Décimo Piso

capítulo 3

-Lo único que espero de la vida es poder verte de mas cerca, de abrazarte y compartir nuestra vida.
-Lo sé, pero no se puede, mi madre y mi peligro de que se me vaya el efecto de las pastillas para la esquizofrenia me lo impide.

*Flashback*
Tenía diez años y Alice estaba en su casa sola, le pareció oír un ruido por lo que bajó a la cocina a observar, pero no vió nada por lo que se dió media vuelta. En cuanto se la dió unas voces comenzaron a susurrarle al oido cosas ininteligibles y ella ya había comenzado a asustarse y se dió la vuelta, aunque al final deseó no habérsela dado, la escena que vió la dejó horrorizada, un hombre ensangrentado estaba matando a una mujer y cuando terminó con su vida comenzó a hacerse cortes a si mismo y a arrancarse la piel a tiras, pero el hombre paró de repente y comenzó a mirar a Alice. Alice gritó y subió las escaleras con aquel hombre persiguiéndola, todavía oía las voces susurrándole en los oídos como demonios que se metían en su cabeza, se escondió bajo su cama mientras gritaba pero vió que bajo su cama habia docenas de ojos rojos brillantes que la miraban. Decidió correr escaleras abajo y salir a la calle, los vecinos salieron y le preguntaron que le pasaaba, pero ella solo se podía esconder tras ellos gritando y señalando a aquel hombre que estonces salía de la casa corriendo y empapando el suelo de sangre, pero nadie vió nada.
Finalmente una vecina metió a Alice en su coche y la llevo al hospital, donde se descubrió que era esquizofrénica.
*Fin del flashback*

-¿No podría ir yo a tu casa?
-No vuelvas a repetir eso, podrías morir si vienes.
-¿Y qué razón tengo para vivir?
-Me tienes a mi, y yo te tengo a ti, tu eres mi soporte de vida y yo el tuyo, y esto continuará siempre así ya sea en la tierra, en el cielo o en la mierda.
-Te necesito Alice, no olvidaré nunca lo que mi padre me hizo a los trece.
-Nada se olvida Esther, pero recuerda nuestra promesa, nos alzaremos, y lo haremos juntas.
-Lo prometo.