"Contigo perdería el orgullo, la verguenza o tal véz la ropa, para mí es lo mismo."
—Jorge ArévaloAún en la oscuridad podía ver el contorno de su boca, líneas perfectamente diseñadas con el objetivo de ser la verdadera tentación humana, sobre todo de las mujeres ingenuas e insensatas, como yo.
—No importa que creas tener el derecho o no de llamarme así, no me gusta que me llames de otra forma, cuando me llamas por mi nombre me haces odiarte por que parece que lo dices con enfado o con repugnancia...
—Sí, tienes razón... ¿Y sabes qué? no tenía pensado estar aquí. De hecho preferiría estar en cualquier lugar que con una niña mimada y consentida, ¡como tú!
Se calló y respiró repetidas veces.
Como si hubiera estado aguantando la respiración por varios minutos bajo el agua.—No has respondido a mi pregunta. ¿Por qué no hemos cogido el coche? —Dije algo más calmada.—¿Por qué estas aquí después de todo? Pudiendo estar en cualquier lugar... Lejos de mi. ¿Por qué aquí?¿Por qué conmigo y no con cualquier otro miembro de mi familia? Dudo que yo pueda tener más importancia que ninguno de ellos.
—Pues, bien. En realidad hay dos historias. La primera historia es una tapadera, la segunda es la verdad.
—¿Cuál vas a contarme?
Él se rió amargamente y empezó a caminar de un lado a otro con los brazos cruzados y la mirada fija en el suelo.
—Todavía lo estoy decidiendo. —La risa abandonó su rostro cuando sus ojos se encontraron con los míos.
Esos ojos verdes se centraron en mis labios mientras se acercaba.Estaba congelada en mi lugar.
No podía alejarme aunque quisiera.
Y cuanto más cerca estaba de tocar mis labios, más quería que me besara. Otra vez.Mi lengua se deslizó fuera para mojar mis labios en el segundo que su boca cerró la distancia final entre nosotros.
Cuando su boca tocó la mía, me quedé sin aliento.
Su boca era tan diferente al aire que nos rodeaba.
Cuando todo estaba frío y húmedo, él estaba caliente, tan caliente y acogedor cuanto una chimenea en invierno.Sus manos acunaron mi rostro mientras su lengua se deslizaba más allá de la barrera de mis labios.
No me atacó, ni fue agresivo cuando me alejó de él.Yo estaba casi decepcionada cuando se retiró.
Los ojos de Dixon estaban entrecerrados, se acercó de vuelta y besó mis labios brevemente antes de volver hacia atrás maldiciendo.
—Lo siento.
¿Lo siento? ¿Él lo siente?
Me acababa de dar el mejor beso de mi vida, y lo sentía. Increíble.Avergonzada di un paso hacia atrás.
—Espera. —Su mano agarró la mía. — No quería decir que lo siento por el beso. ¡Joder!
Nunca he estado menos arrepentido por un beso en mi vida, ni por éste ni por el del probador.
Sólo lamento que lo use como una manera de conseguir que dejes de preguntar por qué estoy aquí.—Está bien. —le dije tratando de comprender su explicación.
Nuestras manos se entrelazaron.
El recuerdo de sus labios en los míos todavía me quemaba.Luché por mantener mi actitud indiferente cuando todo lo que quería hacer era saltar encima de él y rogarle que me besara nuevamente.'
— Estoy aquí porque tu padre se preocupa por ti, él quiere que estés a salvo aunque usted no lo comprendas.
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GUARDAESPALDAS (RETIRADA DE WATTPAD)
RomanceDISPONIBLE EN FÍSICO Y DIGITAL SÓLO EN AMAZÓN KINDLE. Tenéis disponibles en Wattpad 14 capítulos, si queréis ayudarme y comprarlo podéis encontrar el enlace en mi perfil. Amanda Taylor ha vivido, gran parte de su vida, bajo la protección de «los ho...