"El comienzo..."

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Soy una chica de 15 años que lucha por sus objetivos, trato de que las personas siempre estén bien y siempre busco la manera en como ayudarlas.

Al principio, yo no entendía lo que estaba pasando, siempre que conocía a una nueva persona, lograba saber muchas cosas sobre ellas sin que me lo dijeran. Mi madre platicó conmigo y me explicó los temas que vimos anteriormente.

Desde el comienzo, se supone que yo no debí haber nacido, gracias a que la sangre de mi madre no era compatible con la de mi padre, pero por cuestiones desconocidas, mi madre logró tener un embarazo tranquilo y sin preocupaciones, la mayoría de las veces, en casos como este, la madre llega a abortar al bebé antes de tiempo, pero ese no fue el caso de mi madre, ya que se logró un parto natural, sin cesárea.

A los 3 años, descuidadamente resbalé de unas escaleras que daban a la azotea de mi casa y caí rumbo abajo, quedé inconsciente y me internaron por 2 días en el hospital de "La Cruz Roja".

Las probabilidades de que yo quedará con algún problema mental o simplemente sin poder caminar por el resto de mi vida eran de un 99% , pero afortunadamente, ese no era el destino que Dios puso en mi camino, sino que gracias a Dios, iba llegando un doctor de otro país que traía medicamento nuevo especialmente para lo que yo había sufrido.

Gracias a esto, ahora vivo una vida "normal" (lo pongo entre comillas porque poseo un "don" impresionante y para muchas personas esto no es normal.) con mi familia, amigos y conocidos.

He utilizado mi "don" para lograr ayudar a las personas, por ejemplo, tuve una amiga que era de las típicas personas que se cortaban las muñecas, pero ella no lo hacía por llamar la atención de los demás, solamente la de su madre. Esto lo sé porque tuve la oportunidad de lograr entrar en su mente para que me mostrara todo lo que ella estaba viviendo en ese entonces.

Lo que logré ver fue que, su madre, no le ponía atención, siempre se la pasaba recostada en el sofá mirando televisión e ingiriendo comida que sólo compraba para ella. A mi amiga, sólo le daba para llevarse a la escuela 25 pesos, de los cuales ella no se los podía gastar porque de ahí mismo debía sacar comida para ella.

Sus calificaciones no eran perfectas, ella pensaba que todos estaban en su contra y que todo lo que ella hacía no tenía caso, ya que no recibía por lo menos una caricia de su madre. Un día, llegó por detrás mio y me tapó los ojos, me dijo que no los abriera, extendió su brazo izquierdo y, con su mano derecha tomó mi mano izquierda y la pasó por su brazo izquierdo... ¡Todo su brazo estaba lleno de pequeñas cortaditas! unas mas grandes que otras, ¡Pero estaba repleto de ellas!, me asuste bastante, abrí los ojos y la miré fijamente, le pregunté: ¿Qué te ha pasado?, ella respondió: Una ventana se rompió y todos los vidrios volaron sobre mi brazo.

Al escuchar esas palabras, supe que no había sido una ventana, había sido una pequeña navaja de sacapuntas que recorrió su brazo en manos de ella. Me preocupé mucho por ella, no podía imaginarme llevando una vida como la que ella llevaba, simplemente, para mí lo más preciado es mi madre, ¿Qué haría yo sin mi madre?, ¿Qué haría sin su apoyo?, ¿Y sus caricias?, No pude pensar en nada más, me aventé hacia ella, la abracé muy fuerte y le dije al oído: "Nunca estarás sola, yo estaré ahí, para tí, sin importar la distancia, sin importar el tiempo, sin importar nada, yo seré el apoyo que no tienes, sé que esto no te regresará a tu madre y no me puedo igualar con ella, tampoco seré tu madre, pero creo que algunas personas necesitan por lo menos a una persona que confíe en ellas para que logren salir adelante, y yo quiero que salgas adelante, que triunfes y que cuando lo hagas, me sienta orgullosa de ti y de mi, porque sé que logré ayudar a una persona, que en algún momento de su vida, yo fui su todo, que fui la única persona en quien confió y que gracias a eso, ha llegado muy lejos". Ella se soltó a llorar, me abrazó fuertemente y me dijo: "Gracias, nunca nadie me había dicho algo así, enserio, muchas gracias."

Esas palabras fueron los gracias más sinceros que había escuchado en mi vida, desde ese día, yo emprendía un nuevo proyecto, ayudando a los que más quiero.

Mente AbiertaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora