Unrequited •BillDip• [1]

22 {Maratón 2/2}

(Decidí subir el mismo día, no me aguanté. Cuenta como maratón Men. DISFRUTENLA!!!)

***********

-¿Así está bien Pino? -Preguntó mientras colocaba la manta en el suelo.

-Es un picnic, no una gala. -Rió el castaño.

-¿Qué sabes tú de galas?

-Quizás más que tú.

Iniciaba el verano...

Esos días cálidos con viento cálido y esos restos de primavera aún persitían.

Como el verano ya había llegado, el año universitario se les había pasado muy rápido a decir verdad, y ya estaban a sólo una semana y media de darle la bienvenida al merecido descanso.

Bueno, y tal como en los viejos tiempos, los ánimos volvieron a reestablecerce entre Bill y Dipper.

Habían pasado unos meses desde que se reconciliaron en el campus luego de esa pelea grupal que hubo.

A nadie le gustaba recordarlo mucho, había sido un mal rato, y sin contar en los problemas que se habían metido las cinco personas...

Pero eso es historia pasada.

Hablemos de ahora, de cómo su amistad se fue fortaleciendo cada vez más hasta llegar al punto de que nadie supiese de ellos un fin de semana entero, o un feriado.

Ambos se habían juntado para charlar ese fin de semana, y además coordinarse para la última junta estudiantíl del año, que sería dentro de una semana.

-Bill, tengo que volver a casa temprano antes del anochecer, tengo alguna tarea que-

-¡Relájate Pino! -Interrumpió. - Tú y yo sabemos que no hay tal tarea. Deja de preocuparte por tu hermana un segundo, mi hermano es un buen tipo ¿Sí?

-¡Lo sé pero me preocupa! ¡Mi hermana no había tenido novio desde hace mucho!

-Desde que empezaron a salir no has sido más que un hermano sobreprotector con ella. ¿Cómo es que nosotros si podemos salir y ellos no?

-La diferencia es que ellos son pareja. -Dijo en un tono obvio.

-¡No oigo nada, la la la!~

-¡Qué inmaduro eres Bill! -Rió fuertemente.

-¡Qui inmidiri iris Bill! -Dijo imitando al castaño, colocándose la gorra de Pino que ese día habia llevado consigo.

-Devuélvemela rubio.

-Ven por ella Pino. -Dijo alzandola, provocando que el castaño se lanzara sobre él, quitándosela entre risas.

Ambos hablaban de lo que se les cruzara por la mente.
Al igual que antes, ya no escondían secretos. Todo ya era normal y podían ser ellos mismos una vez más.

La tarde pasaba, y ahora habían decidido tener otra conversación sería, pero ésta vez con ambos conscientes.

-Pino ayer me dijiste que hablaríamos de lo que sucedió cuando fuimos a la fraternidad. ¿Recuerdas?

-Si. Lo recuerdo.

-Vamos quiero saber. ¿Qué pasó después de que me emborraché?

-Si tú me dices por qué te emborrachaste.

-¿Para qué?... -Murmuró con pereza.

-Billnacio... -Le dijo en un tono desafiante, entrecerrando los ojos.