Bendita Pizza

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Al fin entramos al restaurante y estábamos charlando qué íbamos a comer, si una hawaiana o una americana, no era tan sencillo porque en realidad todos estábamos de acuerdo si era una o la otra, por otro lado Matias empezó con su idea.

- Creo que para que no sea tan incómodo está situación podríamos jugar verdad o reto, claro si les parece.
- No sé si sea una buena idea - dije mientras miraba a Daniela, en realidad por la verdad no tengo ningún problema pero los retos, la verdad que no sabía que me tocaría hacer, así que tenía un poco de miedo.
- Bueno, creo que es una buena idea Adela, quiero decir que es divertido en cierta parte y ayudaría a conocernos un poco más y por igual claro - dijo Daniela, que se reía porque sabía que ya no podía decir que no.
- Entonces primero pedimos la pizza y hasta que nos traigan el pedido vamos conversando - dijo Matias, que tenía una bonita sonrisa en su rostro.

Por un momento me dije a mi misma - en serio has pensado eso Adela, ¿su sonrisa? - me reí para mi misma y decidí seguir la conversación con ellos.

- Creo que podemos pedir la pizza hawaiana - dije, porque en realidad tenia ganas de comer esa pizza.
- Pero podíamos pedir una que lleve la mitad americana y la mitad hawaiana - dijo Matias.
- ¿Acaso se puede hacer eso? - dije inmediatamente.
- Sí, sí se puede - dijo Matias, mientras llamaba a la mesera para pedir la pizza.
- Entonces hagamos eso, y ¿por qué no lo dijiste antes? - dije un tanto dubitativa.
- Solo que creí que había la posibilidad de ponernos de acuerdo - se río y nos miró a las dos.
- Bueno, pero te diste cuenta que no se pudo - lo miré y nos reímos.
- Entonces, ¿empezamos con verdad o reto? - dijo Matias luego de pedir la pizza y la gaseosa.
- Está bien - dijo Daniela, y yo solo asentí algo temerosa.
- Entonces ¿verdad o reto? Adela - Matias me miró y sentí que mis mejillas se ponían un poco rojas.
- Verdad, supongo - dije de inmediato.
- Está bien, Daniela ayúdame con la pregunta - dijo y empezaron a conversar qué pregunta me harían, mientras yo trataba de descifrar qué me podrían decir.
- Bueno, ¿cuál es tu pasatiempo favorito?, no íbamos a empezar con una pregunta difícil, así que deja de preocuparte - dijo Matias mientras me miraba y sonría.
- ¿Quién dijo que estaba preocupada? - lo dije un poco desafiante pero me reí.
- Bueno Adela, contesta pues - dijo Daniela.
- Pues digamos que me gusta leer mucho y ver películas, pero por otro lado me gusta mucho bailar y cantar, y bueno, antes escribía pero ya no lo hago como antes - dije rápidamente, y vi que Matias estaba con una cara de curiosidad y Daniela me miraba un poco sorprendía, con cara de "no sabia eso".
- Bueno Daniela lo de escribir si sabías ya, no te hagas la loca que no sabías por favor, me has visto - la mire y me reí con ella.
- Entonces, ¿qué tipo de películas te gusta ver? - dijo Matias un poco curioso.
- Creí que estábamos jugando - lo miré un poco tímida y me reí - pero puedo contestarte sin problema, bueno me gustan las de acción, comedias, románticas también, ciencia ficción y suspenso, el terror no porque en realidad si me da miedo, a pesar que sé que no es real - noté que Matías quería decir algo y predecía que podría decir así que me quedé callada y él tomo la palabra.
- Pero si las de terror son geniales, ¿por qué miedo? - me dijo sonriendo.
- Es que luego no puedo dormir y es difícil - le dije riéndome al recordar la última vez que vi una película de terror y demoré horas en dormir.
- Está bien, entonces ahora dime que libro te gustan leer - preguntó de nuevo.
- Daniela, ahí viene nuestra pizza y la gaseosa; Matias te puedo contestar luego por favor - lo miré y asintió con la cabeza.

Empezamos a cortar la pizza, cada uno escogió su trozo de pizza y de un momento a otro nos encontrábamos comiendo, conversando de la escuela, cosas del instituto y también el de por qué cuando conocí a Matias no lo salude luego de que Daniela me lo presentara.

- En realidad no sabía si saludarte o no, es decir no tenía por qué ¿creo?, y siempre estabas con tus amigos, a parte que amigo mío no eras - dije tratando de explicar lo que me preguntó.
- Pero igual Adela, tú me mirabas a veces - me dijo rápidamente.
- Te miraba a veces y era por eso, no sabía si saludarte o no, nada más - me reí y dirigí mi mirada a Daniela.
- Daniela, ¿verdad o reto? - ya íbamos a terminar con la pizza y quería que al menos ellos también jugará y no sólo yo.
- Verdad - dijo Daniela y Matias me miró como diciendo que ya tenía la pregunta.
- ¿Tu primer beso a que edad fue? - dijo Matias y me reí para mi misma porque conocía a Daniela y sabía que no contestaría.
- ¡Hey! No que al inicio serian preguntas fáciles, no pienso contestar eso - dijo rápidamente.
- Pero aceptaste a decir la verdad, entonces contesta - dijo Matias y yo solo reí y dije - Mejor olvidemos eso, admito que no ha sido incomodo así que mejor vamos a pagar e irnos porque ya son las 7:00.
Todos estuvimos de acuerdo y nos fuimos del lugar. Ya estando afuera nos despedimos de Matias, en realidad fue muy extraño toda esa tarde, es decir Matias es simpático, es alto, digamos que 1.70 aproximadamente, cabello negro ondulado, ojos marrores oscuros y usaba lentes, que para ser sincera le sentaba muy bien, y la forma en como se vestía era algo que, digamos, atraía, tenía manos grandes y sus dedos gruesos, en realidad sí me quede viendo un rato sus manos, digamos que sí lindo pero... debería de dejar de pensar en él, ya lo estoy describiendo y ... no quiero que me empiece a gustar.

Daniela y yo nos fuimos juntas, la conversación del camino fue más sobre el instituto ya que queríamos estudiar en el mismo horario y entrar en el mes que viene, marzo.

Y así fue como llegamos a mi casa y antes de irse me preguntó.
- Adela, ¿te gusta Matias? - me miró con cara dubitativa.
- No para nada Dani, es decir si es simpático, pero no, tiene bonita sonrisa, sus ondas en su cabello, quiero decir que sus rulos son bonitos pero - la miré y me encontré con una mirada diciéndome "si te gusta" -  no lo sé Daniela, me ha caído muy bien pero no me puede gustar, no ahora, no sé y no le digas nada, ¿está bien?.
- Está bien Adela, pero yo creo que si te gusta eh - me dio un beso en la mejilla y se despidió - Ya hablaremos mejor de todo esto, adiós.

Ya en casa vi a mi familia a punto de cenar entonces me uní a ellos, vi que mi papá llegaba del trabajo y lo saludé, solo lo veía en las mañanas antes de ir a trabajar, en las noches y los domingos que estaba todo el día con nosotros, entonces empezamos a  comer y en mi pensamiento aún seguía Matias, en realidad - me dije para mí - tengo que dejar de pensar si me gusta o no porque eso hace que este en mis pensamientos.

Y así terminó mi día... así, un poco confusa con todo lo que había sucedido... y lo que acabo de ver en mi celular me revela que será un sábado y domingo un poco más confuso...

Me Debes Un BesoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora