Yo debería estar allí.

43 7 6
                                    


No te olvidare, siempre estarás a mi lado. Desde el día en el que te conocí, supe que podría amarte hasta el día de mi muerte- Never Forget You, Zara Larsson ft MNEK.


Harry

El Dr. Styles no puede atenderte ahora Harry me reprende por décima vez la recepcionista, a la cual se nota a leguas que no tiene acción desde hace mucho tiempo.

Victoria era más sexy hago una mueca. Supongo que eres más del tipo de William arrugo la nariz y salgo de ahí dejando a la recepcionista que ahora reemplaza a mi ex ligue.

¿Como se atreve? no puede hacerme venir aquí y fingir que está ocupado. Me adentro dando un fuerte portazo a mi auto, giro la llave dándole vida al motor para salir de este sitio que me tiene hasta la coronilla.

A la mierda William quería dejar de ser infantil y tomarme en serio mi trabajo por una vez en mi vida. Aprieto el volante hasta que mis nudillos se han vuelto blancos. Toda pista de la ciudad fue dejada atrás para dar paso a la vida silvestre.

Necesito llegar a esa vieja cabaña o no sé si pueda contener mi furia.

La bocina de un coche aproximándose me saca de mis pensamientos. Se dirige hacia mí apenas me da tiempo de girar el volante bruscamente.

¡Jodido imbécil! grito hacia el desperdicio de oxígeno que ha cambiado de canal y casi logra matarnos a ambos.

Respiro frenéticamente, aún por la adrenalina de querer girar e ir a partirle la cara a ese infeliz.

Giro hacia la entrada poco visible a orillas de la carretera. Bien susurro en victoria—. mientras poco a poco aparco en frente de un gran árbol con un muelle y una cabaña.

Doy una mirada fugaz hacia el asiento del copiloto, la carpeta del tal A.S que tomé de la oficina de William sin su permiso y planeaba devolver reposa allí. El idiota como que sí estuvo muy ocupado ya que no ha notado la ausencia de esta.

sonrío con malicia tomándola entre mis manos, cierro la puerta de mi coche. Subo las escaleras del porche para sacar las llaves de mis vaqueros e introducirme en la penumbra de lo que alguna vez fue una casa de campo feliz.

Me toma un tiempo acostumbrarme a la oscuridad, después de haber cerrado la puerta tras de mí. Busco el interruptor, cuando lo consigo lo presiono.

Hecho una vista a la sala silenciosa, con olor a humedad. Un juego de sofás junto a una mesa de café, amuebla la estancia y para completar una chimenea sin ninguna madera que quemar.

Los sillones individuales están polvorientos, una sábana blanca cubre al sofá familiar. Un escalofrío me recorre al recordar lo que sucedió allí, animándome a huir hacia la biblioteca.

Enciendo la luz y esta no tarda en volver a la vida con los estantes llenos de libros a los costados de la habitación. Un largo mesón de caoba se extiende con unos papeles polvorientos desordenados sobre de este. Más allá una pequeña oficina, detrás de la silla giratoria está el gran ventanal con cortinas polvorientas. Las escurro y me siento sobre el marco, juego un poco con el frio metal entre mis labios. Hasta que me decido, veamos quién es el individuo de las siglas A. S que se leen en la carpeta que reposa en mis manos


Allyson

Han pasado dos días desde que me dieron de alta, y no me han dejado ni un momento a solas desde entonces. Grace prácticamente se mudó hasta aquí, no es que me moleste, pero ha estado muy sobreprotectora.

Levántate y baila (Harry Styles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora