OSCURIDAD

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Las gotas de sudor recorren mi pálida cara.

Solo oigo las pisadas de esos buitres que me acechan.

Empiezo a recordar aquella canción que vi en el libro de Lauren Oliver: Delirium

Si pisas raya tu madre estalla

Si pisas cruz te quedas sin luz

Si pisas un plato pasa algo malo

Mira donde pisas o si no morirás de prisa

Tututitu (sonido del móvil al recibir un Whatsapp)

Miro el mensaje: Cisnecito haz el favor de mirar hacia delante.

Hay dos hombres gorilas observándome. Fijamente.

Y a la calle de enfrente.

Hay más esmoquins.

Y por supuesto detrás tuya.

Eran los mismos hombres que había visto antes.

Escóndete en el restaurante que tienes al lado.

Hago caso a sus peticiones y me escabullo dentro de el restaurante chino.

Un hombre asiático se cruza en mi camino cortándome el paso y me abraza -Sígueme -me susurra.

-¿Perdón?

-Sígueme a no ser que quieras que te pegue un tiro.

-De acuerdo -mi voz tiembla.

-No mires atrás y camina -me ordena.

Le hago caso y le sigo.

La otras personas que comen tranquilamente apenas se han dado cuenta de mi presencia.

Cruzamos una puerta y entramos en la trastienda.

<<¿ Y ahora q...?>>

Noto un golpe brutal en la sien.

Y después...

Después todo se oscurece.    

El rastro de las Plumas Negras- EN PAUSADonde viven las historias. Descúbrelo ahora