No es que muera de amor, muero de ti.
Muero cada vez que mi piel pide una vez más tu tacto.
Muero cada que mi garganta se atraganta con los ruegos de tu nombre.
Muero cada vez que mis mejillas arden al imaginar tus manos en ellas, como antes.
Muero cada vez que mis labios exigen los tuyos. Exigen tus cálidos y falsos besos.
Muero cada que mis ojos te buscan en todas partes y al encontrarte se inundan.
No es que muera de amor, muero de ti.
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Pensamiento número...
RomanceSólo un pequeño libro de mis ideas, sueños y ocurrencias.