Capítulo 30

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Asher
Una vez que he hablado con mi padre, me dirijo a mi habitación. Estoy agotado y necesito dormir. Cuando entro al cuarto me encuentro con el perro sobre la alfombra y una carcajada suena fuertemente de mi boca al recordar el regalo de Aisha hace unas horas. Me acerco al chucho y lo acaricio. Un nombre, eso, tengo que pensar un nombre. Algo relacionado con ella. Con mi pecas. Exacto, "Pequi", ese va a ser el nombre. Me dejo caer en la cama y con los pensamientos de esta noche voy cayendo poco a poco en un sueño profundo en el que solamente destacan los pequeños recuerdos de sus labios sobre los míos. Ya habrá tiempo de pensar en mi madre. Por ahora no es importante.

6 días después.

Aisha
Hoy es 31 de diciembre, fin de año. Un día que marca el final de este último año lleno de momentos malos y momentos buenos. Un año marcado por un giro inesperado al venir aquí y acabar con la tortura interminable de un señor que se hacía llamar padre pero que me odiaba. Un año donde los mejores recuerdos son ahora, en mi nueva vida con mi nueva familia y un cariño que me hacía tanta falta.
Al fin, decido prepararme y voy con las chicas a desayunar. Hoy cenaré en casa y después de las campanadas iré con las chicas de fiesta a un club famoso de la ciudad. Se que será una noche increíble y también se que voy a disfrutar como nunca.
Tras terminar de desayunar, vamos a un salón de belleza donde nos van a hacer unos tratamientos para la piel. Hoy es un día de chicas en toda regla.
Sobre Asher, he de decir que hemos estado muy juntos estos días pero, a pesar de eso, no se si estoy haciendo bien. Él es un mujeriego y no estoy tan segura de que quiera tener algo serio con alguien. Yo no quiero ser un juguete o una atracción, pero es que joder, cuando lo tengo cerca me olvido del resto y pf, es algo inexplicable.
Una vez que hemos terminado me dirijo a mi casa. Es demasiado tarde y tengo que empezar con los arreglos. Tras darme una caliente ducha que me quite el frío, comienzo a vestirme. Un vestido negro con un escote bordado y la espalda descubierta con lazos que se entrelazan entre sí se amolda perfectamente a mi cuerpo, combinado con unos tacones altos y negros que me regaló mi madre para este día. En el largo pelo me he decantado por dejarlo suelto con unas ondulaciones. Un peinado sencillo y a la vez explosivo. Con el maquillaje no he querido abusar como de costumbre, así que un poco de rímel y un labial rojo es suficiente. Cojo un bolso de piedrecitas plateadas donde meto las llaves y mi iPhone antes de bajar a cenar sin imaginarme lo que iba a pasar.
Asher
Es fin de año, y esta vez me he propuesto a mi mismo pasármelo en grande. Cenaré en casa como de costumbre y cuando el reloj marque las 12 en punto, me iré de fiesta con los chicos y el grupo a una discoteca de lujo que se inaugura hoy con motivo del fin de año. No he pensado en mi madre ni en que nada salga mal porque tal día como hoy quiero disfrutar y divertirme sin pensar en nada.
Al llegar casi la hora de la cena me visto con un jeans ajustado negros acompañados por una camisa de botones blanca y una corbata negra. Dejo mi pelo bien peinado y a la vez con ese toque de revuelto que me caracteriza. Me meto una ralla para alegrarme un poco mas y aplico mi colonia sobre mí cuerpo antes de  bajar a reunirme con la familia. Para mi sorpresa me encuentro con una bella Aisha en las escaleras. Joder, me cago en la puta. No se si la ralla que me metí se me subio tan rápido o si es que tengo un puto modelo del Play Boy delante. ¿Qué digo modelo? Una diosa es lo que tengo en frente. Joder, no me lo pienso dos veces y la meto en una de las habitaciones de detrás, que resulta ser la de huéspedes. Acerco mis labios a los suyos brusca  y sensualmente casi dejándola sin respiración. Siento que estoy muy cachondo así que la apretó contra mi y al sentir como gime pongo mi mano en su duro trasero aparentandola más hacia mi. Joder,me la quiero follar aquí mismo. Inesperadamente siento como me empuja.
_ Para Asher, esto no está bien. Susurra ella con miedo en los ojos.
Pero, ¿Qué coño? Me acaba de dejar con el puto calentón aquí así sin más.
_Eso no lo decías cuando te besaba, al contrario preciosa, estabas gimiento como una zorra.
Inmediatamente un ruido sonoro y fuerte suena en la habitación y tras ello mi cara gira sin reparo. Con eso puedo atinar que la he cagado. Sí, acabo de tratar a la niña más madura, sensible y elegante que he visto en mi vida como una cualquiera. ¿Qué digo niña? Acabo de faltarle el respeto a una mujer en toda regla.

Como dos gotas de aguaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora