Capitulo 4: Maldito bocón.
Zack.
Bien, les resumiré todo.
James, Theo y yo castigados con trabajo comunitario en la cafetería después de clases, durante un periodo de tres veces a la semana, o al menos así lo había dicho el director.
La única afortunada en salvarse fue Drey, "Porque es nueva, es su primera falta, y tiene argumentos más convencionales". De todas formas ninguno de los tres se atrevió si quiera a negarse o decir algo. En lo absoluto.
Observo como Drey sostiene mi carpeta de "ideas próximas" cerca de mi especie de biblioteca. Me toma un par de segundos antes de reaccionar y quitársela de las manos, a lo que ella me observa de manera indiferente, alzando una ceja y cruzándose de brazos.
—Así que... Zack.—ella se sienta sobre mi cama y cruza sus piernas de manera que esto le da un aire desafiante. — ¿Hace cuánto tiempo que escribes?
Bien, eso no me lo esperaba, pero me es imposible el pensar en que se ha enterado por mi carpeta, así que solo me queda...
¡Theo!, ¡Maldito baboso bocón!
Suspiro mientras camino cerca de ella.
Debo agregar que la idea de invitar a Drey a mi casa, fue por cuenta de Theo y james, los cuales me han llamado misteriosamente hace menos de diez minutos excusándose de no poder venir por atender otros asuntos. Exceptuando a Theo que me ha jurado por su vida que está enfermo.
Tampoco le creo.
—Yo... ¿Te lo ha contado Theo?
— ¿Qué?, pff, no.—me cruzo de brazos y la observo tajantemente mientras que ella ríe.—Vale, quizás el me haya comentado unas cosas por allí, pero eso es lo de menos, lo importante aquí es que ya no puedes negarte Z.
Y vaya que no puedo, estoy literalmente atado de manos, pero supongo que en realidad ya no tiene sentido ocultárselo, se ha dado cuenta gracias a su curiosidad y el pésimo intento de Theo por guardar secretos.
—Bien, lo admito, me gusta escribir.—alzo ambas manos en forma de tregua y me siento a su lado de manera que así pueda escucharme mejor.—Escribo desde muy pequeño. Cuando supe que era realmente lo que me gustaba, decidí que ya nada me importaba más que la escritura.
—Eres realmente bueno Zack. Tienes ideas claras, precisas, y sabes cómo expresarte. Si publicaras tus libros, ten por seguro de que yo los compraría todos.
—No tengo planeado publicar nada por el momento, pero gracias, aprecio mucho tu opinión.
Prefiero mil veces que mis obras queden ocultas. A pesar de que es lo que me guste hacer y me encantaría que tuvieran valor para otras personas, tengo muy claro el sentimiento de que para que mis libros sean tomados en cuenta debo ser alguien importante, porque así es la sociedad, si no eres alguien en esta vida simplemente no existes. Es una mierda, pero por desgracia es la realidad.
—Theo me ha contado lo de tu problema de "inspiración", y estoy más que dispuesta a ayudarte.
—Gracias, pero no acepto tu ayuda. La última vez que trate de recuperar, de cierta forma, mi imaginación, casi me muero atropellado por tu mamá.—hago una mueca, y en cuanto veo la sonrisa burlona de Drey en sus labios, tomo el peso de mis palabras.
— ¡Ajá! ¡Lo sabía!
No puedo retractarme, aunque con lo astuta que es, estoy más que seguro de que ella ya se había dado cuenta por sí sola.
O también es probable que Theo haya vuelto a abrir su bocota.
—Tranquilo, no le diré a nadie si prometes que después responderás todas mis dudas.
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One History For Him
Teen FictionAudrey Sellers, alias Drey, es reconocida por su actitud enigmática, extrovertida, graciosa y sarcástica, con una vida a lo estilo "Carpe Diem" y su infaltable forma de tratar de pasar desapercibida, sin embargo a mitad del semestre, se ve obligada...