Amor, deseo & otras decisiones.

Capítulo 3: "Algo Similar"

Son las 5:12 de la mañana, al parecer anoche me dormí entre los sollozos. Se me ocurrió bañarme para despejarme. Me dirigí al baño y tomé una larga ducha, cuando salí, envuelta en la toalla, me encontré con Jess arriba de su cama hecha un mar de lágrimas, al parecer había llegado recién de Nano’s o Nando’s, no recuerdo el nombre que me dijo ella.

Jess, ¿qué te pasó? –consulté-. Discutí, discutí con Ed, estábamos solos en el sillón de su habitación y comenzamos a besarnos, pero luego yo dije que era un error, él confesó que siempre estuvo enamorado de mí y me dio pánico, no supe que hacer, por lo tanto salí de ahí, dejando a mi pelirrojo desconcertado, hecho un sinfín de preguntas. -Sollozó-

Su voz sonaba realmente abatida, me acerqué hacia ella, lo suficiente como para quedar a la altura de su cadera y la abracé, muy fuerte, con todas mis fuerzas. La conocía hace poco pero se había ganado mi confianza, además se notaba que ella y Ed tenían algo, no es que yo supiera mucho de amor, ya que soy una chica que se enamoró sólo una vez, pero; eso me permite analizar a los demás y comparar. Soy muy analítica y comparativa, supongo, pero creo que es una cualidad en mí, en realidad no lo tengo tan claro.

Gracias por estar ahí para mí, y sólo escuchar, a veces sólo necesito que me escuchen y me abracen en los momentos indicados. -Dijo un poco más pacífica-

A lo que sólo asentí y me fui a vestir, dejándola envuelta en sus pensamientos. Me tuve que vestir, ya que no lograría reconciliar el sueño. Me puse una calza deportiva, un buzo y una campera, ya que hacía mucho frío debido a la hora. Miré hacia la cama de Jess y ella ya estaba en un profundo sueño en el cuál no se movía ni especulaba palabras cómo solía hacerlo, o cómo lo había hecho las noches anteriores.

Descansa. -Dije inaudible- Aunque ni siquiera lo dije consiente, al decirlo, cerré la puerta detrás de mí, pensé en ir a correr por el campus del instituto, pero no se encontraría abierto, así que sólo se me ocurrió ir a el parque central del lugar, es decir el “Wester Junior”, éste es el parque más grande, dónde recorrí con el taxi, es cómo sí fuera una mini cuidad, hay calles, y fuentes, pero hay una en especial que me encanta, tiene luces leed que brillan por la noche. Jess y yo las vemos por nuestra ventana, está justo en el medio del instituto, hay ciertas leyendas que establecen que ahí fue donde se engendró el director; contaré la historia brevemente:

Resulta que el fundador de la academia tenía esposa, pero estaba profundamente enamorado de una latina que trabajaba como limpiadora en el turno de la noche, y bueno se rumorea que esa latina y el ex director, llevaban a cabo sus encuentros discretos en esa fuente, mientras los estudiantes dormían, pero algunos ex estudiantes establecen que los vieron en algunas ocasiones. Cuándo la latina quedó embarazada de nuestro director actual, ella murió por causas naturales, o al menos eso dicen…

Bueno siguiendo al tema;

Caminé discretamente ya que nuestra habitación no estaba sola en el edificio, directamente hay al menos otras 30 habitaciones en nuestro edificio, y no quería despertar a nadie. Al cerrar la puerta del habitacionario; cómo lo llamo yo, troté levemente sintiendo la brisa fría chocar con mi rostro, humedeciendo mi nariz y estremeciendo mis manos, cuando llegué a la fuente central, me senté junto a ella, observando las monedas que ahí se encontraban, el dinero de Londres era diferente al de _______ (t/p). Pero algunas cosas tenían igual, no importaba el valor mientras estuviera en una fuente de deseos. Lo más interesante era pensar qué clase de oscuros o tristes deseos pedía la gente con esa moneda. Me vi arrebatada de mis pensamientos cuándo sentí que alguien caminaba hasta allí.

¿Quién anda ahí? –Curioseé armándome de valor-

XXXX- ¿Hay alguien aquí? Lo siento me iré a dormir, bajar fue una mala idea. -Su voz se oía triste, llena de pesares, y a la vez conocida-. No tengo problema de qué estés, ¿quién eres?

XXXX- Niall, Niall Horan, ¿tu? -Dijo acercándose a dónde yo estaba, cerca de la luz, iluminando su rostro humedecido y sus ojos hinchados de tanto llorar-. ______, ¿cierto? Lamento no haberte prestado mucha atención el otro día,  es sólo que perdía mi tiempo preocupándome por la zorra de La… ¿sabes? No puedo ni pronunciar su nombre sin sentir ese nudo en la garganta… -Gimoteó el rubio- Niall, no lo sientas, dime que pasó. -Dije interrumpiéndolo y secándole las lágrimas con un pañuelo que llevaba en mi bolsillo-. No tendremos la mejor de las confianzas, de hecho, de los chicos soy el que menos te conoce, pero, necesito meditar y desahogarme por eso vine aquí. –Añadió- Niall ¡dime ya qué pasó! No puedo verte llorar así, tan desconsolado. –Exclamé fastidiada- Larissa, Larissa me engañó. -Fue lo único que dijo-

Y ahí entendí porque se tardaba tanto en decirlo, con tanto rodeo y porqué de sus ojos comenzaron a caer gotas mojando sus mejillas, dejando un rastro de sufrimiento por su rostro. -¡Cuánto lo siento! Sabes que estoy sí me necesitas, quizá ella no te merece Niall, alguien que sí te valorara o se valorara a sí mismo no haría eso.-

Dije apretándolo con todas mis fuerzas a lo que él correspondió apoyando su rostro empapado en llanto en mí hombro. Así estuvimos hasta que Niall dejó de sollozar y me dio un beso en la mejilla. Ve a dormir, pequeña. -Diciendo esto se retiró-. Yo hice lo mismo, ya casi amanecía, 6:05 de la mañana.

Entré en el edificio, a la habitación y me acosté escuchando “Back to December” recordando lo antes sucedido, quizá John se sentiría así cuándo se enterase que yo lo había engañado, me di la vuelta en la almohada y las lagrimas traicioneras comenzaron a caer, recordando ese diciembre cuándo nuestras familias se juntaron a pasar la navidad junta. Fue en el año 2008, cuándo John y yo teníamos 14 años, habíamos comenzado a salir. El mejor año de mi vida…

Lo extraño demasiado…

Denle like a dónde dice "vínculo externo" y verán cómo se vistió la rayis:)