Levántate y baila (Harry Styles)

Noticias devastadoras

Allyson

Intentar despertar nunca había costado tanto como ahora, siento como si un auto hubiera pasado por encima de mí destruyendo cada hueso de mi sistema óseo. Cada respiración que tomo me cuesta tanto que duele como el demonio, los zumbidos de una máquina con un constante bip bip junto con los sollozos ahogados de alguna persona se empiezan a escuchar cada vez más cercanos, quiero que se callen, la cabeza esta por estallarme por el dolor punzante detrás de mi cráneo. Pero, entonces empiezo a recordar todo.

Los recuerdos llegan a mí como la velocidad de un rayo. Mi discusión con Matt por algo que ya casi ni recuerdo, Sarah llamándome luchando por que le prestara atención, el camión acercándose a nosotras y luego no recuerdo más.

Eso me da las fuerzas de abrir los ojos, pero lamento al instante de haberlo hecho ya que quedo cegada ante la brillante luz de la habitación en la que me encuentro, parpadeo varias veces obteniendo un ligero mareo por el olor a antiséptico que llega a mi olfato, después de acostumbrarme a la iluminación miro la habitación un poco, notando que las paredes son blancas, en la esquina hay mesita arrinconada con unas jeringas, algo que creo que es alcohol y algodones. A mi derecha se encuentra una ventana, me detengo un poco para observar mi cuerpo, noto que tengo muchos hematomas y hay varias vías pegadas a mi muñeca que están conectadas a distintas máquinas. Trato de incorporarme pero por alguna razón no puedo.

Me doy por vencida y termino de recorrer la habitación, reconozco a tres figuras que no se han dado cuenta aún de que he despertado. Carraspeo para llamar su atención y éstas voltean rápidamente, en un abrir y cerrar de ojos. Grace ya está abrazándome como si no hubiera un mañana, pero no dice nada, mi padre se encamina a buscar a una enferma o tal vez al Doctor, mientras que mi madre se encuentra sentada con la vista perdida y los ojos vidriosos.

— ¿Dónde estoy? —pregunto con voz apenas audible, siento la garganta tan seca como un papel.

—En el hospital. —responde mi madre tratando de sonar calmada, pero su voz se quiebra al final.

Frunzo mi ceño por la confusión, pero nadie mas dice nada  hasta que llega el doctor que está entre sus 40 y 50 años irrumpe en la habitación. Por fin creo que conseguiré respuestas a tantas preguntas arremolinadas en mi cabeza

—Señorita Allyson. —saluda cortés.

—H-hola. —tartamudeo sintiéndome algo nerviosa.

—Es un gusto verla al fin despierta, soy el Doctor Styles. —se presenta con una sonrisa cálida.

— ¿Cuánto tiempo he estado en este hospital? —Pregunto preocupada. — ¿Que ha pasado? ¿En donde está Sarah?

—Has estado inconsciente durante una semana, estás en terapia intensiva. —suspira con pesar. —Tuviste una fractura de cráneo, por lo que tu estado aún es crítico, pero sin embargo eres muy afortunada de seguir viva. —toma mi mano como si fuera a decirme algo que tal vez no me guste.

Toco mi cabeza y efectivamente llevo una venda en ella, trato de mover las piernas. Pero pareciera que no me pertenecen, les ordeno moverse y estas no producen movimiento alguno.

—Pero, ¿Por qué no puedo mover las piernas? —pregunto temerosa a su respuesta, comenzando a sentir sudor frió en  las palmas de mis manos.

—Aún no hemos podido descifrar bien lo que sucede, tal vez el golpe fuerte que te has dado en la cabeza haya afectado a tu habilidad motora —aclara tristemente. —Pero no es algo muy seguro debido a que se deben realizar estudios más a fondo, pero mientras tanto lamento informarle que usted estará invalida durante un tiempo indefinido.