Nada más salir corriendo no sabía a donde ir y me encerré en el baño, de ésta manera nadie podía entrar. Comencé a llorar y a llorar pero no entendía el por qué, al fin y al cabo David y yo somos algo parecido a hermanos, pero todo lo que viví a su lado no lo puedo olvidar.
Seguía llorando y pensé en darme una pequeña ducha para poderme despejarme aunque sea un poco. Me metí en la ducha y dejé que el agua fría corriera lentamente por mi desnudo cuerpo. Me encantaba ducharme tranquilamente,de esta manera podía pensar sin que nadie me interrumpiera. Salí de la ducha con el pelo seco ya que anteriormente me había hecho un moño para no mojármelo. Me vestí y me senté a esperar, no sabía muy bien a qué pero quería estar sola.
Al poco rato, unos golpes sonaron en la puerta.
Toc,toc,toc, unos golpes serenos y suaves pero constantes. Al final logré articular palabra, y contesté.
-¿Sí?
-Ari, soy Dani, ¿puedo pasar?
Al oír su voz se me dibujó una pequeña sonrisa y me sabía mal no dejarle pasar, así que le invité a entrar.
-¿Estas bien?, Fue lo primero que me preguntó.
-¿Tu eres tonto? ves que estoy llorando y... ¿lo preguntas?, de verdad no os entiendo a los chicos...
-Tienes razón, lo siento
Seguidamente me arrepentí de haberle contestado así pero no pude evitarlo.
-Perdoname, no sé que me pasa y te he contestado mal y tú.... tú no tienes la culpa.
-No pasa nada, te entiendo, yo también lo estoy pasando mal por una chica y no es fácil, pero bueno si quieres...- y comenzó a rascarse la nuca de esa manera tan peculiar que tiene- bueno que si quieres podemos hablar- y me regaló una pequeña sonrisa.
-No quiero aburrirte con mis problemas, pero no me vendría mal soltarlo...
-Tranquila, te escucho.
Le conté mi problema con David, más o menos le resumí nuestra pequeña pero intensa historia y el por qué de salir corriendo.
Parece que me entendió bastante bien y él también me contó un poco de su historia. Me confesó que su padre murió cuando él y Jesús tenían tan sólo 3 años y que a penas tienen recuerdo de él y también me confesó que recién lo había dejado con su novia y no se sentía demasiado bien.
Estuvimos un rato más hablando pero en el jardín nadie nos echaba de menos.
David y Lucía no se cortaban un pelo y seguían enrollándose bajo la mirada de los otros cuatro.A Calum y a Sandra se les veía realmente agusto y Maria y Jesús... hablando como simples amigos.
Al cabo de un rato decidimos salir del baño y fuimos al jardín. Para mi sorpresa Lucía y David ya se habían separado y fue un pequeño alivio.
-¿Estás bien enana?- preguntó Sandra -Como ví que Dani se dirigía adentro supuse que iría a buscarte y me parecía absurdo ir yo.
-Sí, tranquila estoy mejor, luego te cuento-y sonreí un poco, aunque fue una sonrisa forzada y aunque Sandra se dio cuenta no quiso decir nada y volvimos con los demás. Estuvimos hablando de diferentes cosas entre otras que David y Lucía habían empezado a salir, pero por favor si sólo se conocen de una tarde!. Decidí pasar del tema a pesar de que todos opinaban de él menos Dani que sabía como me sentía. De repente Calum se levantó y dijo que iba a bañarse y se alejó de nosotros.
-Sandra, ¿por qué no vas ahora que estás sólo y le dices lo que sientes?, os conocéis de hace muchos años y tenéis la suficiente confianza da tú el primer paso.-le aconsejó Jesús.
-Me da miedo, puede que él no sienta lo mismo y ya nada será como antes-recalcaba Sandra.
Entonces intervino Dani, -Nos habla muy bien de ti y parece que no lo hace sólo como amiga...
Al oír eso fue un chute de energía y Sandra salió corriendo hacia él, no sin antes gritar: ¡Desearme suerte chicos! Y comenzó a correr.
Nos quedamos Dani, Jesús, Maria y yo, ya que David se fue con Lucía a acompañarla a casa y Sandra con Calum que parece ser que todo salió bien y Calum sentía lo mismo.
Estuvimos los cuatro hablando y nos entendíamos muy bien. De repente me sonó el móvil.
-¿Sí?
Y en vez de obtener unas palabras por respuesta lo único que se oía a través de la otra línea fue un sollozo.
-¿Sí?, Volví a repetir y entonces obtuve respuesta.
-Ari-dijo la voz (muy conocida por mi parte) acompañada de otro sollozo.
-¿Elena?, ¿eres tú?
-Sí...
