Remember Us [Bucky Barnes] (E D I T A N D O)

Prólogo

N/A: Esta parte tiene diálogos en Ruso, aunque solo es la pronunciación. De igual forma les pongo la traducción al ladito entre paréntesis. Me pareció cool ponerlo así ya que en la peli CATWS, Bucky habla en Ruso.

Ambos soldados se encontraban en la camioneta cuando obtuvieron la ubicación del Capitán América. HYDRA los había enviado a ambos a eliminar a Rogers y a Natasha Romanoff, mejor conocida como Black Widow. Ambos eran blancos nivel diez, por lo que la organización enemiga de SHIELD pensó que dos enemigos de nivel superior serían más que suficiente para borrar la existencia de quien quisiera frenar el Proyecto Insight. Se suponía que sería una misión sencilla, o al menos eso era lo que todos pensaban en aquella camioneta en la que iban ambos soldados.

Uno era considerado el puño de HYDRA y el otro era la sombra a quien todos temían.

El Soldado del Invierno. Una máquina de matar que con su brazo de metal lograba ponerle la piel de gallina a cualquiera. Muchos dentro de la organización le temían debido a las atrocidades cometidas en el pasado. Cientos de asesinatos cometidos por su mano, miles de gritos que había escuchado, decenas de bocas que había silenciado tras tirar del gatillo o con múltiples golpes de su intimidante mano de metal. Un maestro en las artes marciales que poseía la astucia y la inteligencia de un terrorista, al igual que su alma vacía y sin recuerdos. La ira con la que atacaba a su víctima le daba una eficiencia única.

Todos conocían su historia, menos él.

Su sombra no se quedaba atrás.

El soldado del invierno miró a su acompañante, mientras que la camioneta avanzaba veloz por la carretera. Sus ojos recorrieron la figura femenina que yacía sentada frente a él con la mirada perdida en algún punto del suelo. Porque si, su sombra era una chica cuyo nombre desconocía totalmente. Era una chica de tez blanca y pálida, en ocasiones le parecía tan suave que por fracciones de segundo, miles de imágenes sobre esa piel desnuda y lo suave que se sentía, invadían su cabeza. Era extraño para él, ya que por lo general su mente se encontraba vacía de recuerdos. En ella solo podía encontrar la información que HYDRA había colocado dentro tras décadas de misiones. Pero siempre que la miraba como lo hacía ahora, los recuerdos volvían. O al menos fragmentos de lo que parecía ser una vida feliz, o eso quería creer.

Pero no solo era su piel lo que lo desconcentraba. Tambien era su largo cabello castaño que lograba hipnotizarlo. O sus ojos cafés, que guardaban dentro de ellos tanto dolor como el que él almacenaba dentro con cada reinicio de esa condenada máquina. A veces quería solo quedarse mirando esos posos profundos hasta desentrañar cada secreto, cada recuerdo, porque sabía que algo escondía. Su instinto se lo decía siempre, aunque no justo ahora, de momento solo podía pensar en la misión que estaban a punto de realizar. Pero había algo que los mantenía unidos, podía sentirlo cada vez que sus ojos se encontraban.

Y sus labios rojizos. Oh esa, por alguna razón, era la parte más difícil de ver.

Aunque daba gracias al cielo que estos estaban cubiertos por la máscara de gas que ambos usaban para protegerse. También contaba con la suerte de tener los anteojos puestos, lo que ocultaba su mirada curiosa de los agentes que los acompañaban. Sus ojos recorrieron una vez más el camión y trató de grabarse el rostro de cada agente en su cabeza, al igual que cada expresión. Pero sobre todo quería grabarse el rostro angelical de la castaña frente a él, porque tenía la sensación de haber visto ese rostro sin la máscara. En este momento solo podía recordar los datos que ya sabía de la chica que siempre estaba a su espalda.

A ella la llamaban la Sombra del Soldado del Invierno. Una de las asesinas más temibles en el último siglo, con más de quinientos crímenes por los que era buscada. Aunque la mayoría de quienes lo hacían o habían muerto o creían que solo se trataba de una leyenda urbana entre agentes especiales. Portaba un brazo de metal similar al suyo y como un toque de ironía, ambos brazos se complementaban. Él portaba una prótesis de un brazo izquierdo y ella usaba el derecho. Según los informes, fue creada para protegerlo a él, siempre cubría su espalda velando que no saliera herido, y en el caso de hacerlo ella tenía la obligación de terminar con la misión. Siendo una maestra en artes marciales, entrenada por el mismo puño de HYDRA, y perfeccionada para seguir órdenes al pie de la letra. Hablaba treinta lenguas diferentes, era sigilosa, audaz, fuerte, y con una capacidad muy peculiar de predecir lo que pasaría. Era como un sexto sentido que siempre le alertaba si el Soldado necesitaba ayuda, o al menos ella así lo explicaba.