La Guerra

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No se preocupen, la herida de bala que Raküz sufrió fue en el hombro. Pero lo importante no es Raküz, sino lo que pasó en ese momento.

Nos encontrabamos en un corredor con Raküz a la cabeza y casi como si de una mal libro de guerra narrado en primera persona se tratase, una bala fantasmal pasó limpiamente por su cuerpo con tal suerte de que solo tocó unas venas insignificantes. Pero el problema no son las venas, es la hemorragia .

Es curioso, cuando alguien es impactado por una bala no es como en las peliculas. Como las balas son supersónicas no se escucha el ruido del arma, sino que escucha un chasquido y luego la detonación del disparo. La sangre comienza a salir segundos despues y no de inmediato como en CSI.

Raküz se encontraba en el piso rodeado de su sangre, tanta sangre como nunca creí posible ver y yo contra un pequeño muro que nos protegia, almenos parcialmente de los disparos, los cuales seguian sonando sobre nuestras cabezas como abejas del infierno.

Vi la cara de Raküz pasar de un tono mas bien tostado a un blanco papel, casi como un muerto en un funeral y ese pronostico nunca es bueno.

La sensación de calma que se experimenta bajo fuego es como en un sueño. Uno hace la paz con si mismo y casi se puede sentir cada fibra de tu cuerpo moviendose, cada nervio, pelo, vena, pero lo curioso es que lo único que no se siente es tu mente, tus temores o deseos.

En ese momento hice un voto de paz con mí mismo -Es mejor morir de pie que vivir de rodillas- me repetia constantemente. Bajo esta filosofía tome el rifle de Raküz bajo su mirada impotente, el mismo tipo de mirada que tiene un hombre que se cree muerto y me encomendé a la suerte.

Siempre es mejor tomar la vía más segura para ir a cualquier lado, eso también aplica al combate y el agacharse y caminar lo más silenciosamente posible resulta ser muy útil para ello.

Guiado por el ruido de los disparos y casi como si mis sentidos fueran un radar pude ubicar al tirador, él estaba solo en una habitación pequeña con una ventana desde una torre desde donde nos disparaba.

Tomé el rifle, pero, algo me detenía, no es lo correcto disparar a alguien por detrás ¿no?, en realidad no es lo correcto disparar a nadie, pero en una guerra uno se comienza a regir por codigos de caballeros ya muertos y que solo un bando respeta cuando el otro no.

Intente hacer un ruido para alertarlo pero con sus disparos era imposible el escucharme, ¿que hacer?

-No esta bien- pensé.

Luego recordé a los chicos ejecutados y la mirada fantasmal de Raküz sobre mi, asi como a mis amigos desaparecidos, en ese momento descubrí lo que todo aquel que alguna vez luchó contra una guerrilla descubrió.

No hay reglas aplicables a ellos (Guerrilleros) y ellos no piensan dar piedad alguna, ante estas reflecciones descubrí que si ellos no darían tregua alguna, entonces yo tampoco la daría.

Bajo este razonamiento se borró toda existencia de piedad en mi ser y de inmediato le efectué un disparo en la zona oblicua, escuché su dolor y su agonía como un sonido, casi un grito que cortó el aire e interrumpio los disparos. Intentó darse vuelta, en busca de la fuente de su dolor, pero fui mas rapido y le efectué otro disparo en el cuello.

Pude ver como en sus ojos fluía el odio y el miedo mientras se ahogaba en su propia sangre mientras trataba de insultarme.

Aunque nunca habia visto a ese hombre antes, ¿como podía tener tanto odio hacia mi? por un momento vacile, pero al ver que su odio le causaba una gran desesperación por alcanzar su arma con el solo hecho de llevarme a mi a la tumba junto con él, regresé a mi postura anterior y le volé la cabeza con el FAL desparramando su materia gris por toda la pared.

Tomé sus pertenencias y cualquier identificación o rango (reunir inteligencia) e intenté volver con Raküz aunque no sin antes contemplar el cadaver, mi primera "presa" en lo que se transformaría en la cacería mas peligrosa de mi vida.

Me retiré de aquel cuarto en donde mi ser había cambiado totalmente para siempre. El recuerdo de mis acciones me agobiaba, junto con la mirada llena de odio de aquel hobre ahora muerto y lo hacían de tal forma que terminé vomitando contra una esquina.

Al recordar que dejé a Raķüz solo y mal herido inicie una especie de carrera contra reloj para llegar a él.
En medio del camino mientras corría fuí tumbado por una fuerza misteriosa,un figura negra, que aunque mas baja que yo poseía una fuerza superior a la mia, que para mi terror descubrí era un hombre.

En lo que intentaba recuperar el equilibrio fui golpeado en la cara por lo que creo fue su puño, lo que rompió mi labio inferior manchando la camisa blanca que tenía con una linda linea roja, casi como una catarata.

Con la adrenalina corriendo por mis venas tomé una fuerza descomunal en mi y logré generar una especie de contraataque. El efecto de la adrenalina es casi como ser un superhéroe, puedes correr mas rapido, más lejos, ser mas fuerte, mas agil y pensar mucho mas rápido.

De alguna forma logré tumbarlo y lo primero que atine a hacer fue patearle la cabeza, por lo que quedó confundido y momentaneamente incapacitado. La rabia corría por mis venas con tal fervor que para cuando logré ver su rostro y reconocerlo ya estaba apuntandole con el FAL. Era Brux!!! Un amigo mio que se encontraba en shock por el miedo o por algo que ignoro.

Intenté hacer que entrara en razón, pero debido al estado de shock no fue posible. Luego recurrí al plan "B". Golpearlo en la cabeza hasta dejarlo inconciente y arrastrarlo hasta donde Raküz. Este plan, aunque bien planeado, genero que mis movimientos fueran el triple de lentos casi como una tortuga, una tortuga que carga a otra tortuga mientras la intentan matar unos malditos comunistas y tiene que responder al fuego enemigo con un rifle de asalto fabricado en Belgica.

Fue bastante complicado, ademas de que esa maldita tortuga debia ser el doble de Rambo.

Conforme pasaba el tiempo la desesperación crecia en mi interior. ¿Este sería mi fin y el de los mios?¿Raküz seguiría vivo?

Para cuando llegé a donde Raküz y por si las cosas no fueran ya muy raras, ahora todo estaba el triple de confuso.

Violencia ModeradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora