- Señor, ya llegó el señor White -
- Hágalo pasar -
- Señorita Morgan, necesito qué confíe en mí - dijo nervioso.
- Lo hago señor - asintió.
Caminó hacía su despacho y se sentó en él, y simplemente me quedé parada al lado de él.
- Buenos días Kyle -
- Buenos días señor White, ¿cómo está? - dijo colocando sus manos en la mesa.
- Muy bien por suerte, me imagino qué ya sabrá a que he venido -
- Si señor -
- Vine para arreglar un asunto sobre su matrimonio con mi hija -
- Respecto a ese tema, lo siento mucho no poder estar de acuerdo con usted -
- ¿Qué quiere decir con eso? -
- Quiero decir que no podré casarme con su hija, estoy en pareja, no creo que sea necesario el casamiento -
- Claro que lo será si quiere seguir siendo socio de mi empresa - negó con la cabeza.
- Es que usted no entiende, estoy muy bien con mi novia -
- Hay algo que no encaja, hace una semana no tenías novia y ahora si -
- Veo qué no se convence con mis palabras pero quizás lo convenza una muestra de amor -
- Alice, ven mi amor - me acerqué lentamente, se acercó hacía mi y me susurró.
- Lo siento señorita pero tengo que hacer esto - tomó mi mentón y me besó. Era un beso suave y a la vez apasionado.
- Espero que esto lo convenza, y si no, ya sabe donde se encuentra la puerta -
- Déjame decirte Kyle que no me creo todo esto -
- No puedo hacer nada por usted - dijo sujetandome de la cintura.
- De todos modos los espero el jueves en la reunión de accionistas - asintió.
- Ahí estaremos, adiós -
Una vez sólos habló.
- Siento lo del beso, tenía que hacerlo -
- No era parte del trato, yo lo sólo lo ayudaba haciéndome pasar por su novia, nada más -
- Lo sé pero ese hombre es difícil de convencer -
- Déjeme decirle algo, lo acompanaré a la reunión pero olvídese de besos -
- Lo siento, ¿qué puedo hacer para recompensarla? -
- Mmm...inviteme el almuerzo -
- Está bien, déjeme ordenar un poco la oficina y ahora vamos -
- Lo espero en el buffet - asintió y me dirigí fuera de la oficina.
Una vez en el starbucks, Kyle pidió sólo un zumo de naranja y yo un capuchino.
- Cuéntame de ti - esa pregunta me había tomado desprevenida.
- ¿Qué? -
- Qué me cuentes algo de tu vida, me pareces conocida pero no logro acordarme de donde -
- Está bien, ¿por donde empiezo? - suspire - Me llamo Alice Elizabeth Morgan, tengo 25 años y vengo de España -
- Eres abogada ¿no? -
- Si, hace poco me recibí pero prefiero trabajar un tiempo para luego hacer mi propio estudio jurídico -
- Es una buena carrera, eres muy jóven -
- Todos me dicen lo mismo - reí - ¿Y qué me cuentas de ti? -
- Me llamo Kyle Alex Kerrington, tengo 27 años y nací en Reino Unido -
- ¿Eres contador? -
- Sí, manejo toda la parte comercial y económica de la empresa -
- Eres muy jóven - repetí las mismas palabras que me había dicho él.
- Lo sé, todos me dicen eso, además soy el soltero más codiciado de Bradford -
- Ya lo veo - reímos los dos.