- como que se les escapo!!!- les dio unos totasos en la cabeza a cada uno, ellos se quejaron y lo quedaron viendo de mala manera-- no se porque se altera, si ya sabe perfectamente donde la podemos encontrar- reprochó uno de ellos-
- pero no es excusa- comenzaron a caminar rápido hacia los autos- muevanse-
- tres veces en una sola semana... Woo todo un récord- dijo sonriente pero dejo de hacerlo cuando vio las miradas de reproche de los demás-
- llamaré al Señor Pierce... Le dará mucha gracia esto-
En la puerta de la mansión se encontraba el señor Pierce esperando a los hombres de seguridad privada que había contrato.
- pasa algo? - Rachel, la mejor amiga de su hija lo saco de sus pensamientos-
- otra vez paso... No entiendo porque hace esto, porque se molesta tanto...
- yo tampoco la entiendo- se colocó a su lado evitando reírse - lo que si es muy obvio es que a ella le cuesta entender , que siempre debe ir con seguridad.
- tendré que tomar otras medidas- frunció el ceño cuando vio quien llegaba-
- buenas familia... - saludo la rubia pasando al lado de los dos y entrando a la mansión-
- oh.... - susurró la castaña mordiéndose el labio riéndose levemente -
- si... Oh... Ven conmigo, necesito hablarte de algo-