Elena era mi mejor amiga, bueno una de ellas,cuando vivía en Bilbao y desde que me mudé sólo había hablado con ella por whatsapp.
-Tengo que contarte algo.
Y de repente se hizo un gran silencio, después de aquellos sollozos y ese tono de voz, no sonó a que sería algo muy bueno.
Los tres me miraban con los ojos biem abiertos y estaban muy atentos a cada palabra que salía de mi boca.
Entonces se oyó, se oyó una voz, pero no la suya sino la de su madre.
-Ari,te llamará en otro momento no se encuentra bien... y comenzó a llorar, supongo que no quería que le oyera hacerlo así que colgó. Me quedé helada y porque me temía lo peor.
Maria me preguntó por ella.
-¿Sigue igual?, con lo suyo me refiero..
Los gemelos nos miraban sin saber que pasaba y yo no podía hablar.
-Cr.. cr.. creo.. que sí, pero... m.. me ha col.. col... colgado su madre.
Me costaba hablar, no podía ser verdad, muchísimas cosas rondaban mi cabeza y precisamente no eran buenas.
-Y se puede saber ¿qué pasa?- preguntó Jesús.
Entonces decidí contarlo y comencé a hablar,pero a pesar de mi voz entrecortada se me entendía a la perfección.
Cuando yo vivía en Bilbao Elena era una de mis mejores amigas. Estábamos muy unidas, demasiado diría yo tanto que hice algo terrible. Era una tarde de sábado y esa misma noche había una fiesta, pero una fiesta a la que yo tenía muchísimas ganas de ir, pero Elena.. no tantas. Tenía tantas que ir y no quería ir sola así que tenía que convencer a Elena. A lo largo de la tarde lo conseguí y comenzamos a prepararnos. Y llegó la hora de ir. Llegamos a la fiesta y había muchísima gente y Elena y yo empezamos a beber. Yo paré porque veía la consecuencias pero a Elena era imposible pararla...-dicho todo esto se me cayeron algunas lágrimas que llevaba mucho rato aguantando, pero decidí seguir.
Yo intentaba decirle que nos teníamos que ir, pero era imposible y al final pensé que yo la había querido traer así que tenía que tener en cuenta las consecuencias. Era tarde, más o menos las cinco de la mañana pero como sus padres no estaban y dormíamos en su casa, la hora no era problema. Ella seguía bebiendo como la mayoría de los que estaban allí y yo no conseguía pararla hasta que pude sacarla al jardín de la casa donde era la fiesta. Salimos afuera y la verdad que no hacía mucho frío. Entonces salió un chico, bueno era su ex. Se volvieron a liar y yo la quería parar, ella estaba haciendo todo eso por mi culpa, yo la había llevado ahí. Conseguí pararla y la agarré y me prometí a mi misma no volver a hacer lo que hice, pero eso no era lo peor, lo peor llegó luego... Cada vez se hacía más tarde y ella seguía bebiendo, y al final la convencí para irnos a casa, pero para salir había que saltar la valla del jardín ya que la puerta estaba colapsada de gente e iba a ser muy difícil salir. Estaba muy borracha y corrí detrás de ella para irnos a casa pero era demasiado tarde. Elena ya estaba saltando la valla cuando... -y volví a romper a llorar, recordaba todo con tanta claridad... pero tenía que terminar, así que seguí hablando bajo la mirada de mis tres amigos. Y cuando quiso saltarla se le enganchó el pie y cayó al suelo de cabeza. Se quedó inconsciente pero rápidamente llamé a una ambulancia y ésta llegó. La llevaron al hospital acompañada por mí y después de estar ingresada un tiempo parecía que todo había salido bien...
Le pedí perdón eternas veces y claro que me perdonó es tan buena... pero luego llegó lo peor...
Pasaron los días, los meses y parecía que algo fallaba, Elena no se encontraba bien y volvieron a hacerle placas, y le encontraron un tumor en la cabeza y parece que fue a causa del golpe... que parecía pequeño pero le ha llevado al punto de decidir su vida..
Hasta ahora que seguía ingresada y por eso al no contestarme he pensado que.. que.. ella.. ya.. no... y rompí a llorar.
Me abrazaron los tres y permanecimos así unos minutos.-----------------------------------------------------------
He decidido hacer este capítulo más largo, ya que he pasado bastantes días sin escribir por diversos problemas familiares, espero que os vaya gustando, un besito.
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La Confianza Podría Destruirnos (Gemeliers)
RomanceEra una tarde cálida cuando Ari y sus amigos paseaban por las bonitas y amplias calles de Sevilla. Al llegar al parque, donde pasaban la mayoría de sus ajetreados días por no decir todos, Ari comenzó a alejarse debido a que había recibido una llamad...