CAPÍTULO 3
SkylarYa había oscurecido cuando volví a casa, entré ruidosamente para avisar que había vuelto sin necesidad de hablar, cerré la puerta de una patada y corrí escaleras arriba para después encerrarme en mi habitación, azotando la puerta del mismo. Se escuchaba la voz de mi tía gritando al teléfono desde la sala de estar, como siempre.
Tengo dos grandes maletas en una esquina del pequeño cuarto, sólo me falta guardar unas pocas cosas más, no tengo mucho por dos razones:
La primera, limito mis gastos lo más que puedo para cuando llegue a NY.
La segunda, en este cuarto no cabe nada.
Además, por muy frío que pueda ser Maine, la casa de la tía Mei por alguna razón siempre ha sido muy caliente, lo que puede considerarse algo bueno, exceptuando mi opinión, me estoy muriendo de calor en este diminuto cuarto. Abrí la ventana y saqué la cabeza a través de ella, pocos carros transitaban la calle y sólo unas cuantas personas salían a caminar a estas horas y con este clima. El viento revolvía mi cabello frente a mi cara y me refrescó totalmente.
Volví a lo que estaba haciendo, empacar lo que queda. Guardé mi laptop en su mochila junto con un montón de cables, libros, hojas, entre otras cosas.
Revisé de nuevo los cajones para asegurarme de que estuvieran vacíos, debajo de mi cama tampoco quedaba nada y había descolgado todo lo que adornaba las paredes. Estaba lista.
Nunca me había mudado de casa antes de moverme con la tía Mei, a veces, cuando era niña, me gustaba platicar con mi familia acerca de conseguir una nueva casa, más grande que la que teníamos, con un enorme jardín donde habría una piscina y juegos como los que visitaba en los parques cercanos, pensaba que tener toboganes en vez de escaleras y dulces en vez de canastas de fruta sería lo mejor, además deseaba tener una entrada secreta a mi habitación, que además tendría sistema de seguridad y un ventanal enorme, desde donde podría ver el cielo y las estrellas cada que quisiera.
Extraño aún esos tiempos, cuando todo era perfecto para mí, tenía lo que necesitaba y no podría haber tenido una mejor infancia.
Interrumpieron mis pensamientos un par de golpes en la puerta.
-Pasa.
Mi tía Mei entró al cuarto, con el aspecto de siempre, excepto que no tenía su típica mirada fría.
-Hola, Skylar.
-Hola.
-Bueno... Sólo vine a decirte que... Espero y mañana llegues bien a tu destino y espero que tu vida cambie por bien, sé que sabes lo que haces y me alegra que puedas por fin tener una vida que te agrade.
-Gracias.-fue lo único que pu pude decir, después bajé la mirada y me quedé contemplando mi celular entre mis manos, esperando a que algo pase.
-¿Tu amigo confirmó que vendría por ti?-preguntó mientras hacía movimientos nerviosos con las manos-Sabes que no podré estar mañana contigo, por eso digo esto hoy, pero...-se detuvo un segundo e intentó mirarme a los ojos, pero de inmediato bajó la mirada de nuevo al piso-En fin, será mejor que descanses. Que tengas un buen viaje, nos volveremos a ver.-concluyó acercándose para darme un pequeño abrazo antes de salir por la puerta y cerrarla detrás de ella.
Inesperado. Es lo más lindo que he escuchado decir a la tía Mei.
Pensé en seguir su consejo y dormir, pero el simple pensamiento me decía que no lo hiciera, así que decidí volver a la ventana. Me senté en el piso y coloqué mis brazos en el marco de la ventana, estaba frío, pero eso necesitaba, a pesar del aire que corría ahora por la casa, seguía teniendo mucho calor, dejé descansar mi cabeza sobre mis brazos y me relajé.
Pensé en mis amigos, y en mi tía, fue increíble lo que hicieron ambos el día de hoy. Amo a mis amigos, son lo mejor que tengo aquí, y tal vez lo único, no quisiera dejarlos, pero necesito un cambio, necesito algo nuevo en mi vida, y no me puedo quedar por siempre aquí, prefiero salir, sé que fuera de aquí encontraré más, mucho más.
Dejé a un lado todos mis pensamientos "llegó el momento que tanto has esperado, ya terminó todo" me repetí a mí misma una y otra vez al tiempo que me levantaba y me acercaba al interruptor de luz, apagué las luces y me recosté en mi cama, me tapé sólo con una sábana y cerré los ojos, repetí la misma oración una vez más en mi mente y sonreí ligeramente, sentí en el lado que daba a la ventana de mi cara el fresco y ligero paso del viento acariciando mi rostro y me quedé dormida al sonido de los pocos carros que pasaban y el sonido de las hojas de los árboles agitarse levemente con cada oleada de aire que pasaba.
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El Reflejo De Mis Sueños
Teen FictionMe detuve en mis pasos, esa voz, tan dulce, tan segura, tan perfecta, esa voz que había escuchado antes se acercaba cada vez más... Entonces recordé. Era la voz que escuchaba en mis sueños. Nico Ya que su mejor amigo, Cameron, trabaja como guardia d...