Hipotéticamente Enamorada | YA EN FÍSICO POR EDITORIAL NARANJA

Capítulo 3

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— ¡Eso es increíble, me verás en primera fila, lo prometo! —exclama Ally, abrazándome fugazmente y luego susurra—: Debo ir buscando una vestimenta adecuada.

Niego con la cabeza divertida, viendo a mi amiga hablar sola por el pasillo sobre ropa adecuada.

—No irás a los Grammy, Ally —respondo buscando mi teléfono entre el desorden de mi cartera.

Sé que dije que no soportaría el desorden de mi amiga, pero nadie habló del mío. El mío es totalmente justificado, o eso intento creer.

—Es algo casi parecido. ¡Es tu primera presentación como solista! —exclama. 

Suelto una risita sin dejar de buscar el aparato que estoy segura de haberlo guardado aquí. 

—Amiga, si no miras tu camino puede que...

¡Aquí está!

En este momento me pregunto por qué mi amiga no pudo haberme dado ese consejo unos segundos antes.

No logro siquiera levantar la vista cuando mi cuerpo se ve estampado contra algo duro. Cierro los ojos fuertemente, esperando un golpe que nunca llegó.

—Comenzaré a pensar que lo haces a propósito —susurra y su aliento logra mover una par de hebras sueltas de mi rubio cabello. 

Siento unas manos sujetando fuertemente mi cintura, y aunque me niego a hacerlo, abro los ojos y lo compruebo. Sí, es Le'Brun.

—Oh, hacen una muy bonita pareja —al escuchar las palabras de mi amiga, frunzo el ceño.

De reojo logro ver como Le'Brun sonreía hasta que escuchó el comentario de Ally, luego frunce el ceño. Me incorporo, alejándome un paso de él y antes de poder agradecerle, voltea y se aleja de nosotras.

—Eso fue muy descortés —murmura Ally, asiento en acuerdo mientras observamos por donde se fue el castaño.

— ¿Qué miran?

Ambas damos un salto, asustadas, y volteamos hacia el dueño de esa voz.

— ¡No vuelvas a hacer eso! —chilla mi amiga, apuntándole con el dedo índice.

Logan ríe levantando sus manos en señal de rendición.

—Ya, preciosa. Lo siento —dice divertido.

Ally se cruza de brazos, en clara señal de enfado.

—Tú y tú amigo son unos desconsiderados y unos maleducados —responde mi amiga.

El rostro del pelinegro pasa a ser uno divertido a uno ceñudo en menos de un segundo.

—No te pases, preciosa —espeta y sin darnos otra mirada sigue el mismo camino que su amigo.

No sé que problema tuvieron estos dos en la semana pero no creo que eso justifique la forma de responderse. Sea lo que sea, no me voy a meter en eso. 

No quiero drama en mi vida, que para drama ya existo yo.

—Quiero ir de compras —dice entre dientes y voltea a sonreírme algo tensa. 

Sin responder la sigo hasta el estacionamiento.

—Nos vemos en el centro comercial —dice, entra en su auto rápidamente y de la misma forma se retira del estacionamiento.