me grita mientras me toquetea por todas partes.
Lloro y grito pidiendo ayuda hasta que por fin aparece mi madre. Ella se interpone y comienzan a discutir. Yo me meto en medio y mi padre me empuja bruscamente haciendo que mi cabeza choque contra la esquina de la mesita se cristal. Ahí mi visión se vuelve totalmente negra.
-NO!! Me levanto sobresaltada y asustada.
Muerta del miedo decido ir a la habitación de Asher. Él me dijo que si quería hablar que lo buscara..
Cuando entro a su habitación , encuentro en la mesita un montón de hierba y en la cama a dos figuras metidas una en la otra. Es él con otra chica.Una chica pelirroja por lo que aprecio.
Tras notar mi presencia, ambos se giran.
- Aisha.. que... ¿que haces aquí?
- Mmmmm.. lo siento,yo pensé que podríamos hablar,no volveré a interrumpir. Digo girandome para marcharme cuando lo oigo de nuevo.
- Aisha entra. Sophie vete, hemos acabado. Dice con tono autoritario.
me quedo impresionada. Que manera de tratar a una chica. Yo diría que es su novia, pero viendo como la trata...
Cuando ella se va, me quedo mirándo el cuerpo definido de este chico.
- ¿Qué querías ?
- Nada. Digo sosa tras ver como me habló.
Se levanta inmediatamente y me sujeta la mano mientras que me percato de que tan sólo lleva unos bóxer ajustados.
- Dime, sé que necesitas desahogarte.
- Tengo miedo.Digo comenzando a llorar.
- Ey, ¿miedo de que?
- De él.. Digo asustada.
- Aisha, ¿tu padre te pega?
Cuando fórmula esa pregunta, comienzo a llorar desconsoladamente.
- Aisha, contestame. ¿Ese cabrón te pega?
- Lleva unos meses despreciandome más de la cuenta. Mi madre no sabe nada. Solo se percata de aquella noche...
- ¿Aquella noche?¿De que hablas?
- Cuando intento violarme, pero mi madre llegó a tiempo..
En ese momento el puño de Asher impacta contra la pared.
- ¿ Qué ese hijo de puta les ha hecho la vida imposible y ustedes no lo han denunciado?
- Es que, nos tiene amenazadas. Si nos vamos de casa irá a por una de las dos.
- Aisha, mañana hablaré con mi padre. Tenemos que sacar a tu madre inmediatamente del hospital.
- Asher, ¿puedo quedarme aquí?
- Sí, yo me quedaré en el sillón, no te preocupes.
Y por fin me duermo, con la presencia de un chico y con su aroma.
A la mañana siguiente me despierto temprano pero no veo a Asher en la habitación.. Así que bajo al comedor, donde veo a él y a su padre manteniendo una conversación.
- Buenos días. Digo amablemente.
- Buenos días Aisha. Me devuelven el saludo ambos.
- Aisha, ven a mi despacho por favor. Me dice él señor Scott.
Con miedo y nervios me dirijo a su despacho.Cuando entro veo un montón de cuadros y premios sobre un mueble con detalles dorados. Vaya, si que tiene que ser un abogado reconocido.
- Siéntate Aisha y cuéntame todo.
Tras oír eso, comienzo a contarte la historia de mi vida, cada detalle, sin saltarme nada.
Cuando termino, no puedo evitar limpiarme las lágrimas con la manga de mi sweater.
- Vaya, tu madre y tú sois unas chica fuertes. Habéis aguantado muchísimo. Pero, quédate tranquila, sacaremos a tu madre ahora mismo del hospital y denunciaremos a ese hombre. Un crimen así no puede quedar impune.
Inmediatamente, los tres salimos hacia el hospital. Ya no hay vuelta atrás. Por fin me atreví a hacer lo que mi madre jamás ha hecho, contar la verdad y salir de ese agujero oscuro.