En mi mente

Una araña en plena tecnología

Tras conocer a una persona tan sumamente irritante solo puedo decir que odio la tecnología.

Tener a joven de aliada solo hará que la vena de mi cuello explote, pero a la vez es lo que más me gusta.

Un día Sombra me la jugó, íbamos con un plan perfecto mi aliado de las sombras seguí el plan a la perfección, nadie sabía lo que estaba pasando hasta que ella entro en mi mirilla.

Como si nada hacía lo que quería, se tomaba su tiempo para jugar con los aparatitos y aunque todo el mundo la viese nadie duraba lo necesario, tan infantil y poco profesional...

Por mucho que suspiraba o intentaba decirle que avanzará a su posición, solo me buscaba y me sonreía. No podía quitarle ojo y ella lo sabía, ya que estaba memorice sus pasos y sus expresiones –ya que hacía demasiadas. – y entonces la puerta principal se cerró y perdimos conexión durante unos instantes.

Las arañas intuimos que puede pasar cuando hay peligro y nos encanta tener a nuestra presa bajo los hilos, pero en este caso otra persona prefirió hacer los suyos. Tramó el plan para hacer su chantaje y le salió demasiado bien.

Ahora estoy en su busca y captura, y porque preguntareis... Porque me debe la mitad de ese trato. Lo consiguió gracias a mí y aunque nos dio lo que queríamos no era suficiente, estaba sacando mucho más que el triple con lo que hizo y eso es lo que más interesa.

Nadie nos la juega por mucho que sepa de ordenadores una también puede aprender...

Así que abro mis mirillas, enfoco y allí esta. Sentada en un bar cerrando un trato por más tecnología, tan Previsible que incluso dan ganas de darse la palma contra la frente, Je ne comprends pas (No entiendo) ... como es que está ahora mismo en un sitio publico haciendo los intercambios.

Voy a ir a por ella, puede ser útil igualmente aunque hay que tenerla con más vigilancia.

Bajo por las calles y ahí está, vigilando que nadie la vea pero sin notar mis pasos por detrás. Dos giros y un empujón y la tengo apoyada en la pared.

Me fije que del susto Avoir la chair de poule (Tener la piel de gallina)

-A vale eres tu querida. –Suspiró recuperándose.

-Tan asustada mon chéri (cariño)... -Sonreí altiva como respuesta.

-Mira, no tengo tiempo ahora. –Se quiso ir pero la frene poniendo de obstáculo mi brazo, apoyándolo en la pared. –De verdad estoy en peligro ahora.

La primera vez que la vi asustada, esos ojos reclamaban fuerza que no tenían.

-¿En qué te has metido? –Pregunté algo desinteresada y mirando la entrada del callejón.

-No te importa eso, háblame por mensaje sabes que para contar conmigo es lo mejor.

-Lo hice hace días pero no me contestaste. –Mentí pero era la única forma de entrar en un interrogatorio. -¿Por qué no lo hiciste?

-Estuve ocupada, llevo días sin estar en casa... -Sonrió altiva tras acabar con su ironía. –Crees que soy tonta llevo trasplantado en mi cuerpo parte de un ordenador, para que tú me entiendas.... –Empezaba a estar inquieta y acabo apoyando su espalda en la pared. –Widow de verdad, tengo que irme.

Tal y como lo dijo, de verdad algo iba mal. Deje que pasará y la seguí con los ojos.

-¿De verdad tanto miedo tienes o es porque eres joven e inexperta? –Paró en seco y se giro a mirarme. -¿Vives lejos?

-¿Tú no eras una persona fría y profesional? –Preguntó con gracia.

-Me debes la mitad de ese trato. –Ella entendió enseguida a lo que me refería. –Si te pasa algo yo no recupero nada. –Me acerque a ella. -¿Vives lejos?