Levántate y baila (Harry Styles)

Me encargaré de ella

 Creo que estoy perdiendo la cabeza -Don't Let Me Down, The Chainsmokers ft. Daya.

Allyson

Creo que mi cordura me está jugando una mala pasada, el chico que grita problemas está frente a mí. Su mirada amenazante cala hasta en lo más profundo de mi ser, me examina detenidamente, puedo ver que algo cruza sus facciones, pero, así como llega se va.

También lo examino y reparo en su figura. Textura delgada, buenas piernas —debería de sentirme humillada ante las suyas—Cabello castaño rizado con aspecto ser tan suave como la seda, este le llega hasta los hombros. Sus ojos son dos esmeraldas pañosas sin brillo alguno, lleva en la ceja un piercing, da mirada tan penetrante y fría que deja al descubierto su aura oscura, está muy roto ¿Tal vez como yo? ¿Quién sabe? por último esos labios con forma de corazón rosados por el frío adornados con otro piercing. Es hermoso —y extraño—nota que lo observo más de lo debido por lo que frunce el ceño, miro mis manos apenada por el examen exhaustivo hacia su persona y ser pillada.

—Si ya terminaste de mirarme como una psicópata ¿Podrías darme el paso? no tengo todo el jodido día —ladra impaciente.

—Lo-losiento —tartamudeo con las mejillas encendidas, hago un asentimiento de cabeza hacia Thomas y este da paso al chico malhumorado.

Nos da una última mirada llena de fastidio cuando pasa por nuestro lado y abandona el lugar dando pasos furibundos — ¿Y este que se cree? —pienso.

—Que chico más raro —dice Grace —cada vez entiendo menos a los hombres.

—Ni que lo digas —concuerdo con ella —Llevemos estas flores a Caitlyn, no quiero estar aquí por más tiempo.

Harry

Él pequeño fragmento de la conversación entre Charlot y William, es lo que escucho apenas Laura me abre la puerta.

— ¿Ya has hecho la carta que le darás a Santa?

—He estado esperando a Harry para que me ayude papá, pero él me ignora —dice ella con un puchero.

Se detienen cuando notan mi presencia, la pequeña sonríe en un abrir y cerrar de ojos está abrazando mis piernas. La tomo entre mis brazos y la abrazo, sintiendo dulce aroma que siempre emana de ella.

— ¡Harry! Llegas a tiempo para que me ayudes a hacer una carta a Santa —chilla con ilusión mientras toma mis mejillas y las besa.

Una sonrisa llena de nostalgia se extiende por mi rostro, me permito echar una vista a la sala, aún no la han decorado. Suspiro y miro a la pequeña entre mis brazos.

—Está bien pequeña dile a Laura que busque papel y un lápiz.

Se desenvuelve de mis brazos y sale corriendo a buscarla, chillando lo genial que será escribirle a una carta a Santa.

—¿Estás seguro que puedes hacerlo? —interrumpe William impresionado.

Me tenso por un momento recordando que él aún sigue aquí, no puedo mostrarme como un blandengue frente a él. Así que carraspeo para liberar la extraña incomodidad que me asalta.

—Sabes que en algún momento pasaría, —digo resignado.

Asiente poco convencido. — ¿Escuché que querías hablar conmigo? —la sospecha no abandona su pregunta.