Capturando el corazón de Harry Styles. Adaptada

Capítulo 6

- No luces muy bien __- dijo Avan mientras cubría mis ojeras con corrector. Ambos estábamos en el taxi que nos llevaba a la oficina de Chad.
- Gracias por el cumplido- dije sarcástica.
- Y también estás de un humor terrible- agregó Avan.

-Bueno, sabes, aún sigo algo molesta por todo lo que pasó ayer –dije encogiéndome de hombros- las circunstancias me superaron y lo que menos quería es que Harry viniera a mi rescate como si fuera una dama en apuros.

-___ escúchame bien –dijo Avan mirándome- Harry no fue a verte porque estuvieras en apuros, fue a verte porque parte de culpa tenía, a fin de cuentas, las que se meten contigo son sus fans, no las tuyas, pero aparte de eso, si fue a verte, fue porque le importas, y ya es hora de que te lo metas en esa cabeza de nuez que tienes –dijo despeinándome y sacándome una sonrisa-

La verdad es que Avan realmente sabía cómo animarme. Fuimos a la reunión con Chad, quién después de sermonearme por mis ojeras y contarnos que teníamos que evitar el tema de Harry, pues no quería que le diésemos más bombo del que merecía. Por el momento decidimos aplazar las posibles entrevistas durante un tiempo, hasta decidir una estrategia y esperar a que las aguas se calmaran.

Abrí mi Twitter y las menciones de odio seguían, incluso había algún TT relacionado con Harry y conmigo. Una breve sonrisa salió de mi cara al ver cómo algunas seguidoras habituales del programa me defendían. De repente una llamada me sacó de mi mundo

- Así que Harry Styles. Nunca has tenido malos gustos, pero con este te has coronado ___ -dijo una juguetona Anna del otro lado del teléfono.

- ¡Oh Anna! Sí, yo bien, gracias por interesarte, ¿y tú? –dije irónicamente-

- Las formalidades nunca fueron lo mío y lo sabes –dijo riéndose- Por cierto, pasado mañana estoy en Londres, si quieres podemos vernos y nos ponemos al día.

- Claro, estoy deseándolo.

-Avisa a las chicas del Hotel –dijo riendo-

-Ahora mismo les aviso para que vayan preparando su suite, su alteza –dije riendo.

Cuando la carrera de Anna comenzaba a despegar, el círculo de amigas decidimos que la única forma de poder codearnos con ella sería montar un hotel, de ahí lo de chicas del hotel. Concretamente, seríamos el servicio del hotel, por eso nos llamábamos a broma las Hotel Service.

- Cielo, tengo que dejarte, que van a maquillarme para rodar una escena. Espero veros pronto, a ti y a las HS. ¡Te quiero! –dijo Anna con algo de prisa.

Apenas me dio tiempo a colgar cuando recibí una llamada de mi madre pidiéndome explicaciones de por qué todo el mundo del corazón, incluso en España hablaba de mí. Tras una media hora de conversación en la cual me sinceré con mi madre respecto a lo que sentía. Tuve que colgar la llamada. Estaba entrando al estudio. En la puerta vi a varias chicas con carteles. Mierda. Lo que me faltaba. Más haters.

Al parecer el karma no me odiaba tanto, resulta que esas chicas tan monosas no eran haters, todo lo contrario, eran Stoners, o así hacían llamarse las chicas que me defendían. No me lo podía creer, ¡tenía fandom propio! Esto ya sí que era increible. Estuve con ellas un ratito, haciéndome fotos, dándoles autógrafos, siguiéndolas en Twitter y diciéndoles que algún día las quería de público en el programa. Aquello sí que fue un golpe de aire fresco. Ahora sí que me encontraba con ganas de afrontar el día. Entré decidida a mi camerino, todo estaba tal y cómo lo había dejado el día anterior. Espera, aquí huele diferente. Me giré a ver el espejo.

No

Me

Jodas.

Un ramo enorme de rosas rojas estaba en frente de aquel espejo. En medio una bonita tarjeta escrita con una caligrafía algo tosca adornaba el precioso ramo.

"A partir de hoy, todas las lágrimas que derrames por mí, serán de felicidad, y aún así tampoco quiero que llores por eso. No les hagas caso, ni ellas ni nadie saben de nosotros. Suerte en el programa de hoy. Estoy deseando que tu sonrisa ilumine todo mi salón.

- Harry xx

pd. Cuando salgas, sigue el camino de rosas..."

Genial. Ha cumplido su palabra. Más lágrimas, pero de emoción. Al final el día iba a acabar siendo mejor de lo que prometía. Escribí brevemente a las HS para avisarles de los planes y me fui directa al plató donde tenía que empezar con los preparativos del programa.