Capítulo sin título 3.

15 3 2
                                    

Camelia soltó su arma. Su traje se empezó a hinchar. Parecía mucho más corpulenta de lo que en realidad era. Corrió hacia mi dirección a gran velocidad, y me arrolló como si de un coche se tratase. Salí disparado unos metros y choqué contra una pequeña montaña de escombros. La chica apareció al lado mía y me pisó la cara con una fuerza de 300 elefantes. El escudo se debilitó un poco, pero si recibía otro golpe con la misma fuerza, probablemente no tendría tanta suerte. Rodé por el suelo para alejarme de ella. Me levanté y la disparé. Puso la mano justo en frente de donde la estaba apuntando. De su palma cayó un fragmento del proyectil.

-¿Cómo? Ese disparo debería haberte volado la mano.

-Exacto, debería, pero gracias a este traje blanco tan ajustado que llevo, no me ha pasado nada.

Mierda, un súper traje, lo que faltaba. Se iba acercando a mi poco a poco, mientras, yo retrocedía. Acabé resbalando y caí por el pequeño montículo. Gracias al escudo no me hice nada, pero Camelia ya había bajado.

-Aparte de resistencia, este traje me da un 100% más en velocidad, salto y fuerza.

Joder, estoy perdido... Me levanté del suelo y empecé a pensar una estrategia. No tengo nada que hacer, me gana en cualquier aspecto. Saqué entonces mi arma secreta, la espada Olg.

-¿Qué haces, idiota? Con un mango de katana o lo que sea eso no me vas a hacer nada.

-Oh, te equivocas hermosa, no es un simple mango, es la espada Olg, de hasta 40 Hendreds.

-Yo no veo ahí la hoja de tu increíble espada.

-Pues fíjate bien.

Del mango de mi espada salió a gran velocidad su hoja, la cual tiene 4 cualidades únicas : se estira todo lo que el propietario quiera, desde aquí mismo podría llegar a Marte, o incluso más allá, tiene una resistencia como pocas, no se cuántos Hendreds podría llegar a soportar, pero seguro que más de 50 , si se parte, se regenerará en pocos segundos y por último, si le marco un objetivo, la hoja le seguirá y le atacará hasta que muera o el propietario la mande parar.

-Acaba con ella, Olg.

Camilia esquivaba los golpes con dificultad, y aún así consiguió herirla un par de veces. De pronto, noté que el cañón de un arma rozaba mi cabeza.Era una de las tía de Heart Rock, Adele, creo.

-Dile a esa espada tuya que pare, o te vuelo la cabeza.

-Tengo el escudo, tu bala no me afectará.

-¿A esta distancia la soportará?

Mandé parar a la espada, y Adele retiró su arma.

-Ahora vas a contestarme a un par de preguntas.

-Depende.

-No era una pregunta, lo vas a hacer y punto. ¿Recuerdas cómo era el propietario de tu arma?

-Si, un jovencito, de unos 18 años, puede que menos. Moreno y con un brazo metálico.

-¿Qué estaba haciendo cuando lo mataste?

-Estaba en un tiroteo con otros tipos, los cuales eran mis amigos.

-¿Y cómo lo mataste?

-Le atravesé la cabeza con esta misma espada, jaja, todos sus sesos se quedaron pegados en la punta, que asco.

-No te pases, o serán los tuyos los que acaben esparcidos por el suelo. La última pregunta, ¿cómo has conseguido tanta munición de esa arma?

-La genero yo, cogí algunos cargadores y desde entonces hago muchas copias de los mismos con la impresora 4D.

-Muy bien, puedes irte por el momento.

Llegué casa y Chealse estaba poniendo la mesa.

-Vaya, has sabido despellejar las ratas y todo.

-Oh, si bueno, es parecido a despellejar un conejo, solo que con la cola más grande.

Comimos las ratas, Chealse decidió no poner la planta crecedera y la tiró. Tan solo pude cazar 2 ratas, una para cada uno, y me quedé con hambre.

-Voy a salir a ver si consigo alguna más, ¿te apetece venir o prefieres quedarte?

-Le acompañaré, me da miedo quedarme sola.

-Muy bien, pues lleva esto contigo.

Le di una ballesta Greix, muy ligera y rápida, perfecta para ella.

-Pero no se usarla...

-Mira, tensas la cuerda, colocas la flecha y con ese gatillo disparas.

-No me refería a eso, no se apuntar a algo en movimiento, y menos algo tan pequeño como una rata.

No pude evitar reírme a carcajadas.

-Que inocente, con eso te cargarías la carne de la rata, no sirve para cazar bichitos.

-¿Entonces?

-Ya lo verás a su debido tiempo.

Salimos de casa y nos dirigimos al alcantarillado, allí solía haber bastantes ratas, gatos, perros y de más mamíferos comestibles. Saqué un cuchillo y fui a investigar.

-Que mal huele...

-A callar niña, que después querrás comer.

Vi que en uno de los callejones asomaba el rabo de un perro, parecía grande.

-Quédate aquí voy a ver si puedo cogerlo.

Me acerqué lentamente, y vi que el perro estaba devorando algo, a un humano.

-Oh mierda...

La bestia se giró con trozos de carne entre sus enormes dientes. El animal debería medir unos 3 metros, y me estaba mirando con ansias de seguir llenando su estómago. Saqué a Olg y ataqué velozmente, pero el perro esquivó el ataque. Después, se abalanzó sobre mi, pero le disparé a tiempo en su increíble cabezota, esta estalló en mil pedazos y trozos de su cráneo rebotaban en mi cara y en el resto de mi cuerpo. Todo el callejón estaba bañado en sangre, y el cuerpo inerte del animal junto a mi.

-¿Se encuentra bien señor?

-Si, todo bien, parece que vamos a tener comida para un par de semanas más.



Every Light In The Sky Isn't A StartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora