Capítulo 8

184 7 0
                                    

Durante el trayecto en ascensor iba poniéndome cada vez más nerviosa, Harry se había tomado demasiadas molestias para ser una segunda cita, y no sabía qué es lo que me esperaba. En un tiempo demasiado corto a mi gusto, el ascensor soltó un pequeño ruidito y se paró, haciendo que el botoncito con el número 14 se iluminara. Al parecer había llegado a mi destino. 

Aún estando nerviosa y algo confusa, pude poner un pie fuera del ascensor para encontrarme con un papelito rojo en el suelo, con las manos algo temblorosas me agaché a recoger el papel, que tenía escrito con una letra algo tosca "Gírate". A los pocos segundos pude reaccionar y decidí hacer lo que el papel me pedía, para encontrarme con aquellos ojos verdes que tanto me gustaban, éstos iban acompañados de una sonrisa que derretiría los polos y unos rizos color chocolate que en ese mismo momento me moría de ganas por acariciar. Dios mío, Harry estaba guapísimo y yo no podía dejar de mirarlo embobada. Al ver que aún no podía reaccionar, Harry se acercó a mí y tomó una de mis manos con mucho cuidado, como si fuera a romperme.

- Bienvenida –susurró con su característica voz ronca, que volvía locas a millones de chicas. Suavemente fue depositando besos en mis nudillos, haciendo que me costara aún más reaccionar.

- Harry...esto es... -dije con un gesto señalando lo que nos rodeaba- demasiado...no tenías por qué haberlo hecho.

- Bueno –se encogió de hombros ligeramente- me apetecía darte una sorpresa después de haberte visto ayer así –dijo sin soltar mi mano anteriormente besada- créeme, siento mucho que mis fans no hayan sabido comportarse, tu no mereces todo ese odio

- No pasa nada Harry, ellas no tienen la culpa –dije clavando mis ojos en los suyos- simplemente como te dije, no estoy acostumbrada a recibir odio y menos por millones de chicas que me culpan por haberles robado a su ídolo, pero puedo llegar a entenderlas, al parecer todos vosotros sois una parte muy importante de su vida –dije sonriendo ligeramente.

- La verdad es que tenemos unas fans muy dedicadas –dijo sonriendo ampliamente- pero eso no les da derecho a meterse en nuestra vida privada ni herir a las personas que nos importan.

Tras esas palabras me daban ganas de salir corriendo y gritar. ¿Acaso Harry Styles acababa de decir que yo le importaba? Tras eso, solo pude limitarme a asentir sonriendo, mi cabeza no daba para más. Había sido un día demasiado desgastador.

- Ven, hay algo que quiero enseñarte –dijo entrelazando nuestras manos para llevarme hacia una de las ventanas- Procuraremos no asomarnos para no tentar a la suerte, después de todo, no queremos darle motivos a la prensa para que sigan escribiendo bobadas –dijo sonriendo ligeramente.

Me acerqué a la ventana sin asomar la cabeza y pude ver una de las mejores vistas que jamás había presenciado. Desde nuestra posición se podía ver todo Londres desde las alturas, incluso, si te fijabas en el horizonte, podías ver los barrios más alejados del centro.

- Esto es increíble, Harry, digno de ver, sin duda –dije con apenas un susurro

- Te dije que merecía la pena esta segunda cita –dijo abrazándome por detrás mientras sus manos se aferraban a mi estómago y apoyaba su cabeza en mi hombro –No te he dado las gracias por haber venido- susurró en mi oído y depositando un dulce beso en mi mejilla, haciendo que todas mis terminaciones nerviosas sufrieran un terremoto. Lo único que pude hacer fue cerrar los ojos y disfrutar de su tacto. Este chico me gustaba, y mucho, el problema era toda la carga social que suponía ser vista con uno de los chicos de moda más conocidos del mundo.

Pasados unos minutos en los cuales no dijimos nada, simplemente nos dedicamos a disfrutar de las vistas, Harry me llevó a lo que parecía la sala de estar de la habitación. Estaba rodeada de muebles sencillos pero modernos, nada demasiado ostentoso, pero tampoco demasiado barato. Pude ver como alguno de los adornos de la sala eran de oro. En el suelo se encontraba una alfombra que debería de valer más que mi casa, el sofá central que abarcaba gran parte del espacio era enorme.

Una vez dentro de la sala acaricié uno de los sofás con la mano que no era sostenida por Styles, la tela era muy suave, así debe de sentirse tocar una nube: suave y esponjoso. Esto me hizo comprobar algo que ya sospeché al momento de entrar en el ascensor, una habitación en este lugar debería de ser cara. Muy cara.

Cuando salí de mi mundo interior, me encontré sentada en el sofá, y con Harry a mi lado, mirándome tiernamente mientras una sonrisa se escapaba de sus labios.

- Ponte cómoda –dijo sin dejar de mirarme –tengo muchas sorpresas para ti, y espero que vengas con ganas de divertirte –sonrió al verme asintiendo- perfecto, ahora sí, empieza nuestra tarde, solo estamos tu y yo, sin prensa, fans, revistas, encuestas ni nada que nos distraiga. Tú y yo. Los dos.

Esta tarde pintaba mejor por momentos. Apenas había empezado y no me arrepentía de estar sentada en esa sala con decoración de colores beiges con uno de los chicos más alucinantes que había conocido en mi corta existencia. Seguro que jamás me olvidaría de esta cita. Vamos a por la número dos.



Capturando el corazón de Harry Styles. AdaptadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora