Capitulo 27

41 3 0
                                    

SAMANTHA

Estaba en la cocina desayunando, ya estaba lista para ir al hospital, pero mi cabeza no dejaba de pensar en como podría hablar con Thiago, sabía que iba ser muy incómodo después de lo que paso y más aún por el mensaje que me mando, ni siquiera el sabía la razón de sus acciones eso me descolocaba.

-SAMANTHA --Pegue un pequeño salto y mire a Mailo a los ojos -¡Mujer pisa tierra! --Respiró profundo y me miro directo a los ojos.- ¿Te encuentras bien?

-S-Si claro que si --Desvíe la mirada al piso, Mailo me conocía muy bien se daría cuenta que le estoy mintiendo.

-No pareciera --Le da un sorbo a su café - Por cierto ¿como te va con Thiago? --Esas cinco palabras me dejaron muda -Samantha te hice una pregunta.

-B-Bueno la verdad me va muy bien --Le sonreí falsamente.

-¿Porque será que no te...--No terminó de hablar porque mi teléfono sonó, lo tomé y contesté de inmediato.

-Samantha ya estoy afuera.

-Hola Thiago ya salgo --Colgué el teléfono y mire a Mailo -Thiago ya llego me tengo que ir pero prometo que la próxima vez hablaremos, te quiero --Me levanté y le dí un beso en la mejilla, sin dejar que respondiera. 

Salí de la casa como alma que lleva el diablo y bueno ahí estaba él recostado de la puerta, mirando su teléfono, me quedé estática mirándolo por unos minutos, era tan hermoso que dolía, dolía ver que esa personita tan linda había sufrido tanto y que no lo pudiera ayudar. Me metí tanto en mis pensamientos que no me dí cuenta que había caminado y estaba enfrente de mi.

-Hola Sam --Lo mire a los ojos, esos hermosos ojos azules que hacían que perdiera la cabeza.

-Hola Thiago --Sonreí y caminé hasta el auto, me subí del lado del copiloto y él hizo lo mismo subiéndose del lado del piloto. Puso el auto en marcha sin decir nada, pero unos minutos después el silencio fue interrumpido.

-Sam quería disculparme de nuevo contigo, se que tal vez suena estúpido pero debo decirte nuevamente que no tengo una explicación concreta de porque actúe así, pero te prometo que cuando la tenga serás la primera en saberla --Yo sabía que lo que decía era cierto aunque me doliera.

-Thiago fui muy clara y sincera cuando dije que estabas disculpado así que deja de preocuparte, igual espero que algún día yo sepa la razón.

-Gracias Sam y te juro que tratare de buscarla lo mas pronto posible --Justo terminó de hablar y ya estamos aparcando el auto. Nos dirigimos de una vez al piso 3 en donde trabajaría. Fui hasta recepción y dije...

-Buenos días señora, soy la doctora Samantha Clark, ¿me podría indicar donde esta mi consultorio por favor?

-Ohhh claro claro, su consultorio es en el pasillo "A" segunda puerta a la izquierda.

-Muchas gracias --La señora asintió y me dirijo hasta donde me dijo, pero antes de entrar le hable a Thiago -Tienes que estar en la sala de espera, porque los pacientes no van a querer entrar --Suelta una carcajada y asiente.

Respiro profundo antes de entrar y voy abriendo la puerta poco a poco, quedándome impactada, el consultorio era demasiado hermoso, todo lo que yo había soñado, las paredes eran blancas, había un escritorio con tres sillas, y una pequeña sala al lado del escritorio donde haría las revisiones, todo era espacioso y no pude evitar soltar una cuantas lágrimas de alegría, por fin estaría haciendo lo que mas me gusta y no solo eso tenia el consultorio mas bello y soñado que cualquiera imaginara. Me instalé como es debido para después recibir a quien sería mi secretaria, era una mujer de mi tamaño, cabello castaño claro y ojos verdes.

-Buenos días señorita Clark mi nombre el Mariana --Estrechamos las manos y le regaló una sonrisa.

-Bienvenida Mariana por favor llámame Sam o Samantha, como te sientas mas cómoda, ven vamos a sentarnos para acomodar todo nuestro itinerario -- Mariana sonríe de oreja a oreja y me sigue.

-Usted también me puede llamar Mary --Asiento y le sonrió - Que bueno que me toco con usted, me caes muy bien, no puedo negar que al principio creí que eras una zorra --Solté una carcajada y luego la mire.

-Tu también me caes bien, por cierto nada de "usted" --Le dije haciendo comillas - ¿Y por te cause esa impresión?, ¿me veo como una zorra? --Hice una expresión de asombro.

-No lo digo por tu físico, la verdad no te había visto, lo digo porque la mayoría de las doctoras aquí son unas zorras --Mary hizo una mueca y yo solté una carcajada.

-Debieron ser bastantes zorras --Ella asiente repetidamente -Bueno ahora vamos a hacer lo del itinerario --Asiente y empieza a explicarme todo, yo junto con ella veo que es lo que más me conviene, arreglo como voy atender a los pacientes y en caso de una emergencia como actuar.

-Bueno ya hemos terminado --Dice con una sonrisa amplia.

-Si que bueno --Miro mi reloj -Ya es la hora del almuerzo.

-Si nos vemos a las 2:00 --Asiento y ella sale.

 Empiezo a guardar todas mis cosas cuando siento que abren la puerta, volteo al instante.

-Hola preciosa --Luke tiene una enorme sonrisa.

-Hola Luke.

-Bueno hermosa vine porque te quiero invitar a almorzar.

-Claro, no hay problema.

-Pero con una condición --Lo miro con el ceño fruncido -Que Thiago no vaya --Empece a negar repetidamente con la cabeza.

-Sabes que no puedo salir sin el --Suelta un suspiro y me toma por las manos.

-Anda linda -- Me suplica -Iremos cerca y yo te cuidaré, regresaremos rápido --Lo pensé unos minutos y debo admitir que me gustó la idea de molestar un poco a Thiago.

-Ok esta bien acepto --Sonríe de oreja a oreja.

-Vamos iremos por el ascensor solo para personal autorizado, para que Thiago no te vea. 

En un abrir y cerrar de ojos ya estábamos saliendo del hospital, y por lo que veo iremos caminando.

-Es cerca por eso iremos caminando --Es como si hubiese leído mis pensamientos y los aclaro -¡Llegamos!

-Que bueno --Estábamos a solo una cuadra del hospital, así que estaba un poco tranquila.

Entramos, tomamos asiento y nos tomaron la orden, hablamos de cosas triviales, mientras esperábamos la comida, mi teléfono tenía como 30 llamadas de Thiago y se me ocurrió hacerle una broma.

-Voy al baño --Luke asiente y yo me levanto y llego hasta allí, entro y empiezo a marcar su número, pero cuando iba a llamar, abrieron la puerta de una patada, me sobresalto y cuando voltee no podía creer lo que veía.

-Ja-Jasper --El sonríe ampliamente y sin previo aviso las lágrimas empiezan a salir de mis ojos.

Help to my heartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora