Me Debes Un Beso

Sábado en la mañana

Desperté de golpe por un pequeño rayo de luz que me daba en la cara, no quería despertar, y entonces empecé a recordar ¿Cómo me quede dormida la noche anterior? ... recuerdos con Zac, así me quedé dormida anoche -  ¡genial!.
Decidí levantarme y bañarme antes de tomar desayuno, aún eran las 8 de la mañana así que todavía tenía tiempo.
Salí de mi cuarto y pase por mi sala, me sorprendí porque aún mi mamá no estaba despierta, entonces entre al baño y me metí a la ducha. Mientras me bañaba recordé que no había llamado a Daniela para decirle donde la veré, me dije - bueno ya lo harás luego.
Saliendo del baño me encuentro con mi pequeña hermana de 2 años, ella alegraba mis días cada vez que la veía.
- Hola, mi princesa hermosa ¿Cómo estás?
- Hola - me saludo con un beso y se fue corriendo para la cocina.
Decidí seguirla y me tope con mi mamá
- Buenos días mami - le di un beso en la mejilla - Recuerda que saldré más tarde, no lo olvides.
- Buenos días hija, está bien pero me ayudas con el almuerzo
- Ya, ahora bajo.

Mientras subía para mi cuarto oía pequeños pasitos que sonaban tras mío, al voltear me di cuenta que era mi hermana mirándome y sonriendo.
- Gordita, me vas a matar de un susto, ven, ya vamos - y ella solo me siguió.

Ya en mi habitación estaba planeando que ponerme, y mi hermana no ayudaba porque jugaba en mi cama. Entonces, decidí por un short azul y una blusa blanca - era verano y moría de calor -  y con mis zapatillas azules, caerían bien.

Mientras me cambiaba y me alistaba, retomé el pensamiento de hace un rato, ¿por qué recordé a Zac? Ya se cumplían un mes de nuestro rompimiento, entonces empecé a dialogar sola...

- Sé que no lo extraño porque no siento nada por él, después de todo lo que hizo lo nuestro no tenía para más, después de todo él y yo habíamos cambiado, no éramos los mismo que iniciaron la relación, pero por otro lado viví buenos momentos con él, ya debería de dejar de pensar en él, hoy saldré con Daniela y he decidido pasarla bien con ella.

Después de bajar lista con mi hermana para ayudar a mi mamá con el almuerzo, había llamado a Daniela para encontrarnos en el parque que estaba a 15 minutos de mi casa, era un lugar tranquilo donde se podía conversar, a parte que cerca había un centro comercial así que podíamos ver alguna ropa o ir a comer algo si deseábamos.

Luego de almorzar con mi mamá, mi hermana y mi hermano, estaba a punto de salir y mi hermano me pregunta:

- ¿A dónde vas a ir? - mi mamá estaba con mi hermana, ya que aún no terminaba de comer.

- Voy a salir con Daniela al parque y al centro comercial, tal vez al cine, aun no lo sé.

- ¿Y quién es Daniela? - mi mamá le hizo un gesto a mi hermano como diciendo, ya deja de preguntar.

- Una amiga del colegio, en serio, ya me voy - lo dije un poco molesta porque siempre suele preguntarme antes que salga.

- Está bien, no te demores -  dijo mi hermano, y todos nos empezamos a reír.

- Sí, mamá sabe que llegaré a las 8 o antes - le respondí

Mi hermano tiene 10 años, y es un celoso, pero lo quiero, aunque a veces es un molestoso, pero qué puedo decir, somos hermanos y solemos molestarnos y hacernos bromas.

Llegué al parque y vi a Daniela que justo estaba entrando al parque, decidimos sentarnos a conversar porque necesitaba decirle algunas cosas que habían pasado.

- ¡Daniela! - la abracé y le di un beso en la mejilla

- Adela, como si no nos hubiéramos visto nunca - me dijo.

- Una queriendo ser cariñosa y así me tratas - me hice la resentida y me reí.

- Bueno entonces que tienes planeado que hagamos - me dijo sonriendo.

- Primero tengo que decirte lo que pasó con Zac cuando terminé con él.

- ¿Qué?, no me digas que han regresado, ya llevas tiempo perdonándolo por nada Adela - me dijo seria.

- No es eso, solo que después que yo terminara con él, a la semana más o menos me vino a buscar a mi casa, me dijo que no me quería perder, que estaba cambiando, que se ha dado cuenta de la persona que soy, y hasta se puso a llorar e hizo que llorara, nunca lo he visto así pero yo estaba decidida a que no íbamos a regresar, y le dije que no, y no te imaginas cómo se puso - le dije en resumen lo que sucedió porque no quería recordar ese momento.

- ¿Qué hizo? no te hizo nada malo, ¿verdad? - me dijo preocupada.

- No, pero como me negué a regresar con él, se enojó y me empujo, entonces le pedí que se fuera y se fue molesto y un poco avergonzado - terminé de decirle esto y Daniela me abrazó.

- Adela... bueno, pero ya estás más tranquila, ya todo ha pasado.

- Sí, bueno, mejor vamos a comer algo, acabo de almorzar hace un rato pero quiero algo de chatarra - me reí.

-Está bien, entonces vamos por una pizza.

- Genial, me leíste la mente.

Entonces, empezamos a caminar cuando ella se detiene un momento y saluda a un chico, lo miré y se me hacía conocido pero no sabía exactamente quién era, decidí seguir caminando hacía el restaurante, aunque antes que de otro paso más, Daniela me llama y regreso donde están ellos.

- Adela, ¿te acuerdas de Matias? cuando estudiábamos en el instituto de inglés hace meses atrás, creo que noviembre, no recuerdo bien.

- Oh ya - recordé quién era, en realidad Daniela me lo presentó un día y fue un hola y adiós porque, a pesar que lo veía por los pasillos del instituto, no lo saludaba porque no era mi amigo ni nada - Hola Matias, ¿verdad?

- Sí, hola Adela - se acercó a darme un beso en la mejilla.

Entonces de pronto oí a mi amiga que decía que Matias también nos acompañaría a comer la pizza, en mi mente dije - ¡genial! - la verdad que no quería otra compañías más en ese momento, solo esperaba pasar tiempo con Daniela; además,  que nos acompañara  y no lo conociera tanto me hizo sentir un poco incómoda; pero bueno, es amigo de Daniela y si se lleva bien con ella, supongo que igual conmigo. Entonces, empezamos a caminar los tres cuando observo que Matias miraba hacía a mí, y Daniela estaba callada.

- Disculpa, ¿dijiste algo? - estuve tan metida en mis pensamientos que no me percaté que me estaba hablando.

- Sí, ¿Cuándo es tu cumpleaños? - dijo Matias sonriendo.

- ¡Ah! 1 de setiembre - sonreí levemente, no sabía qué más decir cuando de repente el contestó

- El mío es el 9 de abril - sonrió y todos nos empezamos a reír porque notábamos que era un poco incómodo todo esto.

Entonces Matias tuvo una idea para que este momento no sea tan incómodo... entre mis pensamientos me decía a mi misma - Matias es simpático - y cuando me di cuenta del pensamiento lo miré y me reí sola - en serio no debería de pensar en eso en este momento.