Capítulo 1 - [Parte 2] - Marinette Leduc

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El tiempo pasaba rápido para la joven Leduc, que no se cansaba de mirarse sus cabellos dorados en el espejo. Y no era de extrañar, ya que su país, Francia, había sido arrebatado por el 3º Reich, junto con la vida de sus padres, y no tenía nada mejor que hacer. Ella los recordaba como si hubiera sido ayer cuando los vio, y no podía olvidar sus dulces miradas, que en parte se parecían mucho a la de la señorita Leduc. Ahora vivía con su tío en Londres, la capital del titán que le hacía frente a los enemigos de su país.

-¿Qué te ha parecido el té de hoy pequeño Adrien? -acariciándole la cabeza, le habló suavemente a su hermano, el otro único superviviente de su familia francesa-¿ te preocupa algo?

-Hermanita... Hoy he soñado algo muy raro. Vi a mamá y a papá hablándonos y diciéndonos que querían vernos de nuevo y que ansiaban nuestro reencuentro. - mientras que le explicaba el peculiar sueño a su hermana, caían un par de lágrimas por su mejilla.

-No te preocupes Adrien, - le dijo su hermana sin parar de acariciarle. -papá y mamá están descansando en paz, solo es un sueño...-con su mejor sonrisa, continuó hablándole- algún día tendremos que volver a Francia y tenemos que trabajar muy duro para reconstruirla y para que mamá y papá estén orgullosos de nosotros.

-¡Marinette! Hay alguien que pregunta por ti, por favor baja- Gritó su tío británico, que fue hermano de su madre.

-Ya voy tío, Adrien ahora nos vemos. - exclamó Marinette, y besó a su hermano en la frente antes de abandonar la habitación.

Marinette bajó los peldaños lentamente fijándose en el hombre que estaba en la puerta, y curiosamente iba vestido demasiado formal. Cuando ella se aproximó al señor este se dirigió a ella de forma deliberada.

-Buenas, señorita Leduc, mi nombre es Charles- Dijo al besarle la mano torpemente, un claro indicativo de que sus apariencias tenían poco que ver con su torpeza. – su tío acaba de recibir una carta de los restos de su antigua casa. Fueron recuperados por un equipo en Lorena la madrugada pasada. - Tras terminar la frase, su tío apareció por el pasillo y le entregó un sobre cuidadosamente.

La abrió delicadamente y con clase, concordando con alguien de un estatus social alto. En el interior del sobre se encontraba una pequeña carta que contenía una frase ilegible en cualquier idioma, además de unos cuantos visados turísticos e imágenes donde se encontraba su padre, vestido en la mayoría con el típico atuendo de explorador de la época.

-Hemos llamado a un especialista, uno de los mejores en su campo, ahora está viniendo en un vuelo desde Estados Unidos para traducir la frase. Si a usted no le importa, ¿podría acompañarnos? Es la legítima propietaria de esta carta, debería estar presente en la traducción. - Indicó Charles, que intentaba mantener los modales a duras penas.

-Perdone señor Charles ¿pero quien es y por qué es tan importante la carta?

-Soy un agente del gobierno, y necesitamos que venga inmediatamente. Hay muchas vidas en juego. ¡Acompáñeme, tenemos una carta que traducir!

Tras un corto viaje en coche Marinette llegó a un alto edificio, en cuya puerta destacaban las siglas MI6. Entró a una sala de espera, donde perdió casi una hora esperando a este "especialista".

De repente se abrió la puerta y apareció Charles acompañado de un joven, este llevaba un traje de Tweed y un sombrero.

-Este es el señor Wiggins, Señorita Leduc. - introdujo a ambas partes, una vez más, torpemente. - Señor Wiggins, esta es Marinette Leduc

-Charles, por favor, ¿podemos pasar al trabajo? No tengo mucho tiempo.

- ¡Que maleducado! Exclamó Marinette, Alguien de tu estatus debería saber modales- Le dejó claro Marinette, cuya cara expresaba emociones negativas.

-Por desgracia ahora mismo no estoy para presentaciones formales, tengo mucho trabajo que hacer, espero que esto no me ocupe demasiado tiempo.

-Señor Andrew- dijo Charles hablando en un tono elevado- creo que debería ser más respetuoso con la señorita...

-Bueno que tenemos aquí- comentó Andrew mientras que le arrebataba la carta de la mano a Marinette- una carta, bueno, empecemos la traducción.

Cogió la carta y la leyó primero, traduciéndola después.

-"En su morada de R'lyeh, el muerto Cthulhu espera soñando."- Leyó el profesor, con una cara de sorprendido.

-Trabajo terminado, me pregunto que significa Cthulhu, bueno espero mi cheque y si me disculpan...- Dijo el profesor con actitud evasiva mientras se disponía a abandonar la sala.

-Usted no se va a ningún sitio, el MI6 todavía necesita de sus servicios. - Un hombre de aspecto imponente entró en la sala, llevando consigo puesto un traje de gala militar con galones de comandante -Charles y usted se dirigirán hacia Checoslovaquia para actuar con la resistencia en la liberación del Castillo de Hrahn, y estamos seguros de que necesitaremos su habilidad de traducir, ya que se cree que existe una relación entre el enemigo y esa carta. Charles le protegerá, es un antiguo SAS, así que no se preocupe por su seguridad. En cuanto a usted, señorita, su labor a terminado, un coche la está esperando fuera para llevarla a su mansión.

-Perdone, pero esa carta pertenecía a mi padre y por lo tanto me pertenece a mí. Yo voy a la misión, les guste o no, además puedo ser de ayuda ya que fui enfermera voluntaria durante algún tiempo en el frente francés, creo que debería ser quien vaya junto a este grosero y Charles.

-Sigo aquí. - exclamó Andrew.

-Parece que se van a llevar bien. - musitó el comandante con una sonrisa picarona mientras veía la escena que se estaba gestando frente a él.


-Bueno es momento de tomar barco hacia la costa francesa. Allí se harán pasar por periodistas y cogerán un tren hacia Checoslovaquia. Necesitarán unos pasaportes falsos que les serán entregados en el barco. Buena suerte. -Dijo el comandante al despedirse.

Tras el rastro de CthulhuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora