Sorprendido

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--¿señor Morgan?-- pregunta el doctor.

--si, soy yo--responde levantándose de su asiento--¿Cómo está mi hijo?, necesito verlo--.

--¿Podemos hablar en mi oficina?-- comenta el doctor.

El hombre muy preocupado accede a la propuesta del doctor.

El doctor necesitaba la información de lo ocurrido, ya que aún no sabían lo que le había pasado al niño.

Ambos se encaminan a la oficina. Al llegar el doctor cierra la puerta y le pide que tome asiento.

--Necesito que me comente sobre este incidente, ¿qué pasó?-- dice el doctor afirmándose del escritorio.

El padre con lagrimas en los ojos accede a contarle --A mi hijo lo invitaron a una fiesta de cumpleaños, yo sabía que él no se sentía muy bien luego de la muerte de su madre, se que es un niño pequeño, pero... le ha afectado mucho lo de mi esposa ya que falleció hace unos pocos meses-- el hombre comienza a llorar cubriendo sus ojos.

El doctor mira al hombre ofreciéndole unos pañuelos que se encontraban en su escritorio --Señor Morgan...se que en este momento se siente mal por la muerte de su esposa y por la situación de su hijo, pero necesito que me cuente más para poder ayudarlo ¿me entiende?--.

El hombre accede a la propuesta del doctor y secando sus lágrimas con los pañuelos continúa --hablé con él convenciendolo de que valla a la fiesta de cumpleaños de su prima... lo.. lo celebraron en un local a las afueras de la ciudad... pensé que era buena idea dejarlo ir...eso pense(en voz baja) -- nuevamente comienzan a caer las lágrimas sobre el rostro de aquél hombre.

El doctor con un nudo en el estómago y garganta habla con timidez--¿Se siente bien?, ¿necesita un vaso de agua?, ¿señor Morgan?-- esperando la respuesta melancólica de aquel padre, que guardo silencio hasta volver a continuar.

--Sí, si estoy bien-- luego mira al doctor y pide el vaso con agua que le había ofrecido anteriormente.

--¿Quiere continuar?-- dice el doctor.

Probando el vaso con agua y dejándolo en el escritorio accede a continuar --Fui a dejarlo a la fiesta, mi hermana me pidió que me quedara, y yo...yo accedí, solo porque necesitaba ver que mi hijo se estaba adaptando bien al entorno, mi hermana me pidió que la ayudara con algunas cosas y obviamente es mi hermana, había que ayudarla, y... la acompañé a la cocina-- el hombre se quedó callado durante unos segundos.

El doctor con mucha atención tomó su libreta y bolígrafo comenzando a escribir todo hecho importante que relataba el hombre, para completar el informe médico.

Luego de tomar su breve tiempo el señor Morgan siguió con la historia --la decoración del lugar era algo escalofriante... habían payasos por todo el lugar-- destacó el hombre.

El doctor tomó atención a aquellas palabras, anotando en la ficha médica.

--Creo que no fueron ni 5 minutos que me escape de la habitación, luego escuché un grito desgarrador...el grito de mi hijo el cual me llamaba y...y yo corrí a verlo-- el hombre siguió llorando esta vez fue diferente fue un llanto de dolor y rabia.

El doctor con los ojos cristalizados escuchaba atentamente.

--Al llegar a la habitación vi a mí hijo tirado en el suelo inconciente y sangrando-- comentó con palabras rabiosas --los malditos niños habían golpeado con todo a mí pobre Nicolás, en ese momento no sabía que hacer tome a mí niño lo más rápido que pude y lo traje aquí-- el hombre lloraba, y por dentro estaba maldiciendo a todo el mundo.

El doctor sorprendido y afectado por lo relatado comentó--¿niños?-- el doctor muy atormentado le pidió que se retirara.

El hombre no accedió y pidió que le diera noticias sobre su hijo.

El doctor casi en choc dijo --Su hijo se encuentra bien está estable pero tiene unas heridas muy graves--.

--¿Cuándo podré verlo?-- preguntó el padre.

--En este momento no puede verlo pero mañana lo llamaré para avisarle sobre el horario de visitas-- el doctor sale de la habitación dejando sólo al hombre hundiéndose en su agonía.

No Le Temas Al Payaso.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora