[En curso]
~Temporada 2 de "Adolescente Encubierta"~
*La novela contiene spoilers. Si no has leído la primera parte (Adolescente Encubierta) no leas ni la descripción*
La misión acabó.
La vida de la agente casi lo hace también, pero en su primera...
Me quedé serio al escuchar lo que Mike decía y la risa de Brad y Max.
—No es gracioso —hablé enojado.
¿Enojado? ¿Debería? Digo, Bridget y yo ya no somos nada... ¿no?
—No entiendo —comentó Mike confundido.
—Se llama Bridget... —rió Brad, sin poder terminar la oración.
—Ella y Matt salieron hace unos años y aún están enamorados pero no lo aceptan —completó Max.
Negué con la cabeza y miré por la ventana.
—Oh —murmuró Mike, arrepentido—. Lo siento, yo no sab...
—¡No te preocupes! —apuré a decirle, interrumpido—. Ya es historia. Ahora estoy con Diana.
Mike asintió con la cabeza sin estar completamente seguro de que yo lo había superado completamente.
—¡En serio! —aseguré.
—¿Estás diciendo que Mike puede salir con Brid si así él quiere? —preguntó Max, tratando de probar que lo que él había dicho era verdad.
—Sí —me obligué a decir.
Mike rió incómodamente rascando su nuca, Brad se cruzó de brazos y Max negó con la cabeza.
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Me senté al lado de Stacey y Max, con Whitney en frente y Paige a su lado. Brad y Mike le seguían a la morocha por el otro costado y Bridget y Max junto a ellos, Scarlett al lado de este último y Diana junto a ella.
—Te dije que no tendrías que haberte puesto camisa blanca —se rió Brad, retando a Max cuando se le cayó ensalada encima.
El pelirrojo rodó los ojos e intentó limpiarse con ayuda de Bridget.
Scarlett llamó al mesero y ordenó la comida asegurando que ella ya había almorzado aquí y que nos iba a encantar lo que había pedido.
Miré a Mike de reojo y me sorprendí al verlo charlar animadamente con Bridget. Tragué saliva y volví a ver a Stacey cuando ella golpeó suavemente mi brazo.
—¿Qué pasa? —preguntó confundida al observar al resto de la mesa, principalmente a Mike.
—Nada —mentí sonriendo.
—¿Seguro? —cuestionó.
Stacey me conocía demasiado bien; ella sabía cuando algo me molestaba o pasaba.
—Sí —volví a mentir.
Ella alzó una ceja, no me creía.
—¿Y qué tal tu familia? —pregunté, cambiando de tema—. ¿Tu hermana ya se acostumbró? —reí.
