capitulo 6

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Fue rápido, demasiado rápido; las semanas de frustración y deseo

contenido culminaron en esa mutua explosión. Lali yacía muy quieta,

acurrucada contra él, con la mejilla apoyada en su pecho, que se

agitaba y contraía recobrando la normalidad.

—¿Contenta? —preguntó él con suavidad.

Ella asintió.

—¿Es siempre así? —preguntó Lali con voz apacible.

Peter dejó de respirar por un instante, luego lanzó un profundo

suspiro.

—No. No siempre.

Ella notó el tono de extrañeza en la voz de su amante mientras

él se movía para agarrar la punta de la sábana y cubrir con ella sus

cuerpos.

—La, no eres una novata para...

—Nunca había sido así para mí antes —le confío ella en un

susurro.

Peter se incorporó un poco, apoyándose en un codo, para mirarla

a la cara, para descifrar su expresión, pero ella no se lo permitía,

presionando la mejilla contra el pecho de él, y el fotógrafo se rió

con suavidad, divertido por la timidez de la joven.

—También ha sido bastante especial para mí, nena —declaró él con

voz emocionada—. Estaba seguro de que sería especial —continuó—.

Pero no tan... espectacular. ¿La? —un súbito pensamiento hizo

tambalear su confianza—. ¿Has disfrutado? Quiero decir... ¿te...?

—Sólo he tenido otro amante antes que tú —lo interrumpió ella

con timidez.

—No quiero saberlo, Lali —replicó Peter con voz tensa—. No soy

partidario de intercambiar experiencias. Así que...

—No —ella se incorporó de repente, lo miró con ojos consternados

y le puso un dedo en los labios—. No, esto es importante para mí.

Por favor, escúchame.

Peter lanzó un suspiro resignado y el enfado se desvaneció un

poco de su rostro.

—Yo tenía veinte años y era muy ingenua... todavía lo soy —

continuó ella—. Él era un joven actor, vanidoso y egocéntrico —dijo

Lali, y su boca se torció en una mueca desdeñosa—. Y un completo

egoísta.

—¿Estás tratando de decirme que nunca...?

—No soy tan ingenua —replicó ella—. El ego de él era demasiado

grande para dejarme ir... intocada por su «amor». ¿Me entiendes? —

Peter frunció el ceño y Lali suspiró, deseando no haber comenzado

eso—. No tiene importancia, olvídalo —murmuró—. Ha sido una tontería

novela laliter a través de tus ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora