Único

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Ya no sabía qué hacer, estaba cansada de esperar, cansada de tener está sensación de vacío en mi interior.

Agotada de pensar siempre en esa misma persona, agotada de estar siempre en pensando en si fue un error o una bendición lo que pasó.

Pero solo sabía que si pensaba en ella podía llegar a volar, podía recordar esos ojos castaños claros casi amarillos a darles la luz, ella me hacía olvidar con aquella sonrisa provocadora...

Siempre fría pero a la vez cercana. Feroz pero tierna. Seria pero con su propio humor...

"...Adieu Chérie..."

Sus últimas palabras antes de desaparecer de mi vista.

Recuerdo como corrí, mis piernas me dolían y todo... Pero no la alcancé. Se libró de mí... de nuevo... esta vez cumpliendo su misión en aquel tejado matando una persona de mucha importancia.

Tras verla, tan cambiada y con el bando enemigo solo pude sonreír y preguntarme

"¿Alguien más se lo esperaba?"

Sonreí sin ser consciente de ello y por culpa de eso me descentraron de mis pensamientos.

-¡Tracer! –Enfoqué mi visión a una doctora peculiar. –Otra vez durmiendo aquí...

-Ya, lo sé. –Sonreí de forma excesiva. –Enseguida me pongo a ello, no quiero que tengas un Deja vu. –Salí corriendo en busca de Winston quien ya me estaba pidiendo posición, no sin antes detenerme ante el grito de Mercy. – ¿Qué se me olvidaba?

-Ten. –Dijo Pharah sonriendo ante mi despiste. – ¿Te vas a ir sin esto? –Mercy se colocó a un lado de Pharah mientras sostenía las vendas.

-Dios, mis gafas. –Sonreí como una niña pequeña. –Ya me estaba sintiendo de otra forma. –Me las puse enseguida. –Gracias, por cierto.... ¿todo bien? -Pregunté al ver esa herida.

-Tranquila, nada que la doctora no pueda curar, ¿verdad? –Sonrió de aquella forma a Mercy.

-Ahí tienes razón. –Le obligo a sentarse. – Vete antes de que Winston se quede afónico. –Sonreí alegre ya que podía escuchar al nombrado desde aquí.

–Anda vete, niña hiperactiva. –Riendo abandone aquella sala

Tras eso fui donde Winston y nos pusimos manos a la obra.

Y como si el destino me quisiese bendecir allí estaba al lado de Reaper, ambos con un punto de interés en el museo.

No pude estar más feliz, no paraba de reír, por fin estaba ella delante de mí aunque no pude decirle mucho solo...


"Pssst

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"Pssst... ¿Qué estas mirando?"

Con mi forma divertida, me peté de risa al ver su expresión de enfado y confusión.

En mi menteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora